HABLEMOS DE...NAZIS

NOTA: Originalmente el post iba a ser sobre una discertación científica sobre las diferencias entre el feminismo y el hembrismo pero como eso da para cortar otro tipo de tela y la verdad el clima actual en Lobolandia no está ayudándome mucho pues comenzemos con algo más ligero...
NUNCAMÁS: ¿Ligero? ¿Llamas a "eso" ligero?
En fin...
Querid@s Hartit@s del mundo entero (un saludo especial a la división europea), hemos llorado, hemos sufrido, hemos sobrevivido más o menos exitosamente a las crudas que se dieron en el lapso de dos semanas iniciando desde el 21 de diciembre donde todos chuparon por el fin del mundo, el 22 para celebrar que sobrevivieron, el 23 para curar la cruda, el 24 y 25 por Nochebuena y Navidad, y permanecieron relativamente sobrios hasta el lunes y martes de esta semana por aquello del Año Nuevo (y agárrense porque todavía falta la peda del 6 de enero con el que concluímos la mexicanísima tradición del Maratón Guadalupe-Reyes). En fin, después de semejante calvario para nosotros, seres hermitaños que gozamos de la soledad de una habitación con internet de preferencia, nos merecíamos algo ameno, algo esperanzador y agradable para descansar en lo que para algunos son los últimos días de vacaciones, así que, ¿cómo no desestresarnos leyendo cosas sobre los enemigos internacionales más temidos y secretamente admirados por no decir deseados... gracias Hetalia  de todos los tiempos?
Pero no pongan esa cara (oh sí, los observo...) que aquí no repasaremos clasesitas de Historia Universal ni nada por el estilo, hablaremos de ésas curiosidades curiosas que los yanquis no quieren que sepamos; algunas truculentas, otras divertidas, y una que otra para decir tranquilamente "aaaaw" pero... eso lo veremos más adelante.
Muy bien, comenz...
NUNCAMÁS: Oye, ¿no te parece que sería más justo si tú... ya sabes, hicieras una pequeña advertencia para ya sabes quiénes?
Ah... No. Aquí tenemos libre tolerancia a todos menos a las Beliebers y a las Twilighters por mero principio poético así que no creo que se preocupen por ello.
En fin, comenzemos...

NAZICOSAS 1: SA Y SS, LO MISMO PERO NO LO MISMO (?)
Habitualmente cuando se habla del tema se confunden a la SA con la SS. Para diferenciarla basta con mirar sus uniformes; los de la SA que aparecieron primero y eran conocidos como los Camisas Pardas por... sí, por llevar una camisa de ese color (ni modo que fuera rosa mexicano...o bueno quién sabe) y por ser los predecesores de los aún más brutos SS; estos eran como los guardaespaldas oficiales no autorizados del partido (para hacerlo más vivencial, eran como los que cuidan las cadenas en los antros). Tenían cierto poder militar interno cuando el partido llegó al poder y por eso hubo un pleito que duró más o menos dos o tres años (desde 1933) hasta que los SS los lograron detener. En cuanto a estos segundos, digamos que los de la SS venían siendo los perritos rabiosos que se encargaron de, digamos, llevarse a cuanto señor barbón que usara una bonita estrella de seis picos directito a algún paraje hermoso mejor conocido como Auschwitz o Bergen-Bellsen (sí ya sé, eso fue cruel, perdonen mi humor negro).
En resumidad cuentas, si viviéramos en Berlín por ese entonces ya saben: si ven a un tipo alto y rubio con una camisa parda caminen tranquilamente, pero si ven a otro ídem vestido todo de negro y con una calaverita feliz en su kepis huyan, huyan por su vida...

NAZICOSAS 2: UN CHUPE INESPERADO.
Si en este preciso momento estás tomándote una Fanta, permíteme decirte que ese fue un invento nazi. ¡No, no la escupas...!
Sucedió que durante la guerra, el bloqueo hecho por los Aliados impidió que Alemania recibiera la fórmula secreta para hacer la conocida Coca-Cola. Desesperados por la falta de un chupe no alcohólico en la zona, Maz Keith, el encargado de la fábrica, se decidió a crear un refresco no hecho de cola para venderse, y total que entre una cosa y otra le pareció que uno con sabor a fruta se vendería bien... y así fue como nació la Fanta (dice la leyenda urbana que el sidral Mundett tiene una historia vagamente similar pero mientras tanto yo ni confirmo ni desmiento).
Así que ya saben en qué pueden pensar mientras toman ese glorioso liquidito naranja... Y si piensan que la solución está en no tomar Fanta y darle duro a la Mirinda o similares permítanme decirles que es toda una falacia.

NAZICOSAS 3: "NO GRACIAS, NO ME INTERESA COMPRAR UNA LÁMPARA AUTÉNTICA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL..."
Esto es lo que muchos dirán luego de leer esto. Esta historia macabra me la contó un conocido que, huelga decirlo, es mitad yanqui y su sueño dorado es ver a los Republicanos en el poder entre otras cosas de extrema derecha. Resulta que a la muerte de los internados en los campos de concentración, no se dedicaban los de la SS nada más a ir a tirar los cuerpos ahí donde cayeran, para empezar porque eso iba en contra de la política ambiental y para terminar porque descubrieron un uso más... útil, digamos, para los humildes restos físicos. ¿Y cuál era ese uso? Bueno...
Desde jabón hecho con la grasa del cuerpo humano, pasando por las lámparas con pantallas de piel humana y sólo Dios sabe qué otras tantas cosillas hechas con ayuda de huesos, dientes y cabellos, la industria homicida también servía literalmente al reciclaje. Ahora sí me la pienso cuando en las tiendas de antigüedades me ofrecen lamparitas de la Segunda Guerra Mundial o peor aún, "auténtico jabón alemán de 1940".

NAZICOSAS 4: HEIL...¿QUIÉN?
Es oficial: los artistas frustrados pueden volverse personas terribles... y raras, excesivamente raras. Como no podemos hablar de nazismo sin hablar de su cabecilla (o bigotillo, si lo prefieren) aquí les traigo algunas curiosidades estrambóticas sobre Herr Hitler:
*Fue pintor de recién llegado a Viena, pero como lo suyo lo suyo evidentemente era la política esos cuadros quedaron rezagados (aparentemente destruídos en gran parte) al olvido.
*Tenía una escritura manuscrita tan relativamente buena que un psicólogo dijo de ella que era la estampa de una persona con instinto femenino (si lo piensan delicadamente, eso no es nada bueno...).
*Cuando había parranda en su huacal (bueno, no parranda realmente, sino cenas) aguas cuando tomara la palabra porque podía irse desde el entremés hasta el postre hablando de Wagner, de su época de soldado, de Viena... y así hasta que todos cayeran muertos de aburrimiento.
*En cierto modo era egocéntrico (bueno, esto ya nos lo sabíamos, ¿verdad?)
*Sólo había una cosa en el mundo, y sólo una, que le anulaba las ganas de moler gente y hacerse el importante: su precioso Blondi, un pastor alemán de ojitos tiernos y aterciopelados.

NAZICOSAS 5: ¿BASTING? NO GRACIAS, YO NO LE VOY A ESO...
Si uno se toma la molestia de meter las narices donde no se les llama (recordando una vez más ese post de "cuando no necesitábamos tanta información") se encontrarán que en la Alemania nazi hubo cosillas que harían que alguien como el Marqués de Sade llorara de felicidad. En Berlín, muchos de los coff coff burdeles coff que había tenían numeritos dedicados al milenario gusto por el sadomasoquismo, y huelga decirlo muchos de los locos de la SS le iban a eso como si fueran barra del América en día de Clásico.
Según las malas lenguas, lo idóneo en fin de semana era juntarse, cerveza y pretzels en mano, a disfrutar de películas "caseras" donde alguien había tenido la delicadeza de rodar las torturas y hasta las ejecuciones de sus enemigos por puro entretenimiento; para acabarla de amolar, se inventaron una cosa llamada corrientemente "basting" que se trataba de (prprprprprprprprpr...*redoble innecesario de tambores*) darle de guamazos en las plantas de los pies a alguien con una batea. Si consideran esto extraño, déjenme decirles que en ese entonces era lo más "in" entre las parafilias, así que, con todo dolor de mi corazón les informo que si un grupo de individuos rubios y altos vestidos de negro y con acento feo les indican que su castigo va a ser guamazos con una batea, pues... bueno... cierren los ojos y piensen en algo bonito... y que el cielo se apiade de su ahora traumatizada alma.

NAZICOSAS 6: -¡ESA ES UNA HISTORIA FEA! -NO, ES UNA HISTORIA DE AMOR...
Para Alexander von Humboldt, México era una especie de paraíso para Alemania por su exotismo tan poco común en tierras europeas (porque la Selva Negra, por más selva que tenga de nombre, no tiene nada que ver). El caso es que esta romántica historia inició allá por el 1938 cuando la expropiación petrolera hecha por Lázaro Cárdenas hizo que el vecino del Norte se encanijara y, como medida nacida de su berrinche, incitó a Reino Unido y a Holanda de bloquear económicamente a la nación. Preocupados por la posibilidad de quedarnos con tanto petróleo sin vender, se apareció en escena Alemania que estaba más que dispuesto a establecer lazos económicos con el país no ario, y no sólo eso... una turbulenta y salvaje historia digna de telenovela surgió cuando los mismos nazis vieron burro y se les antojó el viaje, dicho de otro modo, encontraron una manera de hacer enfadar a los Yunaites Estaits y de paso a los caballeros bebedores de té estableciendo espías peligrosamente cerca de las esferas del poder y con Suecia actuando de Celestina ayudando a pasar los cables desde la tierra del wrust y la cerveza hasta el hogar de los tacos y el tequila sin intervención angolsajona. Fueron felices ambos hasta 1942 cuando literalmente la bomba cayó y México tuvo que entrar en la guerra a favor de los Aliados. Pero mientras tanto hubo diversión, desde el incidente de loe 40,000 judíos refugiados en el país que incluyó un obligado episodio de farra, licor y bellezas mexicanas para que los güeritos no se enojaran, hasta el más extraño día en que nueve paisanos fueron enviados a un campo de concentración y recuperados algunos días más tarde.

NAZICOSAS 7: ¿QUIÉN ES UN BUEN PERRITO? ¿QUIÉN LO ES? ¡TÚ LO ERES!
No, no regresamos al tema de las parafilias. Sucede que durante el gobierno nazi la principal preocupación de los que estaban en el poder era la preservación de la naturaleza desde todos los aspectos posibles. Así, una dura ley ambiental fue proclamada a mediados de 1933, otra más contra la Caza en 1934 y una para proteger a los animales en 1935. La controversia más épica resultó ser la prohibición de la vivisección y de la experimentación con los animales, junto con la prohibición de cocinar vivas a las langostas, práctica rechazada para empezar por el propio Hitler, quien dicen era vegetariano porque no le hacía gracia que un animalito hubiera perdido la vida para alimentar a las personas.
Pero eso no era todo. Los propios jefazos nazis tenían una especie de debilidad enfermiza por sus mascotas, tanto así que según archivos británicos, uno de ellos llamaba cada día a su casa preguntando por un par de sujetos que en principio confundieron con espías, pero que a la larga resultaron ser los hermosos cocker spaniel del susodicho. El propio führer tenía a su "niña de sus ojos", un perro de raza pastor alemán llamado Blondi, que le seguía lealmente cuando estaba en casa y hacía gracias como sentarse a dos patas para el beneplácito de todos cuantos lo veían, querido por todos menos por Eva Braun (aquí si aplica esa frase de "sólo puede haber uno de nosotros" y para fines prácticos, el cuadrúpedo ganó la partida). Dicho animal falleció envenenado en 1945 por su propio amo para que los rusos (que ya nada más estaban tomando el almuerzo porque Berlín les quedaba a escasos dos metros de distancia) no se apoderaran de él. *sniff*

Y bueno, eso ha sido todo por hoy. Si se divirtieron o si sintieron miedo quiere decir que hice bien mi trabajo. Nos vemos en un próximo post y que tengan un feliz comienzo del 2013 (no como yo ¬¬). ¡Adiosito!