De esos días que me siento a escribir porque no tengo nada más decente que hacer :/
A veces (cuando estoy en un universo de pastillas antigripales) me pregunto cuál es el problema con los adultos.
NUNCAMÁS: Mira tú, el burro hablando de orejas.
Mira tú, el cuervo metiéndose en lo que no le importa porque no tuvo mamá ¬¬ Ya sé que legalmente pertenezco a ese lindo mundo de estrés, tarjetas de crédito, trabajos de burro y sueldos de algo más feo, pero sinceramente no me siento así. Por dentro, sigo siendo una Lobita pequeñita deseosa de ser libre en un mundo confuso que no es navegado por nadie y del que dependemos obligatoriamente, un mundo anárquico y (les guste o no) incoersible. Hmm... tal vez eso último podría sernos de gran utilidad algún día, pero hoy, no.
A lo que me refiero es a esos adultos que parecen niños malcriados y, ¿porqué no? a ésos jóvenes que son de espiritu más viejos que Matusalen. Ahí tenemos, por ejemplo, a la siempre bienvenida Señorita Sacatripas, que como ya no puede torturarme a mí, se contenta con molestar a cuanto cristiano se le cruce. Por otro lado, Lobita tieneque lidiar con otras personas, que tarde o temprano se definirán como enemigos o aliados (aunque por el momento ¬¬ la historia no da buenos augurios). Hablo, claro, del séquito de profesores cuya labor es educarme para convertirme en la máxima jurista de Mefistófeles (muajajaja!!) y cuyas formas "subnormales" de educar espantan más que ayudan. Repasemos:
SOCIOLOGÍA JURÍDICA: Triste es el caso. Deprimente, patético, aburrido, imposible. Retroalimentativo, o mejor aún, autoalimentativo, porque delas casi cinco semanas que llevamos en clase nomás no aprendemos nada. ¿Cómo le hacemos? (o mejor dicho, ¿cómo le hace?), la respuesta es: no lo sé. Físicamente, parece una tortuga de tierra. Emocionalmente, es más triste que el Internet cuando se cae.
DERECHO ROMANO: ¿Han visto el capítulo de Los Simpson donde un maestro tiene por castigo único una tabla? Ah, pues hagamos de cuenta, solo que aquí no hay tabla, sino una sarta de rarezas que van desde expulsión del salón de clases hasta súplica en masa. ¿Y porqué? Ah pues porque el de Derecho Romano se siente ofendido hasta si estornudas durante su laaaaaaaaaaaargo (e insomprensible el 80% de las veces) discurso.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO: Empezemos con un retraso de 3 semanas y culminemos con su forma de dar clase. Es contundente, sí, seca, objetiva, rara vez se le va el avión, fría y cruel, por decir lo menos, llena de ejemplos simples y magníficos. El único problema es que... bueno... supongamos:
LOBITA: *agitando la mano como si su vida dependiera de ello* Profe, profe, maestro, licenciado, profe, oiga, hey... ¡¡CON UN DEMONIO NO ESCUCHA O QUÉ!!
PROFE: *con una expresión de auténtico estoicismo* ¿Sí, compañera?
LOBITA: En este caso que menciona, según dice...
PROFE: *interrumpiendo abruptamente* No, no es según digo, es que así es el caso.
LOBITA: ¬¬ Bueno, entonces conforme a lo que cuenta el ca...
PROFE: Lo que estoy diciendo es que blah blah blah blah...
LOBITA: O.o... *voz baja* váyase al...
HISTORIA DEL DERECHO: Amena, alegre, tranquila, poco comunicativa eso sí, pero le resta tensión a las dos clases previas. Paz y armonía no reinan, pero aaaah *inserte cara de satisfacción no convencional... eeesa precisamente >:)* la libertad aquí tiene otro significado.
Luego de este breve repaso, notamos una triste realidad: entre más carcamal el carcamal, le bajan más de espuma al chocolate. ¿Porqué? pues eso no lo sé. El de Introducción y Derecho Romano son casos especiales en que vemos lo que se supone que debe ser un adulto, es decir, sequedad, seriedad extrema y hasta depresión semipermanente y contagiosa (por no hablar que el tipo este que se ofende hasta porque la mosca pasó volando tiene un complejo de c... Bueno ya, no insulto). Un adulto realmente DEBERÍA ser alguien responsable, práctico, y lo principal: jamás de los jamases olvidar quién fue, que hubo un tiempo en que echó petardos en el salón de clases, en que se fugó de su casa para irse a una fiesta, en que se la recordó a todos y no le importaba un soberano bledo su futuro. Que alguna vez ellos fueron así y que por lo tanto, no tienen porqué exigirnos ser algo que no fueron, más bien guiarnos para no ser lo que ellos no desean que seamos (mientras nos perjudique).
Ante esta situación, los adultos y su mundo parecen un titánico Cicerón que, desde su trono contruído de ilusiones muertas, intenta por los medios más crueles evitar que el joven y valeroso Verras se interponga en su imperio de tristeza.
Adiosito!!
2 comentarios:
aaah~~ los profesores
deberias de haber conocido a mi profe de etica
todos sus alumnos son estimados
una vez le dijo a un tipo
"mi estimado hagame el favor de levantarse y venir, parese aqui y estrelle su cabeza contra la pared, veamos cual cede primero" (su forma de decirte "estas equivocado").
Oh, Rayos D:
Pero seguro hay algún otro profe (o intendente, de perdiz...) que sea la cosa más buena onda y chida-lira-casimira del mundo :S Siempre debe haber uno de esos en cada plantel o coso educativo para mantener el delicado equilibrio homeostásico de la unión de sus... XD Ya pues, el punto es que no seas tan Murphyana y veas algún buen punto xP
Buena tu definición de lo que un Adulto debería ser (Y)
"Ser comprensibles con lo que somos hoy para moldear lo que seremos mañana"
Por cierto, hay un capítulo de un libro de Marco Tulio Cicerón que a mi adorada y preshosha Engel gusta mucho: De Finibvs Bonorvm et Malorvm, Liber Primus XVII. Muy interesante y aplicable a la vida.
Otro por cierto (en respuesta a tu comentario de una entrada mía) "Creo que técnicamente es cuando publicaste tu primera entrada :P Así que vete a tu última página de entradas publicadas y ahí estará."
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