De entrada les aviso que esta NO es la primera vez que la fábula de Frankenstein versión can se presenta. En realidad esta película fue en principio un cortometraje en acción en vivo (entiéndase que con gentecita) que Disney tildó de demasiado macabro para los niños. Sin embargo los tiempos y los números en la bolsa de Wall Stret cambian, y una vez más la historia de Burton revivió en la casa de Mickey Mouse en versión stop-motion.
Y bueno, ¿de qué trata? AVISO: No hay spoilers, así que léanle con confianza.
Víctor Frankenstein es un niño x (tal vez demasiado x) en un pueblito llamado Nueva Holanda donde la época medieval se respira en el aire por la ignorancia de los pueblerinos, ignorancia que cierto profesor de ciencias en la escuela de Víctor intenta erradicar. Mientras tanto, Víctor tiene un perrito llamado Sparky con el que se divierte creando películas. La cosa sería muy normal y aburrida si no fuera porque un accidente trágico (llámese atropellamiento) manda al cachorro al otro mundo.
Por suerte, Víctor no es ningún retrasado, y con la ayuda de la ciencia devuelve a la vida a su cachorro. Todo parece ser miel sobre hojuelas, de no ser por los grandes riesgos que su experimento conlleva; no, no nos vamos a dedicar a una exhaustiva charla sobre ética y teología
¿Qué es lo bueno de la peli? Agárrense porque por primera vez en la historia, esta película NO TIENE CANCIONES. Depende únicamente de su atmósfera tristona (a blanco y negro, como debe de ser una buena película de terror clásica) y de su trama extraña para sostenerse. No roza con lo cursi-rosita, así que no se van a empalagar en lo más mínimo, y por otro lado, si tú o tú o también tú han tenido alguna mascota y ésta se ha marchado al extraño cielo de los animales, la carga emocional puede ser especialmente fuerte (sniff sniff...Maya...).
¿Qué es lo malo de la peli? Reitero eternamente: antifans de Tim Burton van a ver mal hasta la forma cómica de Sparky en versión plastilina. Los momentos de verdadera acción sí tardan un poquito, y habrá quienes no le hallen la gracia a la historia. Bueno, allá ellos.
Así que...¿cuál es el puntaje final? Lobita, por su ataque de melancolía y otros momentazos épicos completamente necesarios le ofrece un 9.7 Arriésguense a verla, diviértanse, chillen un rato acordándose de su hámster muerto o algo así y... repito, diviértanse.
¡¡Adiosito!!
2 comentarios:
Me pareció una película excelente. Y tienes toda la razón: si perdiste alguna vez una mascota querida, hará que te salga la lagrimita. XD De hecho me salió en varias ocasiones.
Jaja! No me había percatado que no era un musical. La verdad que no hubiera estado a tono con la trama, qué bueno que no lo hicieron.
jajaja yo fui a verla y de verdad que llore cuando pense que se habia muerto (por 2da vez) el perro. Muy buena pelicula, sin duda la volveria a ver varias veces de nuevo
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