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miércoles, 30 de noviembre de 2011

DIA BIZARRO

¿No les ha pasado que cuando creen que todo está normal las cosas parecen salirse de control? Fíjense que según yo el post anterior sería el último, pero resultó que sólo era el entreacto para la verdadera maravilla. Y es que hacía buen rato que no me pasaba uno de mis peculiares accidentes como lo fue la bella tarde del día de hoy.
Verán ustedes, cuando terminé de escribir mi otro post me desperecé y me arreglé para ir a la escuela. Todo iba normal, me arreglé, esta vez no se me olvidó nada, tomé al camión como de costumbre, seguí leyendo El Amor en los Tiempos del Cólera, ya faltaban unos minutos para alcanzar el puente y... ¡ZAZ! el idiota del camionero le dio vuelta a la rotonda y comenzó a zigzaguear por solo Dios sabe dónde. Como me entró pánico me bajé y terminé varada en un laberinto geométrico del que salí por puro milagro y gracias a unos señores, y qué bueno porque 10 grados de temperatura no es de lo mejor para caminar por la ciudad que se deprime conforme avanza el invierno. Anduve así echando pestes contra el camionero y alcancé un autoservicio donde entré a comprarme algo de comer, y casualmente ahí andaban JuanJo (uno de mi salón) y un amigo suyo; pues para no hacer el cuento largo me senté con ellos a platicar...
PAUSA para explicarles que mi posición en el salón de la Universidad de Lobolandia no es el de una mujer sino el de un hombre... quizá porque soy la única en mi grupo que no ríe como lelita ni dura horas arreglándose el cabello ni organizando borracheras en las que solo harán el santo ridículo.
Volviendo al tema, salimos del autoservicio a la escuela y... ¡¡vaya locura!! Había un montón de juegos por quién sabe qué santo, pero teníamos dos horas de clase y no los gozamos sino hasta que el deprimido ese de Derecho Romano nos dejó largarnos. Y entonces di el espectáculo más grande de mi historia en mucho tiempo...
Resulta que entre los jueguitos había un toro mecánico, y yo, en parte envalentonada (como suele pasar) por la caminada de perro que eché y el frapucchino que me bebí, y en parte para joder a cierta chica que aquí llamaremos cariñosamente (mega sarcasmo) miss WTF, ¡¡que me subo al toro!! Con quién sabe cuántos espectadores (porque eran todos los de División Jurídica) que esperaban, muy seguramente, que hiciera lo mismo que todas las niñas que se suben al toro mecánico (básicamente se suben a lucir sus escotes o su apretado pantalón vaquero, a chillar como nenitas y a caerse a los 15 segundos...), estaba lista para darle guerra al juguetito. Aclaro, en mi vida me había subido a uno, así que lo único que sabía es que mi deber, apenas trepada, era agarrarme como si mi vida dependiera de ello. Y se preguntarán, ¿en qué acabó tu aventura? Acabó en 68 segundos de demostraciones dignas de un mariachi tapatío o un jaripeo de pueblo del que sólo salí con un raspón en la mano izquierda y un moretón en la pierna derecha. Bien por mí.
Y la diversión continuó porque me subí un par de veces más. La segunda terminé pescada como changuito a la cabeza del toro porque no paraba de dar vueltas y vueltas, y la tercera pudo terminar en accidente porque una mocosa, dirigida obvio por el encargado del juego, decidió que ella y su igualmente estúpida glamorosa amiga eran las únicas que podían atraer la atención del público masculino con sus "habilidades" para la montada de toro mecánico, y luego de unos empellones brusquísimos lograron tumbarme... pero el toro siguió girando y si no me bajo, me descabezan... Bueno no tanto, pero de un golpazo no me hubiera salvado O.o
Total que luego de eso jugué un rato al hockey de mesa, al ajedrez y me fui tranquilamente, pensando que esta había sido una de las tardes más bizarras que había vivido (sin contar la desafortunada excursión al Centrode Juegos ni la vez ésa que fui a hacer una tarea con mis amigas al centro de la ciudad).
¡¡Adiosito!!

2 comentarios:

Reinhardt Langerhans dijo...

¡Qué brutal día! D:
Dejando en fuera que se te metió el demonio del pánico y tuviste que caminar como perro hasta el autoservicio, las clases del profe depresivo izquiero romano [chiste malo xD] y que infiero la miss WTF no te cae tan bien, tu día estuvo bastante chido.
¿Más de un minuto en el toro mecánico? Oh, Dios. Alegoría y dicha a usted, mujer :D (Y) Jojojo, seguro los "desgraciados" [diría mi amiguísima Laura Bozzo] esos no pasaron ni del minuto.
En cuanto a tu posición de hombre en la Uni de Lobolandia, déjame escribirte que si con una Mädchen [muchacha] puedo jugar cualquier juego de disparos [ej. Call of Duty], hablar de cualquier tema loco con buena música de fondo, comentar libros buenos, filosofar con botana y un buen frappé, darme una reta sabrosa en ajedrez y básicamente pasarla chido-liro-casimiro, entonces esa señorita en cuestión es infinitamente superior que sus contrapartes ahogadas en alcohol, maquillaje e irrelevancia diaria.

Eres grande, Lobita \m/
Saludos, buena vibra y sigue siendo chida, mujer ;D

Guerrero dijo...

Lista para domar un toro real!
Podría imaginar que domes un león o un lobo ero jamás que te subieras a un toro mecánico, pero que bueno que no saliste con muchas heridas de guerra, que bueno que hubo diversión después de lo ocurrido con el camión.

Saludos!!