FAVOR DE ALIMENTAR A HOLMES Y A HELSING, GRACIAS.



martes, 29 de diciembre de 2009

MI AMADO VAN HELSING. SÍ QUE SÍ.






















Bueno, todos aquí sabemos que ya he dicho que el amor apesta. Perdonenme la vida, olvidé completar la frase:






EL AMOR APESTA... A NO SER QUE TU VERDADERO AMOR CAZE VAMPIROS.






(Desde mi blog a las amantes de Crepúsculo... mis más sinceras condolencias).












Ok, ¿porqué digo esto? Voy a contarles un cuento sobre una loba que se enamoró.






VOZ DE FONDO: ¡Ésa historia está peor que Corazón Salvaje con Yañes y la chule!






LOBITA: No, esta sí es una historia de amor...












Resulta que allá por el 2006, o 2007... sí, 2007 (ah, qué año) estaba yo muy aburridita en mi casa. Total que, mientras entraba en estado de coma sobre el sillón en perfecta posición fetal, miré sobre mi hombro y encontré un objeto curioso que llevaba MESES sin ver: el control de la tele. (¡Se los juro, el desgraciado llevaba un mes y medio perdido, y resultó que estaba entre clos pliegues del sillón!). Lo tomé y prendí la cajita idiota. No había nada interesante, excepto Lindsya Lohan envuelta en un nuevo escándalo y no me acuerdo qué tanto más... creo que estaba un mini maratón de Dr. House, pero ni me fijé.





Y entonces, me detuve en el TNT. Estaba empezando una película. Se veía el logotipo de Universal estallando en llamas y todo se ponía en blanco y negro. Órale, pensé, y me quedé sólo por el morbo de saber a qué venía tanto alboroto y porque, como ya dije, la prgramación estaba malísima. No, pues que sale el doctor Frankestein y su hijito deforme de dos metros, un Drácula más repeinado que el de Bela Lugosi y muchos gritos desesperados, todo esto en blanco y negro.





-Película de monstruos. -dije y reí sádicamente. Uno de mis pasatiempos favoritos es criticar toda película de monstruos que se me cruce, que si el monstruo parece que lo hicieron con la plastilina que usaba en el kinder, que si la actriz está más operada que yo no sé quien, que la sangre se ve bien falsa, etc.





Se acabó elc lindo flash back en blanco y negro y todo se pone... negro (¬¬). De repente, al fonfo se ve la torre Eiffel a medio acabar y una sombra caminando por las calles. Con la banda sonora de fondo ya sé que es el muchacho chicho de la película gacha, y me hago bolita en el sillón (es que hacía mucho frío). Y luego de que aparece un monstruo tamaño familiar dentro de la catedral de Notre Dame (eso me hace pensar... ¿y el jorobado?) por fin el héroe del momento (o filme, pues) se quita la cosa que lleva en la cara y...





O.O





Ésa es más o menos la cara que hice al ver un par de ojos color miel y una nariz de alcanza queso, ambos aspectos perfectamente acoplados a la cara masculina más atractiva que había visto en años. Wow.










Entonces reaccioné. ¡Era Van Helsing! Sí, la misma película que hallé un día en un videoclub y le hice caras y gestos de repudio (casi casi le mandaba saludos a su mamá, ¡y ni siquiera conocía al actor!). Estuve a punto de cambiarle, pero luego dije:





-Ay, al ratito, cuando empiece Laura en América o algo así.





(A propósito, extraño ese programa: ¡señorita Laura, este desgraciado me pega, la pega a mis hijos, vende a mi hermana para comprarse sus drogas y me engaña con las vecinas! ¡Que pase el desgraciadooooooo! jejeje).










Pues total, me senté cómodamente a ver durante dos horas completitas a ése completo desconocido (que, como diría una ex amiga mía, luego de cinco minutos desearías conocer... ¿qué habrá querido decir?) saltar, golpear, correr, volar, medio matar a su co protagonista -efecto alucinógeno post trauma típico de los hombres -, huir, electrocutarse, caer al agua como dos veces, volar (no, eso no), besarse con la protagonista (¡maldita seas, Kate Beckinsale!), convertirse en lobo (esa escena estuvo GE-NI-AL O.O) y matar al malo... y a su vieja. Pff, no todas las películas pueden tener un final feliz, igual y yo lo agradecí en el fondo, porque a ésas alturas ya cantaba:





Celos de tu boca cuando besas a otra chica tengo celos, celos





Celos de tus manos cuando abrazas a otra chica tengo celos, celos...





Y pues por fin terminó esta película, con el héroe cabalgando hacia el horizonte y con el piso de mi sala embarrado de baba.










Pasaron los días y los meses. Por fin, en mi cumpleaños, me compré la película, que protegí contra todo con el amor de una madre (de hecho, intentar quitármela de las manos era equivalente a quitarle el anillo a Gollum... mi precioso...) y senté a todos en mi casa a verla. La buena noticia fue que les gustó. La mala... creo que verla como chorrocientas veces un año seguido hizo que cada vez que le ven la cara a Hugh Jackman (traiga el pelo largo o no) quieran desaparecer la tele de su vista. Ni modo.





Y yo, por fin, me enamoré. Vi la película, también vi la de Van Helsing: Misión en Londres (más oscura y cruel que la de personas, y eso que es de dibujitos) y bla bla bla. Ésa película me dio grandes lecciones de vida: por ejemplo, nunca camines por el centro histórico a altas horas de la noche, el agua bendita es muy útil contra alguien encolerizado (se la echo a mi monstruoso hermano de vez en cuando y funciona), y nunca, pero nunca le hagas caras a una película con la cara de Hugh Jackman, te puedes arrepentir.










Y luego, un buen día, mi hermanito llegó frente a mí y vi la película despedazada dentro de su caja. Zaz. Ahí puse en práctica las horas de ver las escenas de acción y, poniéndome el sombrero negro de safari de mi mamá y blandiendo un cinturón a falta de látigo (ok, Van Helsing no usa látigo, pero era la única arma disponible) lo perseguí por toda la casa hasta darle alcance y dejarle la retaguardia de un bonito color morado que hasta Barney envidiaría.





Me tuvieron que comprar la película, esta vez en formato DVD, y me aventé los bloopers y los juegos y también una entrevista muy divertida de todos los actores. Después de todo, el destripemiento de mi VHS valió la pena.










Actualmente ya no pego gritos cuando veo la película anunciada, pero eso no importa. Lo importante es que soy aún luego de dos años (casi tres) de mi querido cazador de vampiros (lo que explica mi poco cariño hacia Crepúsculo) y por una maldita vez decido que el amor no apesta tanto como yo creía. En fin, algún día...
































lunes, 28 de diciembre de 2009

RECUERDOS 2009: LAS CELEBRIDADES


En definitiva las estrellas de este año (irónicamente) fueron... pues las estrellas. ¬¬

Todo comenzó con los óscares (un poquito mejores que los del año pasado que estuvieron tan aburridos que entré en estado de coma... desperté el día de mi cumpleaños), en lo que lo mejor fue:

¡Ganó Heath Ledger y Kate Winslet!

¡Y no ganó Brad Pitt!

Bueno, volvamos a lo importante.

VOZ DE FONDO: ¿Qué esto no es importante?


Les voy a decir algo: las celebridades son parte de nuestro día a día, aunque no vivamos a pocos metros de su casa ni nos los hallemos en las esquinas de camino a la escuela. Ya saben, tipo:

TÚ: ¡Hola, George, qué linda chaqueta, y felicidades por lo de tu novia italiana! ¡Nicole!, los pastelitos que me mandaste estaban riquísimos, tienes que pasarme la receta. ¡Buen día, Reese! Adoro tu cabello, ¿dónde fuiste a cortártelo? Hola, Robert, ¿me saludas a Kristen, porfas?

Evidentemente, esto nunca te va a pasar. Ni a mí tampoco... buuuuuuuu!!!


Hablando de mis estresados favoritos (los de mi salón), este año tuve a una amiga cuyo amor (por no decir obsesión) con los Jonas Brothers llegó a límites insopechados. Como más de alguno por aquí sabe (yo tristemente me enteré), estos tipos tuvieron un tour y total que vinieron a mi ciudad (benditos sean los infelices porque cuando encontré el revolver de mi papá ya se habían ido del aeropuerto...), y mi amiga Jonática hasta decir basta... ¡todos sus cuadernos están forrados con fotos suyas! ¡Me sentía como en película de terror al verlos! ¡AAAAAAAAAAAH, SOCORRO!... ejem, ya me calmé. Bueno, ella entró a cada concurso existente para poder ir al concierto. No ganó ninguno, ay decepción.

Por otro lado, otra amiga jonática claro que si fue, y en PRIMERA FILA, pues al día siguiente, toda desvelada, con ojeras y mal comida fue a verme para platicarme con lujo de detalle lo que sucedió. ¡Oh, cielos! Rezo por nunca enloquecer de ésa forma, porque de hacerlo terminaré en algún manicomio y lo peor: sin internet.


Otra amiga mía, llamada Vane (o como le digo de cariño, mi vampirita lobuna) se lanzó a la premiere de Crepúsculo Luna Nueva, aún cuando volvió a la una de la mañana (o.O) y a las siete ya estaba en la escuela (DOBLE O.o O.o)!! Claro, lo que sea por ver a su amado Taylor Lautner.


¿Y yo? Porque dice el dicho que la zorra no se ve su propia cola, pero ¿qué creen? ¡YO TAMBIÉN ESTOY LOCA POR UN ACTOR! Y su presencia durante este año fue como... como... como mirar el paraíso caminando sobre algodón de azúcar y comiendo manzana acaramelada.


Así es: estoy hablando de mi querido amado, el único, el sinigual, el siempre imitado (cof, cof, Emmys, cof) pero jamás igualado, el que canta, el que actúa, el que baila, el que cocina, el que le vale que lo vean llorar... HUUUUUUUUUUUUUGH JACKMAAAAAAAAN!!


(Jajaja, pareció la entrada de un güey de la WWE).


Pero es la verdad, lo vimos durante doce deliciosos meses de aquí para allá haciendo de todo (menos de lo que YO hubiera preferido que hiciera... ¬¬). Primero, con los óscares. Fueron taaaaaaaaaaaan lindos..

Oh!! Nooooooo!!!!! Estoy hablando como una transtornada relativamente normal!! Bueno, ya ni modo...




Y despues... la premiere de X men Orígenes. Entre influenza, confinamiento forzoso y un montón de desgracias que me pasaron (como que los desgraciados de mis vecinos se pusieron a hacer obra de construcción a un lado de mi casa) una luz en el camino llegó: mi lindo Hugh ¡en mi país! ¡Púdranse! les grité a todos los que decían que México era un foco de infección letal, y luego me puse a bailar: lero lero, Hugh vino con nosotros, y con ustedes noo...


Bueno, quedé de no hablar de la gripe del cochinito... Cuando pasó la premiere hice un berrinche de miedo, ¡Yo, una niña linda, bien portada, adorable y con buenas calificaciones tenía que quedarme sentada como tonta mientras todas las mujeres del país (claro, cuando estás enojad@ piensas así) fueron a verlo en vivo y a todo color! Pues humildemente agaché mi cabezota y seguí la cobertura por internet, radio y tele. Así me morí de la envidia al oír relatos de chicas afortunadas a quienes saludó con un beso y les firmó todo lo firmable y hasta se tomaron fotos con él. ¿Yo? estaba al grado perfecto de ebullición en palabras de mi sapiente profe de química (que nunca nos enseñó nada útil, excepto que los átomos son una pérdida de tiempo). Pero en parte ¡qué bueno que no fiu, si no...! En primer lugar, aún estando a metros y metros de distancia de él, me hubiera colado como humedad sin que nadie me viera (cosa que confirmaría que no tengo huesos o algo así) y llegaría hasta mero adelante... ¡donde toda gran fan debe estar! para después medio colgarme del sujeto en cuestión y hablar largo y tendido (obstruyendo el tráfico y claro, la premiere) sobre lo muy feliz que me hicieron sus declaraciones y que esté aquí, y que lo admiro, y que blablabla, y que de grande quiero ser como él (VERSIÓN FEMENINA, CLARO ESTÁ) y que si no quiere ir a tomar cafecito a mi casa y que... jeje, mejor ahí le dejamos.


Y por fin, el año se cierra con Miley Cyrus en nuevos escándalos (la detesto, ¡como se atreve a salir a comer con Hugh! ¿Qué no sabe él que yo le salgo más barata en una cita?), unos futuros óscares más deprimentes que alpinista en el desierto y Tiger Woods hundido en la desgracia. Pero como no son de mi interés y yo vivo, RESPIRO por cosas mejores ni me preocupo.


Los fans cada día amanecemos con nuestra celebridad amada. Ya sea con un póster, un collage (como yop), la tapa de su nuevo DVD o su disco más reciente, las que seguimos con cariño a un famoso estamos condenadas a la dicha eterna hasta que crezcamos, nos casemos, perdamos las figura, tengamos muchos niños y niñas, las niñas se enamoren de una celebridad y el círculo se completará (¿oíste, mamá? ¿oíste, madre fanática de Fernando Colunga?).


Fue un gran año con todos ellos. Pues me voy y recuerden: no coman nada que sea de color verde.

sábado, 26 de diciembre de 2009

2009 PRIMER RECUERDO: LA ESCUELA

Como ya casi se nos acaba el año, me di a la tarea de memorizar todos esos eventos divertidos (y también trágicos) que me roderon. El que más impactó fue, claramente, el de la influenza. Pero como no soy muy fan de recordar ése tipo de cosas, pues vamonos a la escuela.
Ay, mi adorada escuela, Un mugroso edificio con toda la pinta de ser un reclusorio... aaaaay, cómo lo extraño...
VOZ DE FONDO: ¡Sí, tú, cómo no!
Todos nosotros éramos criaturas felices, contentas de volver a vernos las caras... hasta que nos enteramos que nuestro nuevo salón era un aula móvil que, más que aula, parecía horno de microondas (sí, leyeron bien: MI-CRO-ON-DAS). Todos los días salíamos despidiendo un olorcito a pollo rostizado y con un bronceado que ni en una semana en Acapulco lograríamos. Pero eso sí, a la salida nos teníamos que quedar a barrer el salón (¿entonces para qué les pagamos a los de intendenciaaaaaaaaaaa?).
Total que en éste hornito mágico conocí a mi primer amor. Ja!! fue sarcasmo. El amor apesta, lo saben bien. No, me refiero a que aqui leí por primera vez la saga de Crepúsculo. Sí, porque TODOS en el salón leyeron ese maldito libro una y otra y otra vez. Y que no se atrevan a negarlo!!
Lo siguiente que pasó fueron los exámenes. Con el asunto de las "vacaciones forzosas" nos vimos en la penosa necesidad (sí, cómo no) de enriquecer nuestra cultura gracias a la magnifica internet (lease también:no teníamos nada que hacer, entonces nos pusimos a hacernos metroflogs, myspace, hi5 etc.). Yo en lo personal nunca llegué a buen término con esas cosas, soy pésima para las redes sociales. Entonces, cuando regresamos a la escuela, ¡zaz! Otras dos semanas de descanso a fuerza y el resultado: unos exámenes que, juntos, formaban un panteón con tantas cruces. En mi vida había reprobado tanto, hasta miedo me daba enseñarle le dichosa boleta a mi santa madre. Más bien corría como quien lleva una bomba de tiempo en la mano, falsificaba con singular alegria (como dice un médico amigo mío) la firma y huía como las cobardes a echar el original al escusado diciendo bien cineasta:
_Te veré en el infierno, 5 en matemáticas.
En fin...
Lo siguiente que ocurrió fue la obsesión aún incomprensible de una amiga mía por los Jonas. Como en mi precaria situación yo no estaba en posición de discutir (más detalles en el siguiente recuerdo) tuve que hacerme la occisa y escuchar atentamente. Pues como diría un tipo que nos gobernó muchas decadas atrás:
El respeto al derecho ajeno es la paz.
O sea:
El respeto a las celebridades admiradas por otra amiga tuya, aunque te caigan peor que examen de trigonometría, es la paz, o sea que ella también aguantará escucharte horas hablando del mismo idiota que te gusta a tí (perdon por lo de idiota, pero si no lo escribo entonces estaré en graves problemas).
Y finalmente, la escuela finalizó en verano, con dos maquetas encima, un profesor desquiciado y un puñado de locuras que todavía extraño. Por lo pronto, sé que nunca extrañaré el horno movil en que vivíamos (porque, señores, la escuela es VIVIR, vivir con tus amigos, con tus conocidos, novios, ex novios, los profes, los de la cooperativa que no es precisamente muy cooperativa que digamos, etc), y la verdad ahí aprendí una lección muy interesante:
Los refrescos de cola, si les añades sodio y una pastilla anticonceptiva, pueden ser lanzados al auto del maestro que peor te caiga y sacarle el susto de su vida. Muajajajajajajajaja!!! Qué mala soy.

PROXIMO CAPÍTULO: LAS CELEBRIDADES.

jueves, 24 de diciembre de 2009

HOY ES NOCHEBUENA!


Jeje, ok, un poco de risa no afecta a nadie. Excepto ese primo mío que un día le dio un ataque de risa y siguió y siguió así como por una semana y se murió...

Pues ya entrados en gastos (muuuuuuuuchos gastos), y luego de presentarles a mi futuro esposo y padre de mis hijos (igual y no lo sabe, pero ¿qué importa?), vengo a decirles un par de cosas para evitarles desgracias esta noche tan especial.

PARA ANTES DE LA CENA/FIESTA:

1. Hay que empezar desde muy temprano, unos a arreglar, otros a cocinar. Pero eso es capítulo aparte. Es en serio, porque es típico que queremos dejar la casa como Palacio de Sancho Clós justo diez minutos antes de que lleguen los invitados.

2. Si hay niños pequeños en la casa, una de dos: o los sientan en do...nde no molesten viendo todos los especiales de Navidad de la tele local o los duermen con cloroformo, porque por experiencia les digo que no se van a estar quietos.

3. Cuidado con los regalos. Si creen que va a pasarle una calamidad a ése costoso jarrón de la dinastía Ching que le compraron a su santa madre para hoy y que va más envuelto y escondido que paquetr de droga en la aduana, mejor guárdenlo en algún lugar secreto y acolchonadito que sólo ustedes conozcan, porque luego un gato mimado, una guardería de mocosos infernales o hasta tú mismo/a (en un lapso de estupidez... repito, EXPERIENCIA) puede hacer que el jarróncito de la dinastía Ching se vaya al suelo y no se va a ver nada bien en una cena familiar que grites como en concierto de rock:

_¡Mi jarrón Cihng! ¡Pues ching...!

Y hasta ahí le dejamos, porque estoy escribiendo esto en horario familiar.
PARA LA CENA:
1. Por favor, ten piedad aunque sea por un año de los pavos. Son criaturas inocentes y tiernas que aunque me estén apuntando con una pistola para que escriba esto, sólo son seres incomprendidos en una injusta cadena alimenticia...
2. Te ahorras mucho tiempo (Y hasta dinero) si vas y compras tu cena en Kentucky o pizzas o burritas.
3. ¡Maten a los pavos! Son en realidad extraterrestres súper inteligentes y peligrosos que acabarán con el mundo esta Navidad si no los comemos! No se crean, sean buenos con ellos.
PARA LA ROPA:
Porque de seguro no van a ir con el conjunto más chafa que se hallen, ¿no?
1. Busca ropa abrigada y que vaya contigo.
2. Usa unos zapatos apropiados. De veras, es una pesima idea llevar tacones de aguja con los dedos descubiertos. En primera se te congelan los pies, y en segunda los tacones no son precisamente el calzado más resistente del mundo eh?' Si se rompen y te tuerces el tobillo a la mitad de una calle congelada duele, y mucho, y lo más probable es que te arrolle un auto lleno de borrachos o una procesión por la última posada.
3. No te maquilles demasiado. Algo natural en colores blancos, negros y azules (los colores del invierno) quedan bien. Igual y puedes ponerte morados, verdes, rosas, amarillos, etc. Lo que suceda cuando todos te vean será responsabilidad tuya (¡ay,, experiencia!).
PARA EVITAR ACCIDENTES:
De hecho sólo hay un método infalible para evitar caídas, golpes, borracheras, bengalas encendidas, regalos destruidos y hasta familiares molestos: la muerte. Igual y la mala suerte crece y en el funeral ponen banda a todo volumen al lado de tu sagrado féretro, se les olvida el cajón cuando ya van a enterrarte, tu cadáver se cae a mitad de la calle y cuando te entierran despiertas gritando "Feliz Día de los Inocentes" y descubres que llevas dos horas bajo tierra.
Como sea, la Navidad siempre es una fecha atesorable, aunque te vaya de lo peor y te quieras medio morir, es la unica vez que puedes disfrutar del calor del invierno (vaya ironía) y estar con la gente que quieres. A veces no, pero lo que importa aquí es la dicha y la paz.
Así que Feliz Navidad!!



lunes, 21 de diciembre de 2009

NAVIDAD, NAVIDAD, SANTA ME ENGAÑÓ...

La Navidad (a la vuelta de la esquina) se supone que es una celebración de unión, de bondad, de cariño, de...
¡Ay, sí, si eso es cierto entonces yo soy la botarga del América! Lo que en realidad la Navidad es, es algo mucho, pero mucho peor:
"Es el peor día del año". Un pavo.
Dejando de lado al pavo, la Navidad es un verdadero caos.
Por ejemplo: aquí en mi rancho desde el 16 de diciembre ves a todos los niños en las posadas. Bueno, estoy de acuerdo son nuestras tradiciones, ¿no? Pero aparte, empiezan los intercambios de regalos en la escuela, en el trabajo, bueno, hasta en tu casa.
Una vez entré a uno de esos intercambios. Me tocó una muchacha y le compré unos juegos de bisutería; los envolví con mucho cuidado y parsimonía y fui a entregárselo. Listo. Ahora, era cuestión de ver quién me iba a dar el mío.
Esperé 10 minutos, 15, 20... una hora. ¬¬
Luego me enteré que la persona en cuestión le dio flojera ir ése día a la fiesta, ¡y se auto regaló lo que iba a darme!
Un par de años atrás, en un tierno intercambio en mi primaria, le regalé a la chica que me había tocado una muñeca, también bien envuelta y todo muy lindo. Y, ¿a mí qué me regalaron?

Se los voy a decir, pero les advierto, a las personas sensibles no les conviene leer esto.
Yo era una niñita tierna, con sueños de caramelo y deseos de ser una bailarina de tutú rosa... ¡y el muy infeliz de mi compañero va y me regala el par de calcetines más chafa que se halló! Grises, peludos, rasposos y con un letrerito bordado de Feliz Navidad. ¡Hijo de...! Desde ése día decapité a todas mis barbies, me corté el pelo, me vestí de negro y me hice darketa, además de aprender el noble arte de faulear a los hombres (¿así o más traumatizada por ésos calcetines? que por cierto rompí).

La cena. Si te va bien, comes rico y todo. Pero si no... llegan tus tíos, tus primos, tus abuelos, tus tíos abuelos, tus cuñados, tus sobrinos, tus hermanos mayores... bueno, casi casi hasta llega el primo del vecino del hermano de la sobrina de la cuñada de la suegra del esposo de la tía. Y adivina quién se va a quedar con lo que estaba al fondo de la cazuela. ¡Así es! ¡TU!

Las bengalas. Una cosa es encender una mágica bengala de colores que tu tío contrabandista te regaló con la frase: "Ahí tienes, mocosa flaca" (como yo), y otra muy diferente es que la bengala le caiga como por arte de magia a tu tío conservador (de ésos que te regalan una muñequita de tela a los 18 años y te dicen "ahí tienes m'ijita) y te pongas de mil colores luego del macabro incidente (básicamente hay tres colores: te pones rojo de vergüenza, te las ves negras con tus parientes, y te dejan la retaguardia bien morada por los catorrazos que de seguro te van a meter).

Y finalmente mi favorito: las fiestas. Si tú (como la servidora Lobita) eres de ánimo tranquilo y te gustan las fiestas más familiares, odiarás a muerte a tus vecinos los apodados "maratónicos", por aquello de que empiezan la fiesta a las ocho y se acaba a las diez... del día siguiente, eh? Puedes durar toda la noche oyendo una y otra vez:
De rodillas te pido, te ruego, te pido, que regreses conmigo que no te he olvidado...
Chejke te che kete cheke, cheke te che kete che...
Dame más gasolina...
Lo digo por experiencia propia, ¿eh?

Y bueno, para acabar, pasando por alto las malas fiestas, los problemas familiares y todos los accidentes que hemos mencionado, la Navidad es un momento de esperanza, el momento apropiado para comenzar de nuevo y de sentirte, por un segundo, como cuando eras niño e inocente, cuando desconocías de problemas, de miedos y de desgracias, y podías soñar...


ASÍ QUE... FELIZ NAVIDAD!!!

viernes, 18 de diciembre de 2009

¡¡PAYASOOOOOOOOOS!!

Es en serio, no se rían.
Desde chiquitita adorable hermosa (sí, cómo no ¬¬) le he tenido miedo a infinidad de coas, tales como... Las arañas, la oscuridad, estar encerrada... cosillas sin importancias y por demás normales.
Pero hay algo que he vivido durante años y que me perturba horrorosamente. ADVERTENCIA: La historia que voy a contar no es apta para personas sensibles o con estómagos débiles.


Cuando yo era pequeña, me gustaba ir a las fiestas. Ya saben, los globos, el pastel, los juegos...
y el payaso.

El payasito en turno era un infeliz desempleado psicópata cuyo único fin al trabajar en fiestas para niños es torturar mentes inocentes, robarse los licores de la casa y sabrosearse a la mamá (¡y no me digan que no es cierto!). Por eso yo les tenía cierta renuencia.
De hecho, mi relación con los payasos-arlequines-bufones. etc es tan pero tan mala. Son criaturas malvadas y dementes que te traumatizan hasta la demencia. Ejemplos hay muchos: Eso el payaso, el Guasón o Joker, los dizque payasos esos que te vendne dulces y globos en la calle (de hecho, más que vendértelos te los avientan en la mano para que te veas obligado a pagarlos, como un asalto a máxima velocidad en reversa).
Obviamente, preferí inclinamre por los magos, esos simpáticos hombres sin la cara blanca de aspecto barrigón o delgaducho acompañados de graciosos animalitos y asistentes amables. Entonces, de pequeña preferia mil veces ayudar en algún truco de fiesta (no, nunca me tocó el chafa-truco del conejo con sombrero, pero sí uno con un pollito, y me regalaron el pollito... extraño ese pollito), en vez de ser víctima pública de los clowns.
Así que, ahí lo tienen.

P.D Irónicamente, Hugh Jackman trabajó como payaso de fiestas en su juventud, y de adulto salió en una película llamada El Gran Truco, donde hace de mago.

viernes, 11 de diciembre de 2009

EL AMOR, EL AMOR... ES UNA PORQUERÍA!!!

No lo quería decir de una manera tan ácida pero...
EL AMOR APESTA!!!

Sí, imagínense esto: tú te enamoras de alguien que no te quiere (rayos) o alguien se enamora de tí y tú no lo quieres (doble rayos) o peor aún: t+u te enamoras de alguien que no te quiere pero que está enamorado de ése alguien que está enamorado de tí... ¡triple rayos!
(Si alguien notó algo extraño en el triángulo amoroso, de hecho sí lo hay... digamos que al "que te gusta" nada de reversa...).
Otra cosa es que te guste alguien y ése alguien esté enamorad@ de tu mejor amig@ que por cierto no l@ quiere. A éso se le llama médicamente Síndrome de Cruda de Año Nuevo, por obvias razones.
Y hablando de crudas... y de amor...
Van a hacer una fiesta y creo que el sujeto que yo quiero (COMO NOVIO) y que él me quiere (COMO AMIGA) va a ir. Yo no puedo.
Usualmente cuando estoy en una fiesta mi mecanismo de atraer desgracias provoca que sucedan una de las siguientes cosas:
1. El sonido o la electricidad fallan.
2. Hay más probabilidades de que la fiesta termine con alguien sollozando de manera inconsolable.
3. Lo que mepezó como Fiebre de Sábado por la Noche... terima como Cruda de Domingo por la Mañana.
Y así sucesivamente. A la última fiesta a la que fui fue a un maldito cumpleaños de niños con todo y payaso.
Como dato les puedo decir que le tengo fobia a los payasos. No es simple miedo, sino aversión extrema, que ellos, claramente, me tiene a mí. Desde pequeña mi relación con los payasos ha sido fatal, incluyendo humillaciones públicas y sustos de muerte. El único "payaso" que soporto es el Guasón... y bueno de hecho él es un psicópata asesino así que, por lo menos, como clown no cuenta.


Y finalizo mi trágica historia diciéndoles:
Feliz Navidad, si toman no manejen, si no manejan tomen, pórtense mal y cuídense bien.
¡¡¡ADIOS!!!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

6 RESPUESTAS BÁSICAS A LA MISMA PREGUNTA

Había una vez hace mucho tiempo atrás... bueno, ni tanto, una chica inocente y tierna que, un día, vio la película de Van Helsing. El efecto de ver al actor principal fue más devastador que la noticia de que.... digamos...¿tu abuela se va a casar? (Sí, así como lo oíste).
Como las pregntas sobre porqué me gustaba Hugh Jackman zumbaban por mi cabeza sin parar, hice algunas respuestas básicas. Por hoy sóllo diré las dos más útiles y lógias, ojalá les encuentren sentido.

RESPUESTA 1.
Hugh es lindoo, Hugh tiene ojos de color, algunos dicen que son verdes, otros que son cafés, no son ni verdes como el brócoli ni cafés como el lodo, sino de color miel, miel de maple, a mí me gusta la miel de maple, yo le pongo miel de maple a los hot cakes, Hugh Jackman come hot cakes, a mí me gustan los hot cakes y a Hugh Jackman también, yo como hot cakes con miel de maple, miel de maple como sus ojos, a mí me gustan sus ojos miel como la maple y yo como maple...
O sea que... ¿soy caníbal?

RESPUESTA 2.
Me gusta mucho el nombre de Hugh Jackman. Todo en él es lindo, incluso su nombre, su nobre significa "Inteligencia", yo tengo un conocido que se llama Hugo, Hugo no es inteligente, Hugo es novio de Vane, Vane es mi amiga, a Vane le gusta Taylor Lautner, Taylor Lautner sale en la película de Crepúsculo, en Crepúsculo sale Robert Pattinson, Robert Pattinson conoce a Hugh Jackman, yo conozco a Hugh Jackman, Hugh Jackman no me conoce, no me conoce porque él vive en otro país, pero él vino a mi país hace pocos meses, yo no lo ví, él no me vio, yo sí lo he visto en fotos, en las fotos se ve su nariz, Hugh tiene nariz de alcanza queso, a mí me gusta el queso, con el queso se hacen las pizzas, a mí me gustan las pizzas, a Hugh le gustan las pizzas, pizzas hay de hawaiana, de salami y de champiñón, yo de chiquita tenía un corte de pelo que me hacía parecer un champiñón, con lso champiñones se hacen pizzas y a Hugh Jackman le gustan las pizzas...
Quizá yo le guste después de todo...

P.D Si alguien no experimentó ansiedad, mareos, vómito o paro cerebral leyendo esto, felicidades, le aseguro que jamás podrá ser hipnotizado por nadie.

martes, 1 de diciembre de 2009

EXÁMENES... UNA NUEVA FORMA DE CASTIGO PRE VACACIONAL

Entre todas las cosas que me molestan en el mundo (reggeton a altisimas horas de la noche, mi hermano en sus cinco minutos de berrinche, el tipo ése de mi escuela que se desvive hablándome, los discursos políticos y un largo etc) hay algo que me enfada y, a la vez, me relaja: los exámenes.
Si acaban de poner cara de ¿qué? al leer esto, esperen. Lo que sucede es una bandejita de pros y contras, por lo menos para mí.
PROS:
-No nos ponen tareas durante el período de exámenes.
-Tenemos horas "libres" entre examen y examen, y si tocan en las últimas horas, lo más probable es que salgamos temprano.
-Hay un mercado clandesino (del que soy cómplice, mas no colaboradora ni mucho menos cliente) de respuestas de los exámenes que incluyen una amplia gama de conocerlos: celulares, acordeones disfrazados de formularios, manos, zapatos, ropa interior (si, por increible que parezca así es...) y hasta señales con los dedos para hacerle saber al de la fila 3 cuál es la respuesta, aunquee tú esté en la fila 10.

CONTRAS
-Es más que ovbio, ¿no? ¡Exámenes que valen desde un tímido y gentil 30% hasta un 60% que te jo...roban la calificación final!
-Maestros sádicos que adoran ponerte en tensión antes, durante y después de la prueba. Parece que les pagan por torturar, no por enseñar.
-Exámenes tan temidos (matemáticas y física sobre todo) que empiezas a gritar histéricamente:
Una amiga.-¡No me sé la primera respuesta! ¡No me sé la primera respuesta!
Lobita.-Eh... la primera pregunta es "Escribe tu nombre".
Una amiga.-Ah... gracias.
-Posibilidad bastante alta de entrar en pánico, sobre todo si, como yo, tienes un compañero con la mala costumbre de repasar un examen antes, durante y después de éste. (En mi caso me estreso más porque el sujeto en cuestión tiene la mala costumbre de ampliar su "Buena suerte" con una tanda de elogios eternos... y no soy su única víctima, de hecho a cuarenta centímetros a la redonda es mejor mantenerse lejos de su precensia durante los exámenes, por tu propio bien mental).

En fin, ésta historia se repite cada cierto tiempo, con diferentes efectos.
Lo que al principio no daba, ahora da y extra. O en su defecto todas las respuestas tienen un código secreto (como dice mi amigo Waldo) que si lo descubres ya la hiciste. Nunca he hallado esos fantásticos cóigos, creo que son una leyenda como El Monstruo del Lago Ness o Michael Jackson. Pero eso, viniendo de mí, es irrelevante.

Y por último, las distracciones. Un mosquito porta-dengue, un histérico expansivo que tiembla, se agita y hace ruidos mientras intenta responder, o ¿porqué no? una mente divagante que aterriza en una pizza humeante o en Hugh Jackman en la playa y ¡zaz! respondiste mal o rayaste y eso es pase seguro a reprobar.

Tengo una ilusión: que todos los exámenes tengan como respuesta la letra "C" o que los hagan sobre tu tema favorito. Si así fuera, nadie reprobaría.

Naturalmente primero volarán las vacas y seré nombrada presidenta de Sudáfrica antes que eso ocurra.

sábado, 14 de noviembre de 2009

YA ME ESTRESÉ...

Estoy aburrida. Bastante aburrida...
A veces me gusta creer que alguien me hace caso, pero no es así.
¡Hay que ser felíz en esta vida! ¿No?
Pero para eso se requiere cierta práctica...


Hmm... Nada interesante que añadir... ¬¬
¿Alguna vez han sentido como que alguien los está observando? ¿Y cuando se dan la vuelta al sentir ése escalofrío en la espalda se dan cuenta de que sólo es el póster de x actor o actriz o cantante o lo que sea? A mí me pasa muy seguido... Tal vez por eso me estreso con tanta facilidad. Ajá, es probable.
Por cierto, ¿alguien sabe porqué la gente se quita el estrés de maneras tan... ilógicas? yo me quito el estrés con películas de terror. O de vez en cuando comiendo galletas. Eso es anormal.
Peero lo que sí es EXTRAÑÍSIMO... es que alguien se quite el estrés ¡haciendo cálculos matemáticos! ¿Qué no es ya bastante molesto hacerlo en clases, en un examen que duras hoooooras y al final no entiendes, te equivocaste de respuesta y resulta que vale el 60 % de la calificación?
¡¿QUIÉN SE DESESTRESA HACIENDO ECUACIONES?!

jueves, 12 de noviembre de 2009

CRÓNICAS DE UNA PERDICIÓN

Estábamos todos juntos en un bosquecito, ya saben, de día de campo y todo (cortesía de mi sapiencia -sí, cómo no -en un concurso escolar) cuando notamos que dos se nos habían fuado. La Birgada de Rescate (compuesta por mí misma y mis friends, Liz, Fer, Bi, Sua y ya no me acuerdo quién más) fuimos a buscarlos... dentro del bosque.
Naturalmente a los cinco minutos de la inocente caminata ya no teníamos ni idea de dónde estábamos. Oía tras de mí los grititos de horror de las demás y como que ya me estaba entrando miedo. Sobre todo cuando una de ellas comentó:
-A mí me contaron que por aquí a veces se esconden unos tipos que esperan a que pasen muchachas solas...
Gracias por el apoyo moral, pensé.
-No nos perdemos. Nadie se pierde. -dije en un tono nada conviencente. Para qué les cuento cómo nos sentimos al ver una mancha negra-verduzca frente a nosotras y detrás, el murmullo del viento en otoño...

¿Salimos de ahí? ¡Pues claro que sí, si no no la contaría!
Cualquiera puede equivocarse...