FAVOR DE ALIMENTAR A HOLMES Y A HELSING, GRACIAS.



martes, 14 de julio de 2015

FAUNA NOCIVA: LAS ÑORAS

Los viajes en camión siempre me recuerdan por qué aborrezco tanto a la gente, casi del mismo modo que lo hacen los bancos lentos y la comida mal servida. Y como tenía un tiempo sin recordarles, querid@s hartit@s, mi poco afecto a las masas escandalosas, he aquí un poco de cultura (o contracultura, según algunos términos) de un espécimen desconcertante, irritante y especialmente peligroso, las Feminas Vulgos, alias... "las ñoras".
Primero y antes que nada, ¿cómo demonios identificar a una ñora? La especie se caracteriza por las siguientes peculiaridades físicas, casi sin importar el país de procedencia:
*Usan el cabello largo, a veces sujeto con un moño o una coleta poco hecha (como dando a entender que tienen "taaanto trabajo" que no hay tiempo de arreglarse) y teñido con rayos o colores que casan poco con su físico (rubio neón o rojo semáforo en morenas, especialmente).
NOTA: Por culpa de su cabello, puedes tener algunos percances.
*Las de mayor edad, usan ropas de tonos discretos y estampados. Las de mediana edad (de 30 a 45) utilizan ropas más "modernas", una o dos tallas menores que las suyas. Son fans de los pantalones ya pasados de moda que llevaban esa palabrita de "bebe" estampado en un lugar que si miras fijamente (y eres hombre) te proporcionará un carterazo que te mandará de aquí al Trópico de Cáncer.
*Hablando del lío con la ropa, estas mujeres varían entre la complexión "llenita formal" y algo que me gusta llamar "el muffin desbordado". No existe otro punto.
NOTA: La complexión es casi siempre su arma de autodefensa, como el Ankylosaurus que usaba su coraza, las ñoras usan su morbidez para espantar y atacar a sus potenciales enemigos, léase: todo mundo.
*Cuando usan maquillaje (de nuevo, mujeres de mediana edad), usan o tres tonos más claros o dos tonos más oscuros que los que la paleta de maquillaje les indica. Dicho de otro modo, son la versión de más edad de las niñatas que se ponen una donita glaseada para pintarse.
*Usan la ceja tatuada. SIEMPRE. Sus colores favoritos son el negro y el rojo (para la ceja). Debido a esto, se depilan constantemente los vellos de su ceja real, haciendo que la línea sea aún más obvia... y fea. Tienen para ello el estilo "permanentemente enojado" y la "U invertida" como sus preferidos.
*Llevan una bolsa (que desentona fatal con el resto de su vestimenta) que posiblemente esté llena de ladrillos, piedras u objetos punzocortantes, puesto que las usan como una forma de asustar o coaccionar a la gente a su alrededor.
NOTA: En ocasiones llevan más de una bolsa: una mediana para sólo Dios sabe qué, otra más pequeña para el maquillaje. Sin embargo, el celular y la cartera siempre la llevan a la mano. Autoconfianza dirán algunos, sesos lisos digo yo.
*ALGUNOS de estos especímenes llevan, además, a sus pequeñas crías, que nunca pasan de los ocho años máximo. Y cuando digo crías, es que llevan a más de una, y todas tienen la misma pinta: sucias, con el cabello peinado a la mala con litros de gel, escandalosos, chillones e irrespetuosos del sitio donde se encuentran. La ñora promedio intentará calmar sus vagancias una o dos veces máximo, diciéndoles de la forma más amable posible (?) que guarden silencio. Si las crías la ignoran, ella simplemente desistirá.
NOTA: Claro que si tú como buen ciudadano increpas a las bestiecillas, ellas te saltarán al cuello con frases como "¡No te metas en cómo crío a mis hijos!" o "¡¿A ti que te importa?! Si no te gusta vete".

Ahora que ya tenemos una taxonomía adecuada de las ñoras, es momento de conocer a fondo algunas de sus formas sociales (recordad, pues, que las ñoras son mutables):

1: LA ÑORA ACAPARADORA.
Ocupa más espacio del que un humano promedio necesitaría, esto en gran parte por dos cosas: una, su complexión. Ya he explicado que muchas de ellas tienen la talla de cadera suficiente para competir con los choferes de trailer o los plomeros, y dos, sus bolsas. Entre su cadera, el espacio de su bolsa y un posible brazo rollizo que se balancea a un ángulo mayor a los 45 grados por la calle al caminar (o, por el contrario, que toma el tubo del camión a un ángulo de casi 90 grados en referencia a su hombro), la ñora promedio cubre el espacio de una y media personas. O dos, si encima de todo lleva un niño.
Esta ñora acaparadora no sólo se las arregla para taponear un área peatonal (si tú vas atrás, no habrá manera de rebasarla, a menos que te arriesgues a bajar la banqueta), sino los asientos dobles del camión. Las ñoras acaparadoras nunca tomarán por iniciativa propia un asiento individual, no. Cogerán el asiento doble usándolo para acomodar de manera más cómoda sus caderas irrebatibles e incluso, para colocar su bolso en el asiento (o medio asiento, mejor dicho) libre. Si por mal juego del destino te toca ir sentado junto a una ñora acaparadora, se las apañará para irte empujando lentamente hacia tu perdición por obra y gracia de su trasero o de su brazo embolsado. Si por otro lado le ganas un asiento (las ñoras, en general, AMAN la comodidad, a tal punto que son capaces de agredir a otros especímenes con tal de conseguirlo), pasarás un "ameno" viaje en el cual, como venganza, te dará de topes con su bolsa o te embarrará su prominente barriga en el rostro cada que el chofer le atine (o no) a un bache.
(Como dato les digo que eso último me pasó ._.)

2. LA ÑORA "LAGARTIJA CRUZANDO CALLE".
Este video explica mejor la velocidad en que este tipo de ñora se mueve. Pariente cercana de la acaparadora, la ñora LCC es indeciblemente lenta, y sus contoneos impiden a los transeúntes poder rebasarla. No importa que lleve una fila de desesperados atrás, la LCC seguirá a su cómodo ritmo, parándose continuamente para examinar algo en su bolsa, mirar un acaparador o, sencillamente, descansar. Si tú te envalentonas y la cruzas por las malas, hay mucha posibilidad de que choques con ella, a lo que la mentada ñora reaccionará, no necesariamente con agresión, sino con profundo desagrado a tu persona, y de maleducado no te bajará jamás.

3. LA ÑORA INDECISA.
Para tu mala suerte, este tipo de ñora es la última de la fila, antes que tú. No importa si es un restaurante de comida rápida, el puesto de tacos, la farmacia, la heladería, esta ñora SIEMPRE tardará siglos en decidir qué es lo que quiera. Contará y recontará su dinero, preguntará por al menos cinco cosas diferentes al encargado, pedirá y cancelará unas dos, y cuando ya estés tirándote de los cabellos ante la exasperación... decidirá el pedido más pequeño. Siempre. Y te preguntarás qué pecado horrible habrás cometido para tener que sufrir ese percance.
NOTA: El promedio de reacción de una ñora indecisa es, más o menos, de tres a ocho minutos. Se prolonga exponencialmente conforme la edad.

4. LA ÑORA ESCATOLÓGICA.
Su hobbie es hablar en voz alta, generalmente en restaurantes y hospitales, de cosas asquerosas, grotescas y repugnantes. Con ella, los comerciales de Lolita Ayala a la hora de las comidas te parecerán tolerables en comparación. La ñora escatológica ama narrar con pelos y señales no solo accidentes brutales, sino todo tipo de enfermedades con resultados repulsivos (problemas gastrointestinales ocupan la posición más alta) e incidentes relacionados con fluidos corporales poco agradables. Dentro de esta categoría se encuentran las que tienen el poco tacto de hablar de resultados terribles en plena sala de emergencias, mientras se abanica porque su urgente sufrimiento es un bochornito o que, una vez más, lleva una semana con un estreñimiento del que te contará con sumo detalle.

5. LA ÑORA... EN MANADA.
En este caso, existen dos subcategorías: la ñora acompañada de otras ñoras, y la ñora acompañada de su prole. Con los primeros, las ñoras se volverán una masa informe y ruidosa, más ruidosa que un grupo de guacamayos charlando entre sí, masa que cerrará en definitiva el paso peatonal y se agrupará de tal modo que no habrá fuerza humana que consiga o un asiento o un buen plato de comida. Al ir al baño, el repugnante desastre que dejan atrás sólo se puede definir así: lavabo descompuesto. Si la ñora, por otro lado, vaga por el mundo con sus pequeños engendros, descubrirás cuánto daño realmente puede hacerle un niño a un inmobiliario, dejando sus manitas sucias marcadas por todos sitios, chillando, correteando y empujando a la gente, mientras su madre se contenta con mirar el celular y fingir que está en su zona de confort.

Este fue un breve recorrido por una fauna excitante, desconcertante, molesta... y única. Si desean que haga más posts de "Fauna nociva", pueden hacérmelo saber. ¿De quién quieren que hable en otra vuelta, tipos con swag, otakus redomados, ancianos violentos? ¡Adiosito!

domingo, 7 de junio de 2015

LA DEFENSA DE LOS IDIOTAS

Sí, sé lo que están pensando...

NUNCAMÁS: ¿Ora lees mentes?

No, no, no. Digo que sé que los lectores hartitos piensan al ver esto "Ohhh Dios... ¿Lobita redactando dos posts en una semana? Woaaaah". Pero la necesidad nacional así lo exige.

Les advierto de una vez: este post puede llegar a ofender a mucha gente, por lo que les suplico que antes de convertirse en berserkers y destripar metafóricamente el blog, escuchen con calma.

Esta historia comienza con una Lobita desmañanada y frustrada en un camión (el peor lugar del mundo para ella). Iba cabeceando por el sueño, dándose topetazos ya con el cristal, ya con el mango del asiento delantero, cuando un "delicado" frenón la despertó de golpe y, distraída y dolorida por el frentonazo, se dignó a mirar hacia afuera. La calle por la que el camión se había desviado (a causa de la llamada "paradoja del mal campesino", o "el municipio se pone a arreglar calles en época de lluvias") estaba llena, entre cortinas de tiendas y puertas de casas, de pintas y grafitis donde se leía el consabido letrero nacional de "Nos faltan 43", "Fuera EPN" y una oda a la buena educación y a la práctica de comprensión lectora, gramática y ortografía: "PutoZ poliSias corruCtoZ". En dicha "cuadra de los lamentos", me topé con un letrero que, aún estando bien escrito, me hizo sentir un oculto odio por el autor, fuera quien fuera: "Yo no voto. Lucho".

*Lobita va y se pone un casco* El no votar, señores, señoras, señoritas... es gilipollas.

Sí, sé que este país gobernado por un partidismo donde todos le levantan la cola al partido Jabba the Hut (por gordo, podrido y antiguo) llega a frustrar. Los candidatos son todos desconfiables (¿esa palabra existe?), rodeados de escándalos y acusaciones, y estas elecciones, encima, estuvieron plagadas de ridículos inmensos (todo estado que haya tenido un candidato que a) haya hecho un video con música de banda, tribal o reggaeton, b) haya tenido un candidato que haya hecho tiras cómicas o "campaña kawaii"de sí mismo, o c) a una estrella de televisión como candidato puede salir temprano hoy), guerra sucia y propaganda patética. Con este cuadro es comprensible que nadie (incluso yo) se sintiera con muchos ánimos de votar.

Pero... afortunada o desafortunadamente (según se le vea), vivimos en un país democrático, donde la aplastante masa se sobrepone a los grupos pequeños y alienados. Hora de pensar un poco como anarquista y presuponer que tenemos motivos reales para decidir bien, de manera personal, pero bien. La costumbre hace que cada individuo piense que tiene la razón por encima del resto, apoyándose en cualquier motivo disponible a la mano, y esto no es invento mío, es mera naturaleza humana, un leve complejo de superioridad que puso el mundo a los pies de figuras históricas importantes que no agacharon la cabeza y siguieron adelante con sus ideales. Si negamos esta "soberbia" de creer que tenemos algo de valor cualitativo en este mundo y que, aún cuando seamos uno, podemos modificar algo en nuestro entorno, nos volveremos parte de la aplastante masa, la que no piensa ni oye, que sólo se mueve al ritmo de los obstáculos físicos y el golpe del látigo.

No votar es decirle a uno, o cientos, o miles de rostros anónimos que decidan qué hacer con tu entorno. Es como ir a una pizzería y que, cuando te pregunten qué ingredientes quieres, dejas que una veintena de personas elijan, y aún si ninguna le atinó a los ingredientes que te gustan, te la terminas comiendo con amargura. No votar, o anular el voto (esto va para los pseudoactivistas que rellenaron las boletas con los insultos y frases comentados ya arriba o los graciosillos que escriben estupideces) significa decir que poco te importa lo que hay alrededor, que tu desesperanza es tal que te sentarás ahí a ver cómo todo se desmorona o se alza pensando, con desidia, "no fue cosa mía".

No votar es otra forma de soberbia, la soberbia de no querer sentirse responsable de los actos de aquél por quien se votó. Es como decir "no es problema mío el mal gobierno, yo no voté por él". Tal vez no lo hiciste, pero realizas otros actos que, como efecto mariposa, desembocan en ello. Es ese efecto el que produce que alguien tire una basura a la calle, pensando que hay un barrendero municipal que se encargará de él; ese alguien entonces casi sufre un atropellamiento porque otro alguien se pasó un alto, pensando que igual en ese tramo nunca hay patrullas y no le pasará nada; ese otro alguien ve entonces cómo unos rateros le desvalijan el auto y piensa, rabioso, que la falta de civismo es culpa del gobierno, de una cara invisible y prácticamente administrativa que se colocó ahí gracias a la puerilidad de algunos o la desidia de otros.

Sí, luchar. Luchar por mantener limpias las calles. Luchar por mantener un buen trabajo y hacerlo bien. Luchar por hacer respetar desde señales de tránsito hasta nuestras garantías. Luchar por el auxilio de alguien que lo necesite. Luchar por ser mejor y demostrar, realmente, que no es cosa nuestra lo que el gobierno es. Pero no votar no es una forma de luchar, es, más bien, una forma de tirar la toalla antes de que siquiera empiece el combate.

Si hoy votaste, felicidades. Si hoy no votaste, o anulaste tu voto, haced un favor: no os quejéis de lo que pase después para, encima, lavarte las manos. He dicho.

martes, 2 de junio de 2015

CRÓNICAS TERRAFORMARIAS: LOBITA VS LAS CUCAS

Son horribles, vuelan, pueden sobrevivir hasta seis días sin cabeza, aguantar temperaturas increíbles, sobrevivir a un holocausto nuclear, volverse inmunes a los insecticidas... ¿ya mencioné que además son feas de cojones? Las cucarachas son esa forma en que Dios, seguramente, decidió divertirse con la humanidad al ver su indecible terror ante su presencia.

Justo hoy, para "conmemorar" la presencia sempiterna de estos engendros de cuerpo café y alas de infarto (literalmente cualquier persona con dos dedos de enfrente se siente morir cuando echan a volar) les contaré mis historias más horripilantes, asquerosas y extrañas con el insecto más (desgraciadamente) longevo del planeta.


NÚMERO 1: QUE TENÍA FRÍO, SEGURO.
En una apacible noche de invierno, cuando todos nos ocultamos bajo toneladas de cobijas y nos convertimos en fetos una vez más para preservar el calor, Lobita estaba ya cerca de la etapa del sueño cuando se dio media vuelta, acurrucada como el ser más inocente de este mundo. Entonces, lo sintió. Algo crocante y a la vez pegajoso se quedó adherido a su mano que había cerrado adormilada, y se vio en la necesidad de encender la luz. El misterio quedó resuelto: una cucaracha, que quién sabe cómo se las arregló para meterse en las cobijas, ahora yacía hecha puré en la mano derecha. 
Ni decir tengo que el asco y la sorpresa fueron inmensos.

NÚMERO 2: HACIENDO JOGGIN DE NOCHE (CON UN FINAL INESPERADO).
Si alguna vez entre sueños has tenido sensaciones raras, como si alguien te observara o se acercara a ti, es muy probable que: a) estés sufriendo de un breve período de parálisis del sueño, o b) sea una cucaracha stalker. Si es la segunda opción, una amable palmadita a la observadora suele bastar... a menos que sea de ésas muy insistentes a las que les importa un sorbete. Tal fue el caso de una cucaracha que no vio mejor cosa que hacer en plena madrugada que caminar sobre mi brazo. ¿Lo malo? se trataba de una cucaracha macho, fáciles de reconocer por su cuerpo finito y su mala costumbre de "arañar" todo lo que tocan, incluyendo seres humanos. Mi espanto fue tal que apenas quitármela la perseguí, sólo para ver cómo huía por su vida fuera de la habitación y dejándome, como recuerdito, un brote provocado por sus arañazos. 
Una hora de comezón tremenda, dos para poder conciliar el sueño... y sólo diez segundos para que la repugnante causante se librara del buen abrazo de mi pantunfla.

NÚMERO 3: LA DEVORADORA (PARTE 1).
Existe algo mucho peor que encontrarte una cucaracha sobre tu plato, y es ver a una cucaracha COMIENDO de tu plato. En un lapso de valor darwiniano, a cierta cucarachilla de aspecto inofensivo se le ocurrió plantarse en mi plato (afortunadamente, ya saciado) comiéndose los restos del mole con tanto entusiasmo que ni siquiera se inmutó cuando, molesta y asqueada, acerqué el plato al fregadero y abrí el agua caliente a presión. Cena, baño caliente... la cucaracha tuvo su buen día, por lo visto.
(Y desde entonces no como mole)

NÚMERO 4: LA DEVORADORA (PARTE 2).
Tal vez haya sido una venganza al estilo mafia, tal vez sólo un arranque de odio especista. El caso fue que una noche, algún tiempo más tarde luego de la anécdota 2, volví a sentir pasos y arañazos en el brazo; esta vez no esperé a encender la luz y di una sacudida. El problema no fue sólo que no funcionara, sino que la cucaracha, tal vez por defensa o rencor, ME MORDIÓ. El dolor punzante fue tal que, esta vez, azoté el brazo contra la pared y, una vez más, vi huir a mi enemiga a toda prisa. Pero esta vez no quise dejar la ofensa en limpio y, zapato en mano, fui a la canaleta (un lugar entre mi casa y la casa de al lado) y maté cuanto bichejo café se me cruzara. 

NÚMERO 5: TERRAFORMERS AL ATAQUE.
Si a estas alturas se preguntan por qué hay tanta cucaracha cerca, les explicaré: hace no más de dos meses la casa de al lado (esa de la canaleta de la que ya hablé) se vio abandonada puesto que sus dueños pasan, en promedio, unas seis horas en ella al día. El clima sólo perfeccionó el cuadro y un nido monstruoso creció pegado a la canaleta, haciendo que las cucarachas corrieran por todos lados, incluida mi propia casa. Fuera de eso, el crecimiento de la población no fue la única cosa horrible que se propició...
Una de las cucarachas más grandes del mundo se encuentra en Madagascar, y su especie es tan pacífica y (relativamente) higiénica que muchos las usan de mascotas. Sin embargo, nadie pensaría tan siquiera en ponerle un bello lacito rosa a una cucaracha de alcantarilla con, exactamente, el mismo tamaño. Sí, una noche vi pegada a la canaleta la cucaracha más monstruosamente enorme que he visto jamás, y para más inri, tenía alas, unas alas gigantescas y feas que me hicieron pensar que tal vez el proyecto de terraformación iba mejor que bien. Durante varios segundos sólo pude decir "¿Qué carajooooos...?" mientras contemplaba a la cucaracha en todo su horrendo esplendor. Por suerte logré reaccionar y la bestia cayó abatida a punta de chanclazos (muy grande, sí, pero muy gilipollas, también).

NÚMERO 6: PARÁLISIS MORTAL.
Ésta resulta ser una anécdota tan reciente que, de hecho, pasó hace unas horas. Luego de lavar los trastos me dispuse a hacer el almuerzo, toda felicidad y calma, hasta que miré de soslayo los vasos recién fregados... y vi ahí una cucaracha, literalmente, captaba in fraganti a punto de echarse a volar. No sé si fue la impresión de verse descubierta o que sus patas, de alguna forma estúpida, habían quedado adheridas al vaso mojado, pero cualquiera que fuera el caso, el animalito no se movió mientras quitaba el vaso, lo sacudía haciéndola caer y luego, con toda la rabia del mundo, la aplastaba. Se lo ha ganado por caminar en mis trastos limpios.
(Lo cómico es que murió como se quedó: con las alas medio desplegadas)

NÚMERO 7: KIRA LO HA HECHO DE NUEVO.
Otra cucaracha gigante (afortunadamente, no tanto como el monstruo del número 5) salió disparada huyendo de mí y mis escobazos. Pero, en un lapso de gran desconcierto y misterio, de repente cayó fulminada, panza arriba y con las patas retorcidas. La cucaracha murió sin que yo la tocase siquiera... tal vez de un infarto provocado por una Death Note insectil o vayan ustedes a saber pero, hasta ahora, es mi victoria más discutida sobre esos insectos.

NÚMERO 8: LA CUCARACHA ZOMBIE.
En otra de las anécdotas relacionadas con el nido-canaleta, cierta noche salí al cuarto silencioso en busca de alivio. Mientras estaba en mis asuntos, vi a una cucarachilla caminando por entre los champús que, convenientemente, colocamos en una reja móvil. Ya que en una ocasión me había salido el truco de aplastar un bicho usando la misma reja, decidí hacer lo mismo; el resultado fue que la cucaracha quedó prensada entre el cuerpo y la cabeza, retorciéndose en busca de un escape. No cedí y presioné más hasta que, de pronto, el animal abrió las alas y echó a volar, haciendo que yo me apartara, pero no pasó ni de los treinta centímetros antes de chocar estúpidamente y quedar despatarrada en el piso. Intrigada por sus movimientos erráticos, me acerqué a verla, y descubrí el horror: la "cucaracha" era solo un cuerpo tonto, la había decapitado con la reja. 
Por cierto que, como no la rematé, al día siguiente descubrí que se había conseguido mover unos veinte centímetros de donde la dejé, y ahí por fin encontró el eterno descanso a base de un pisotón.

NÚMERO 9: LA CUCARACHA KAMIKAZE.
A veces la bondad no es la respuesta más apropiada, y para comprobarlo tengo una historia que contar. Cierta noche noté caminar por la pared una cucaracha de tamaño promedio, aunque bastante gorda, y en lugar de caerle a golpes me dio un lapso animalista y la dejé ir mientras yo seguía con lo mío. Pero unos minutos más tarde, mientras conversaba a gusto por computadora en la penumbra, escuché un estertor... menos de un segundo después algo negro se estrelló con todas sus fuerzas contra mi cara y cayó, mareado pero aún con fuerzas, sobre el teclado. Sí, la cucaracha hizo una caída en picada hacia mi rostro sin ningún motivo aparente.
De inmediato encendí la luz, cogí una plancha de metal que normalmente uso de soporte y perseguí a la chiflada que me había golpeado. Luego de un rato conseguí acorralarla en una esquina, pero me era imposible acercarme sin que echara a volar, por lo que la dejé de momento para ir por una cajita de perfume que le rocié literalmente en la cara. El animal, atarantado y oliendo a flores, salió de su trinchera y por fin encontró su camino al cielo cucarachil vía plancha de metal. 

Y con esto, concluye la saga de violencia, tripas y zumbidos más asquerosa de este blog. Si han tenido embrollos con estas bestias, háganmelo saber para sufrir todos juntos. ¡Adiosito!


martes, 21 de abril de 2015

HUYENDO DEL PASADO: EL DILEMA DE LAS AMISTADES EXTRAÑAS EN CARELIBRACO

Las amistades son, según el punto de vista de cada ser, o algo muy relevante o algo que, a veces (tal vez más de las que admitimos en público) desearíamos que jamás hubieran pasado. En este último rubro casi siempre están los amigos de secundaria y, en casos extremos donde queda bien claro que la evolución (o, específicamente, la selección natural) no hizo su trabajo correctamente, los de la preparatoria.

Aaaah, pequeños hartitos y hartitas del mundo, ¿no entienden de qué hablo? Para ello recorreremos el Via Crucis social que es... *CHAN CHAN CHAAAAN* Facebook.

Digamos que estás tú, inocente criatura de la vida, sin molestar al prójimo cuando te llega una solicitud de amistad. Al revisarla, intentas hacer memoria de quién es la persona de la foto (al fin y al cabo de algo te suena); entonces, al ritmo de la música de Psicosis, lo consigues: es Fulana o Mengano de tal, un compañero de la secundaria. En un lapso de... inocencia, llamémosle (porque estupidez sería demasiado insultante) uno va y acepta su solicitud. Prepárate porque a partir de aquí, entrarás en la dimensión desconocida de... los 7 amigos de facebook más perturbadores según Lobita (espero que no me coman por copyright).

PERTURBADOR NÚMERO 1: MÁS POR LA CARA QUE POR EL NOMBRE.
Este tipo de amigo es bastante peculiar, dado que tienes que ver por fuerza dos o tres fotografías suyas para recordar quién es, no porque hayan cambiado demasiado, sino porque sus nombres en la red son siempre del tipo "GooonzaAlitoOh MrRTnezz" o "Prinxess Prexcious". El severo trauma de la época del Metroflog o MySpace sobrevive gracias a los "fantasmas anacrónicos" de la red, como... tus compañeritos de secundaria que, por alguna razón, no consiguieron jamás dejar de escribir así.
PLUS: Este tipo de personas también son las que suelen escribir así:
Tú: Hola.
Amigo (que comienzas a desear no haber agregado): OolaAhp ;) Koomoh stás?
Tú: :'D ... mátenme, por favor... mátenme...


PERTURBADOR NÚMERO 2: EL "SKULLGREYMON" (O "EVOLUCIÓN A PEOR").
La sabiduría general dice que "todos los cambios son para mejorar". En ciertos casos, esto no parece seguir al pie de la letra la palabra "mejorar", y de eso te das cuenta cuando en fb te aparece el compañero que tuvo su (supuesta) fase reggaetonera... sólo para descubrir que ahora es turbofan de Romeo Santos y se toma fotos en el espejo usando ropa con swag (entiéndase: pantalones "pañal", gorra apenas colocada sobre el cráneo, lentes oscuros y demás tonteras). De las mujeres... bien, también pueden seguir siendo fans de Romeo Santos o haber pasado el salto de RBD a One Direction, Justin Bieber y todo lo que caiga del mismo estilo.
PLUS: Por supuesto que deberás aguantar sus publicaciones SIN FIN de páginas como "Los 40 principales", "La Arrolladora Banda el Limón" y "Club de fans de inserte_acá_artistilla_genérico_de_moda". Suerte con ello.


PERTURBADOR NÚMERO 3: LA MADRE ANACRÓNICA (NUNCA FALTA).
Dejando de lado el discurso moralista o social sobre lo riesgoso que es tener un hijo a edad temprana, muchos de nosotros conocemos por lo menos un caso de una ex compañera de la escuela que antes de los veinte tuvo a su primer o segundo (!) paquetito de felicidad. El problema no es ese (al fin y al cabo, como dice El Rey Negro -antes Lupo- "la gente tiene derecho de ser idiota"), sino que te meterán hasta por la nariz su amor febril por su hijo, inundando tu inicio con fotos del bebé (muchas veces, diarias), frases cursis sobre la maternidad en forma de post cursis (imágenes de corazoncitos, mujeres embarazadas y osos de felpa). Al principio lo considerarás tierno, pero luego... empiezas a sentirte extraño, pues mientras sus líos diarios son falta de pañales o catarros, los tuyos aún son que el internet se caiga o que sólo te quede plata para una botella de agua en la universidad.
PLUS: Verás, además, MUCHAS fotos de los padres (o la madre) sosteniendo a la indefensa criatura, y sentirás lástima... por el bebé.


PERTURBADOR NÚMERO 4: LA LOCA
Un transtorno obsesivo-compulsivo en internet casi siempre se traduce en gente molona que tiene conductas repetitivas y fastidiosas (al menos, ese es el sentido que le han dado los internautas, más allá del protocolo médico). Si para tu mala suerte te toca una amistad así (y que, en casi todas las veces, es una mujer), verás una evolución demencial y un descenso al trauma en forma de:
-Imágenes cadena (del tipo "¡Hola, deseo que tengas un lindo día!" con la imagen de un osito, una Minnie o cualquier idiotez similar).
-Imágenes cadena... religiosas (del tipo "Comparte este Jesús y tendrás chorrocientas bendiciones"... Y luego dicen que la iglesia no es coaccionaria ._.)
-Canciones. Sólo eso. Canciones de amor, religiosas (again), que "la hagan sentir identificada" en esos momentos.
-Links "urgentes" (del tipo "COMPARTE SE STÁN ROVANDO LOS CHIKLES").
PLUS: Es peor si te lo mandan vía DM. Mucho... mucho peor.


PERTURBADOR NÚMERO 5: EL DESMEMORIADO
De la amplia fauna con la que convivimos durante un promedio de tres años, muchos pudieron haber sido personas "non gratas", gente que se encargó de hacernos la escuela un infierno terrenal y que, de súbito, un día te aparecen como "amigos" en tu único espacio libre de malas memorias. Si para tu mala suerte se te ocurre darle a "aceptar", tendrás un despliegue de hipocresía o crueldad pura en comentarios del tipo "JJAJAJA zi, toos mis amigos -tú incluído- ahí, komo los eztraño" o "Jajajaja, te acuerdas cuando t tiramos los  kolores al excuzado? jajaja fue una bromita c:" ... Y mientras tanto tú empiezas a estudiarte las atenuantes de tu código penal para ver qué tan difícil es cometer un homicidio.
PLUS: Si aceptas uno, los demás llegarán en masa, en forma (casi siempre) de los números anteriores. Es decir: tendrás una horda de ex-bullies involucionados hasta los límites de lo lógico.


PERTURBADOR NÚMERO 6: EL/LA MONARCA DE LA VANIDAD (ALIAS "AUTOPAPARAZZIS").
Como casi todos tuvimos que convivir (a veces, en un mismo salón) con gente acostumbrada a los halagos, descubrirás que el caso del número dos aplica también en éstos, pero de forma más aburrida. Los autopaparazzis son esa gentecilla que goza de tomarse selfies luciendo cuanto atuendo pueden (ropa de día, de noche, de deporte, de la escuela, de pijama...) indeciblemente retocado para recibir su consabida cosecha de "likes". A menudo sus imágenes van acompañadas de una frase "motivadora" que, si investigas bien, descubrirás que es una frase de algún libro de moda. También, acostumbran a pedir likes vía DM, la mejor forma de ofenderlos es, lógicamente, ignorándolos y dejándoles en "visto".
PLUS: Además, toman fotos de sí mismos en TODOS los lugares que visitan. Literalmente TODOS. Sin motivo. Por supuesto, son felices con comentarios elogiando sus buenos gustos en viajes, comida y lo que sea... aún si fueron a un McDonald's de reunión.


PERTURBADOR NÚMERO 7: DIARIO DE UNA VIDA QUE NO NOS IMPORTA.
A diferencia de los anteriores, éstos seres no buscan necesariamente likes. Su vida no pretende siquiera ser glamorosa, sino "realista" al límite de lo molesto. Gente que inicia su día con frases como "Me levanto, hora de ir a clases/al trabajo, buenos días", frases que se repiten constantemente a lo largo del día (!) y que sólo se interrumpen cuando la tragedia acecha... Aquí, se convierten en monstruos quejumbrosos, llorones a más no poder, y comienzan a lanzar indirectas cargadas de resentimiento contra sólo Dios sabe quién. Es aquí cuando nos damos cuenta de su hambre por ser atendidos y no sabemos por quién sentir más pena, si por la persona o por quienes le siguen el juego.
PLUS: Agarraos si resulta que corta con su novio/a, porque serán post eternos de desamor, desesperación y mucha música corta-venas.

Así que, ¿cuáles son los más odiosos ex-compañeros-ahora-amigos? ¿Faltó alguno para agregar a la lista?... De ser así recuerden que estábamos limitados por el número 7...
NUNCAMÁS: Cada día más ociosa.
Sí, sí, lo que sea... ¡y un aviso! Próximamente aparecerá un canal en Youtube, cortesía de la Lobita pero con otro nombre (creemos que el nombre en el blog se ve bien, pero en video suena pretencioso y... preadolescente).
NUNCAMÁS: ¿Nosotros, cuáles nosotros?
Mis múltiples personalidades y yo, zopenco (?) En fin, gocen de esta maldita primavera y, por favor, no sean el amigo perturbador de sus pobres ex-compañeros. ¡Adiosito!



lunes, 5 de enero de 2015

LA DICTADURA DE LA DOBLE EQUIS

Ustedes saben que conforme pasa el tiempo, las ideas viejas que rozan con lo arcaico terminan por desaparecer y reemplazarse por algo nuevo y, se espera, mejor. Lo gracioso llega cuando ese intercambio de corrientes no es sino lo mismo, pero en otro color, o tal vez con un nombre nuevo; ahí es cuando mucho se preguntan si de verdad los cambios son para mejorar.
Les explico: mi reflexión viene de un día, ya un tanto lejano en que tuve que verme, por las malas, introducida en un pleito dialéctico sobre si era correcto o no censurar de manera agresiva los piropos. De mi lado alegaba que había un mar de diferencia entre un piropo (que no es sino un cumplido amable, casi siempre relacionado con la belleza física de la persona a quien va relacionada) y una ñerada (que podemos encontrar en varias versiones pero que las más comunes y que toda mujer -y algunos hombres- ha escuchado vienen en forma de "¡Sssshh!" "¡Pssst!" y "¡Mamacita!", o cualquier otra idiotez de mayor o menor grado que se les ocurra), mientras que la otra debatiente (autodenominada feminista) decía que cualquier piropo (como si existieran "piropos buenos" y "piropos malos") era inaceptable porque, con ellos, el hombre reafirmaba su postura de dominación sobre el cuerpo femenino y no sé qué más. En resumen: si algún hombre hace el comentario a una mujer de que le parece guapa o atractiva, es una forma de agresión sexual.
Por supuesto mi cara era una oda a la confusión, pero la cosa se pondría más interesante cuando, unas semanas más tarde de ese incidente, me encontré con cierta página de facebook que tenía un nombre provocador y de la cual pude hacer rápido un resumen:
Básicamente, en este mundo loquillo en que lo opuesto se ha vuelto lo "correcto" convirtiendo cosas como la discriminación positiva en algo a seguir, existe una facción de autodenominadas feministas que no son sino el opuesto justo de aquéllo que se buscaba erradicar: el machismo. Un grupo de mujeres que creen que cualquier acción cometida por sus pares del sexo opuesto es una agresión directa o indirecta a sus personas y que, por lo tanto, debe erradicarse de la manera más extremista posible. Un grupo de mujeres que piensan que el matrimonio es una forma de esclavitud "aceptada" por la esclava porque ha sido "educada" para tomar dicho papel (porque, por supuesto, jamás he oído de una mujer que se casara porque se le dio la gana *sarcasmo*), que los hombres son de hecho personas de evidente mentalidad inferior y que todos están programados para ser (favor de prestar atención a lo que voy a decir, porque por desgracia va en serio) abusadores, opresores e incluso agresores de las mujeres sin culpa. Porque, repito, todos sabemos que todos los hombres buscan a las mujeres para tener sexo con ellas o maltratarlas verbal, física o emocionalmente y nunca por querer tener una relación basada en el cariño, la confianza y el respeto *los niveles de sarcasmo ascienden, favor de ponerse su traje anti radiación*
Y si ello no bastara, este mismo grupo acepta, con toda la seguridad de la ignorancia, un concepto tenido como arcaico y, actualmente, refutado por la ciencia: que la orientación sexual es algo aprendido y, por consiguiente, que se puede aprender a no ser heterosexual (algo que suena vagamente parecido a los sistemas de "cura" de la homosexualidad que en algunos lugares del mundo aún se utilizan). Todo esto, según, a favor de la integridad y la libertad de la mujer (porque todos sabemos que las mujeres no son capaces de ser violentas o abusivas como pareja *el sarcasmo ha llegado al nivel de 10 bombas de Hiroshima*).
A lo que quiero llegar es que, si bien apoyo los movimientos feministas que buscan que a la mujer se le reconozca de la misma manera que a los hombres en cuestiones sociales y laborales, esto ya me parece el colmo. Querer defenderse atacando indiscriminadamente a otro no es la manera correcta de darse a respetar ni a ser aceptado, porque lo único que promueve es el odio mutuo y la ignorancia que, para comenzar, son los grandes enemigos a vencer desde siglos anteriores, porque el odio y la ignorancia fueron los que arrasaron pueblos, destruyeron vidas y laceraron al mundo durante varios siglos, y el revertirlo sólo consigue el mismo efecto.

¿Y ustedes qué opinan? ¿Creen que el feminismo se esté convirtiendo en una campaña de odio al sexo masculino? ¿Existirá alguna solución pacífica para evitar que el conflicto continúe? ¿Lobita dejará de quejarse tanto vía blog? Ustedes deciden. ¡Adiosito!

P.D Al término de esta edición les aviso que la página a la que los enlacé me ha bloqueado de modo que no pueda ni seguirlos ni comentar ninguna de sus publicaciones. Tal vez me pasé un poquito de la raya preguntándoles en qué conchas basaban sus ideas retrógradas y hembristas... no lo sé.