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lunes, 5 de enero de 2015

LA DICTADURA DE LA DOBLE EQUIS

Ustedes saben que conforme pasa el tiempo, las ideas viejas que rozan con lo arcaico terminan por desaparecer y reemplazarse por algo nuevo y, se espera, mejor. Lo gracioso llega cuando ese intercambio de corrientes no es sino lo mismo, pero en otro color, o tal vez con un nombre nuevo; ahí es cuando mucho se preguntan si de verdad los cambios son para mejorar.
Les explico: mi reflexión viene de un día, ya un tanto lejano en que tuve que verme, por las malas, introducida en un pleito dialéctico sobre si era correcto o no censurar de manera agresiva los piropos. De mi lado alegaba que había un mar de diferencia entre un piropo (que no es sino un cumplido amable, casi siempre relacionado con la belleza física de la persona a quien va relacionada) y una ñerada (que podemos encontrar en varias versiones pero que las más comunes y que toda mujer -y algunos hombres- ha escuchado vienen en forma de "¡Sssshh!" "¡Pssst!" y "¡Mamacita!", o cualquier otra idiotez de mayor o menor grado que se les ocurra), mientras que la otra debatiente (autodenominada feminista) decía que cualquier piropo (como si existieran "piropos buenos" y "piropos malos") era inaceptable porque, con ellos, el hombre reafirmaba su postura de dominación sobre el cuerpo femenino y no sé qué más. En resumen: si algún hombre hace el comentario a una mujer de que le parece guapa o atractiva, es una forma de agresión sexual.
Por supuesto mi cara era una oda a la confusión, pero la cosa se pondría más interesante cuando, unas semanas más tarde de ese incidente, me encontré con cierta página de facebook que tenía un nombre provocador y de la cual pude hacer rápido un resumen:
Básicamente, en este mundo loquillo en que lo opuesto se ha vuelto lo "correcto" convirtiendo cosas como la discriminación positiva en algo a seguir, existe una facción de autodenominadas feministas que no son sino el opuesto justo de aquéllo que se buscaba erradicar: el machismo. Un grupo de mujeres que creen que cualquier acción cometida por sus pares del sexo opuesto es una agresión directa o indirecta a sus personas y que, por lo tanto, debe erradicarse de la manera más extremista posible. Un grupo de mujeres que piensan que el matrimonio es una forma de esclavitud "aceptada" por la esclava porque ha sido "educada" para tomar dicho papel (porque, por supuesto, jamás he oído de una mujer que se casara porque se le dio la gana *sarcasmo*), que los hombres son de hecho personas de evidente mentalidad inferior y que todos están programados para ser (favor de prestar atención a lo que voy a decir, porque por desgracia va en serio) abusadores, opresores e incluso agresores de las mujeres sin culpa. Porque, repito, todos sabemos que todos los hombres buscan a las mujeres para tener sexo con ellas o maltratarlas verbal, física o emocionalmente y nunca por querer tener una relación basada en el cariño, la confianza y el respeto *los niveles de sarcasmo ascienden, favor de ponerse su traje anti radiación*
Y si ello no bastara, este mismo grupo acepta, con toda la seguridad de la ignorancia, un concepto tenido como arcaico y, actualmente, refutado por la ciencia: que la orientación sexual es algo aprendido y, por consiguiente, que se puede aprender a no ser heterosexual (algo que suena vagamente parecido a los sistemas de "cura" de la homosexualidad que en algunos lugares del mundo aún se utilizan). Todo esto, según, a favor de la integridad y la libertad de la mujer (porque todos sabemos que las mujeres no son capaces de ser violentas o abusivas como pareja *el sarcasmo ha llegado al nivel de 10 bombas de Hiroshima*).
A lo que quiero llegar es que, si bien apoyo los movimientos feministas que buscan que a la mujer se le reconozca de la misma manera que a los hombres en cuestiones sociales y laborales, esto ya me parece el colmo. Querer defenderse atacando indiscriminadamente a otro no es la manera correcta de darse a respetar ni a ser aceptado, porque lo único que promueve es el odio mutuo y la ignorancia que, para comenzar, son los grandes enemigos a vencer desde siglos anteriores, porque el odio y la ignorancia fueron los que arrasaron pueblos, destruyeron vidas y laceraron al mundo durante varios siglos, y el revertirlo sólo consigue el mismo efecto.

¿Y ustedes qué opinan? ¿Creen que el feminismo se esté convirtiendo en una campaña de odio al sexo masculino? ¿Existirá alguna solución pacífica para evitar que el conflicto continúe? ¿Lobita dejará de quejarse tanto vía blog? Ustedes deciden. ¡Adiosito!

P.D Al término de esta edición les aviso que la página a la que los enlacé me ha bloqueado de modo que no pueda ni seguirlos ni comentar ninguna de sus publicaciones. Tal vez me pasé un poquito de la raya preguntándoles en qué conchas basaban sus ideas retrógradas y hembristas... no lo sé.