Debido a que, como sabrán, su querida Lobita Nocturna está tomando los estudios requeridos para convertirme en jurista del infierno, me es cruelmente necesario andar en camión para llegar a mi Alma Máter (tradúscalo como "la U de L, o sease la Universidad de Lobolandia).
El camión, también conocido como el bus, la micro, el colectivo, el omnibús, el minibús, el bondi, el guagua (no sé porqué), la chiva (esperamos que no sea por el olor), el autocar, el pesero, el trolebús, el "córrase por en medio porfas"... En fin, como se le conozca, es según el diccionario un medio de transporte colectivo. Pero según el Lobidiccionario, o mejor aún, como un usuario promedio lo conoce, es una balsa mortal en cuatro ruedas al que asciende cualquiera con ingresos para hacerlo, y esto incluye una amplia gama de personajes como:
-Señora Gorda y fodonga que se deja caer en el primer asiento que halla habitualmente el asiento preferencial, o peor aun, el asiento vacío junto a tí); aguas porque si te toca junto a esta señora es posible que te pase esto: si estás en el asiento del pasillo, poco a poco su tejido adiposo te empujará de tu sitio habitual al suelo, y si vas en el asiento de la ventana, simplemente te aplastará.
NOTA: La señora gorda puede variar de sexo, o sea que también hay hombres gordos fodongos que.. bueno, ídem.
*Críos de primaria y/o secundaria, reconocibles por su ruido intenso al subir y por sus mega mochilas que usan como la policía ugtiliza sus mazos abre-puertas, o sea para romperte toda la...
*Señoras con niños de edad entre 2-10 años (de los 11 en adelante ya no cuentan) que vienen haciendo un ruidajal que supera al provocado por la pareja "Señora con bebé o niño de brazos". Digo, el bebito se reducirá a llorar, pero los chamaquitos estos gritan, se pelean, lloran, babean, o acercan sus repulsivas manos pegajosas a un sitio muy pero muuuuuuy cercano a ti. Si eres tan inocente o atrevido (o idiota, para fines prácticos) como para sentarte o colocarte junto a uno de estos "angelitos" y llevas camisa blanca o una prenda de dificil lavado, será como irte así vestid@ a la Feria del Mole.
*Muchachos sin neuronas que ponen el celular a todo volumen con los mejores éxitos de duranguense y reggaeton. Habitualmente, el escucha promedio de reggaeton es un tipo con cara de criminal (o simplemente feo) que usará OBLIGATORIAMENTE pantalones de mezclilla demasiado grandes que le quedarán a media nacha y con mil dobladillos para que se noten sus piernas de gorila o sus inocentes calcetitas blancas, tenis de aspecto raro y camisas deportivas que, por alguna razón, no te inspiran a practicar deporte. Los de duranguense se visten un poco más "formales", pero su música resuena más duro en los tímpanos (yo lo comprobé... AUCH!!).
* Chicas "super nice" que irán vestidas "a la última tendencia" con bolsotas "caras" (la mayoría son de tianguis, que no se hagan) y usando los eternamente clásicos lentotes de sol... a las 8:00 p.m. Otro vestuario es el de colegiala que parece de esas mujercitas de los anuncios de fotos pseudopornográficas que descargas a tu celular en los anuncios que pasan en la tele. Ajá, igualitas, con las falditas mega cortas, extensiones en el pelo y maquillaje tan exagerado que no sabes si son estudiantes de Payasología II. Estas personitas harán ruido con su risita estridente, hablarán sobre chismes de vecindad haciéndose las finas pero intercalando el eterno "wey" y groserías... un poco más macabras.
* Hombres expertos en sentarse y ser como piedras: ni una catástrofe natural los hará moverse de su asiento. Están sentados desde que tú te subes, no se mueven, no hablan, no observan, estarán dormidos o haciéndose los dormidos, quizá oyendo música con audífonos y usando su mochila (negra típicamente) como almohada. Cuando te bajas... sí, siguen ahí.
* Cirque du Freak, o sea los especímenes raros como: gays, góticos, emos, gitanos (oooh sí, en Lobolandia hay gitanos) y todas las rarezas que se te ocurran.
* Limosneros que vienen en diversos paquetes: trovador sin trabajo (ni talento), rehabilitado de drogas, o alcohol, o chocolate, minusválido con voz chirriante (algún día sabré porqué), o ya rozando con lo descarado, persona X que alega haber tenido un problema del tipo monetario que pide "una ayudadita de sus hermanos mexicanos".
* Vendedores, también en varias presentaciones: vendedor de dulces, vendedor de medicinas naturistas (que hasta te hacen prueba en vivo), y los más estresantes: los vendedores de MP3, que siempre pero siempre traen el MP3 de "los mejores éxitos" de... sí, de banda ¬¬
*Señores con paquetes misteriosos y señoras con bolsas de mandado que rivalizan con los de los bultos.
* Anciano o anciana que es habitualmente el que más sufre en el viaje, porque entre que lucha por agarrarse de los tubos y luego por agarrar un asiento, y luego para bajarse.
* Lobita (sí, cuento como pasajero hum??). Paga en moneda o traspobre (perdón, trasvale), si se puede sentar se sienta, te pedirá amablemente que le permitas pasar al asiento desocupado a tu lado, te cederá el asiento si estás muy carcamal o muy embarazada, mirará hacia la ventana como en el infinito y más allá, y le costará un h... y otro a medias bajarse porque sinceramente los microbuseros conducen como bestias.
Y ahora que conoces tu entorno, debes conocer algunas posibles situaciones que te ocurrirán en el camioncito:
PARADA 1: EL ASIENTO MALDITO.
Si te toca sentad@ quizá sea bueno... pero puede que el asiento esté roto (y no te hayas dado cuenta), o te toque el asiento de la ventana y el bus se atasque, provocando que termines cual calcamonía en la ventana, o te hayas sentado en el asiento debajo de la rueda (aquí sí rebotas porque rebotas) o en el asiento haya un chicle, o cositas de esta índole.
PARADA 2: RÀPIDO Y FURIOSO RETO FEDERACIÓN-HIDALGO.
Ya es oficial: todos los microbuseros son en realidad conductores de la NASCAR frustrados. Arrancan en segunda cuando tú estás inocentemente guardando tu cambio y totalmente vulnerable a las leyes de la gravedad, o por ganarle al semáforo te dejan como imbécil en la parada (o ya de plano les pides bajar y, por el mismo motivo, te abren la puerta como cinco cuadras después), o se ponen a jugar carreritas con: otros camiones, los coches, las bicis, el perro, el pobre menso que corre tras él pidiéndole la parada a grito pelado...
PARADA 3: MÚSICA FINA.
Raro y contado es el microbusero que va oyendo música decente (en mi vida solo hallé dos, uno que iba escuchando éxitos ochenteros y otro música romántica, y el segundo era mujer). Al subirte le darán con todo a las bocinas ubicadas en la parte de atrás con la mejor duranguense o, ya rozando con el mal gusto, el reggaeton. Y si esto no es ya suficiente tortura, añádeles los animales que se suben con sus celulares y ponen la misma cochinada, y luego los vendedores que ya mencioné.
PARADA 4: SENTÁNDOSE CON EL ENEMIGO.
Cuando te subes al camión con una persona más y se sientan juntos, pues bueno, ya la hiciste. Pero si te toca sentarse junto a un perfecto extraño, pasan cosas raras, porque el perfecto extraño puede ser un bello durmiente que terminará babeando sobre tí, o una persona que lleva en las piernas a un crío insoportable, o ya de plano su olor te hará recordar el día aquél que te diste de cara con una popó de perro o... ve tú a saber.
PARADA 5: EJERCICIO CAMIONIL, ALIAS...
Te tocó ir parad@. Prepárate porque irse de pie es como hacer ejercicio intensivo y extensivo. Pondrás a prueba tu fuerza para agarrarte del mísero pedazo de tubo que te tocó, para aguantar los arrancones y frenadones que amenazan con empujarte o jalarte hasta la parte de atrás del camión, darte de bruces con otros pasajeros parados, rozaduras, llegues misteriosos, golpes y hasta guerras de manos para ganar el pedacito de tubo disponible.
PARADA 6: AUTO SARDINA.
El cuate que conduce el camión promedio tiene (muy probablemente) un serio problema de vacío existencial que, cuando otros intentan llenarlo con comida o comprar frívolas, él lo llena con... pasajeros. Entre más lleno esté el camión, mejor para él. Hay casos "soportables", cuando todos en el bus van sentados y hay un grupo moderado de personas en pie, casos insoportables cuando hay una marabunta parada que no te permite moverte, y casos extremos donde van ambas puertas abiertas porque el interior del camión no basta para todos los pasajeros, las ventanas van cerradas y hace calor de 32º.
No se rían, esto pasa muuuuy seguido. Yo voy dentro de ese camión, a ver, encuéntrenme.
Y bueno, luego de estos amables consejos los dejo con una ùltima historia. Esta vez no es sobre mí, sino sobre Mamá Loba.
Verán ustedes, Mamà Loba tiene similitudes con Lobita en cuanto a las manías. Ella, por su lado, tiene una manía muy fuerte, que nunca ha podido quitársele en años y años de tenerla. Resulta que el otro día, mientras mirábamos Furia de Titanes, Mamá Loba se puso a hojear sus viejos libros de mitología griega y de etimologías. Entonces...
LOBITA: ¿Qué lees, mamá?
MAMÁ LOBA: Mi libro de etimologías. Escucha... (suelta una frase rara en griego antiguo).
LOBITA: O.o ¿y eso qué fue?
MAMÁ LOBA: Es de Aristóteles.
LOBITA: Aaaah... ¿me prestas tu libro?
MAMÁ LOBA: ¡No!
Ajá. Mamá Loba sabe hablar griego, y leer griego, aunque escribir griego es ya algo más complicado. También sabe un poco de latín, pero practica más el lenguaje de los filósofos. Oh sí, ella tiene un gran amor por Grecia, un amor que roza con lo infantil porque deberían ver la cara que pone cuando lee sus enciclopedias... me da miedoooo...
Y por fin, los abandono para que pasen un delicioso fin de semana. ¡¡Adiosito!!
3 comentarios:
Caracolines rancios, me ENCANTA cómo redactas, Lobita *O*
Es una fina, más no snob, mezcla entre lenguaje rebuscado, jerga juvenil y humor de buen calibre :3
Aparte de que está el jugoso premio de que escribes textos bastante extensos que me traen pegado acá un buen rato :D
Siga así, colega bloggera (Y)
Y bueno, creo que yo entraría en el Cirque du Freak como "Metalero con camiseta satánica" [aunque no escuche más que Blackened Death Metal. No paso al Black Metal] y te puedo decir que yo suelo caminar o abordar a un taxi. Lo bueno de mi pueblo es que son mejores debido a las cortas distancias. Creo que en Lobolandia hay valles, ríos, montañas y Oxxos bien grandes, jajaja XD
En fin, chingona entrada :D
¡Un saludote y que la pases chido! :)
Creo que fue la semana pasado cuando dejé ir un camión muy lleno porque no quería ir apretado, esperé el otro que según yo pasaba en 5 minutos cuando mucho y debería ir vacío (en la ruta que ese día iba pasan de dos en dos cada 10 min. aproximadamente), tardó 15 minutos en pasar e iba más lleno que el primro ¬¬
Sin mencionar el tiempo extenso para que se digne a pasar, aunque a veces la velocidad, cuano se te hace tarde, termina siendo un regalo de Dios.
Otra vez casi le grito a un sujeto (que supuestamente era mudo o sordomudo) porque me obligaba a aceptar una tarjetita con calcomanias.
Lo bueno es que casi no uso ese medio del infierno.
Saludos!!
esos asientos de la rueda y los traseros me encantan
mi madre casi muere en ellos
solo una vez me a tocado musica decente, el microbusero escuchaba jazz
y nunca he visto una mujer que maneje esas cosas
y una vez me toco que el tipo de al lado estaba escuchando narco-corridos y se oia mas que los bocinazos de cumbia
lo peor son los tipos que se hacen los dor,idos y aprovechan el movimiento de la micro para toquetearte
y leer griego y latin no es tan dificil
lo dificil es hacer que los profes no te corran de sus clases (por entrar sin permiso)
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