CÓMO JODER LA NAVIDAD EN SENCILLOS PASOS

Ya lo sé, mañana es el momento esperado por muchos: los niños esperan sus regalos que le pidieron al niño Dios o a Sancho Clós, los enamorados se preparan para una "noche buena" (testimonio basado en un hecho real :S no pregunten), las familias amorosas alistan la cena para compartir, y llueven regalos, adornos, canciones de júbilo y paz...

Pero no todos la gozamos. Habemos quienes hemos tenido unas experiencias tan feas pero tan feas que sentimos que, en vez de ser parte del casting de 'La vida es Bella' somos parte de la saga de 'Saw'. ¡Oh sí! No todos disfrutamos de una feliz Navidad, y en honor a todos los sobrevivientes de esas masacres, tengo el dudoso honor de mostrarles cómo se jode una Navidad en sencillos pasos, a ver si ora sí cuando el psiquiatra les pregunté "y usted, ¿porqué odia la Navidad?" puedan contestarle como Dios manda.

JODE-NAVIDAD NÚMERO 1: MISIÓN IMPOSIBLE, PROTOCOLO "COMPRA DE ÚLTIMA HORA"

Por más anticipación que tengamos, llega a nuestra vida ése surreal momento en el que alguna voz profunda y apenada en casa dice la horrible frase: "Aaaay, se nos olvidó comprar..." Ojo, si te va bien esta frase la sueltan a las 10:00 a.m, sino, la dicen a las 10:00 p.m. Pero eso poco importa, porque el 24 salir de casa es un intento de suicidio y sólo los más valientes (o los más estúpidos) lo hacen. ¿Y porqué? Déjame contarte: aparte de que el tráfico se vuelve del asco, todo establecimiento de venta (independientemente de que vendan ropa, zapatos, comida, juguetes, artículos para adultos...) están hasta el tope, es más, si fuera un avión segurito colapsaba apenas elevara  metros del suelo, de la TITÁNICA cantidad de gente que pololea por ahí, porque todos dejaron "algo" para última hora.
Y entre que vadeas los océanos de personas y haces un esfuerzo enorme para poder alcanzar la última latita de jamón (latita que, por cierto, se convierte en algo así como el Santo Grial en ésas compras de última hora, y por supuesto, tu no eres precisamente sir Lancelot) luego debes lidiar para tomar un sitio en las filas kilométricas de aquí a los cajeros. ¿Cajeros rápidos? ¡Ja! ¡Más bien cajeros de Distrito Federal en hora pico! Muy pocos salen de ahí ilesos, y por supuesto... yo no fui una de esos.
P.D De verdad, ese día es el PEOR que hay para salir de casa.
JODE-NAVIDAD NÚMERO DOS: CENA FATAL

En honor a Gabriel Guerrero y a todos los que no consumimos pavo en esta época les dejo esta imagen. Porque de verdad, este día justamente, a veces pareciera que la comida se pone en nuestra contra, algo así como...
24 de Diciembre, 3:35 a.m, refrigerador de Lobita:
LECHUGA PARA LA ENSALADA: Oigan, todos, despierten. Guisado, Corte de Res, Orégano...
ZANAHORIA: ¿Qué traes, Lechuga? Deja dormir, carajo.
LECHUGA: Oigan, ¿saben qué día es mañana? El día en que a todos nos cortarán, nos destazarán y nos cocinarán. Estoy cansada de ser la "gran cena" todos los inches años.
POLLO CONGELADO: Yo también, ¿qué no pueden pedir una mugre pizza?
LECHUGA: Yo digo que mañana nos neguemos a ser cocinados. ¡Chícharos! ustedes son pequeños, escóndanse detrás del brócoli para que no los vean, ¡Leche! córtate, a ver si Lobita se atreve a hacer pastel contigo, ¡Aderezo! rómpete un poquito el recipiente y gotea toooooda la noche... Todos, hagan algo para desmejorarse, veamos quién nos comerá mañana, ¡muajajajajaja!
En serio, ha pasado que a la hora de la cocinada Mamá Loba no encuentra algún ingrediente, o éste se echa a perder, o se acaba rápido o vayan ustedes a saber. Y si creen que lo prudente es salir y comprar algo (tipo cubeta kentucky o pizza) recuerden el Jode-Navidad número uno y luego me dicen...
JODE-NAVIDAD NÚMERO TRES: LAS FIESTAS Y SUS LAMENTABLES RESULTADOS.

Si piensan que salir de su casa para salvarse de las desgracias y creen que una mega fiesta con sus amigos lo solucionará todo, JAJAJA, ingenuos!! Porque PRECISAMENTE en las fiestas navideñas pasan accidentes como:
-Ponche adulterado (si acaso el dueño de la casa no lo adulteró previamente).
-Música duranguense mezclada con villancicos, o peor aún: las interpretaciones navideñas de Luis Miguel o Justin Bieber.
-Intercambio de regalos que culmina en horror (más detalles a continuación).
-El piñatazo: en muchas fiestas aún persiste la costumbre, por aquéllo de la presencia de los niños, de romper una tradicional piñata, rellena de los tradicionales dulces, cacahuates y cañas. Pero en esta bella tradición nunca falta la tradicional piñata vengadora que se dejará ir con todo sobre el pobre tarado que intenta romperla o el tradicional palazo en la cabeza a algún ingenuo que pasaba al lado del wey con los ojos vendados, seguido de una tradicional descalabrada y la tradicional visita al hospital que ya está lleno de gente con coma etílico, chocados y otros pobres babosos inocentes como tú.
-Por algo el nuevo villancico dice: "Noche de crack, noche de alcohol, briagos hay alrededor, bajo el árbol el tío Julio, de la peda ahí se desmayó, y la casa embarradaaaa, de vómito queda ya" (pónganle tono de "noche de paz" y les sale). Nunca faltan los borrachos en las fiestas, pero en las fiestas decembrinas específicamente son más prolíficos que nunca. La ciencia aun no explica el motivo de tanta gente con indigestión alcohólica, pero sospechan que tiene que ver con la idea de que al día siguiente no van a salir a ningún lado así que, ¿para qué molestarse?
-Fiesta a la que no te invitaron pero en la que te sientes, traducción: tus vecinos los ruidosos tienen fiesta, con banda en vivo y media cuadra ahí, poniéndose hasta el cuerno con cerveza y todo lo que se deje hasta más allá de la medianoche. Más que decirles esto, lo estoy reviviendo mentalmente x.X
JODE-NAVIDAD NÚMERO CUATRO: MATANDO A SANTA CLAUS

Existen seres descorazonados que no ven mal en decirles a los niños en estas fechas la mentada frase de "Daaaah Santa Clos no existe". Aquí somos testigos de un drama emocional digno de un globo de oro y hasta un óscar, entre los desesperados intentos de las madres por decirles que el gordo vestido de rojo sí es real y la urgencia de prevenir que dicho chisme se propague, o si no te verás en un mar de lágrimas inocentes y berreos que rompen la barrera del sonido... y de la cordura.
Lo duro no es esto, sino también los excéntricos pedidos de los chamaquitos al Santa o al Niño Dios. Hay quienes a estas alturas nomás les falta escribir: "querido niño Dios, este año me he portado muy bien y por eso te pido un Jet G5, una casa en Los Cabos llena de dulces y un Honda compacto".  Y por más que los padres intenten decirles que hasta los seres mágicos tienen limitantes, la terquedad infantil aterroriza. ¿No me creen? Fíjense que me robé la carta de Lobeznito y aquí les transcribo lo que pidió:
*Una laptop Toshiba
*Una televisión de plasma
*Todas las películas de Saw, El Descenso, Death Silence y demás macabradas.
*Un robot (no sé aún para qué, pero sé que no es para nada bueno).
*Un cachorro de doberman, o mejor dos.
*Cinco pares de tenis (la megalomanía de los hombres... *facepalm*)
*Un DVD portátil
*Un X Box (ni lo sabe jugar, pero en fin).
¿Cuál inocencia, señores? ¿CUAL INCHI INOCENCIA VEN AQUI?
JODE-NAVIDAD NÚMERO CINCO: QUÉ BONITA FAMILIA... QUISIERA ESTAR MUERT@!!

El objetivo por excelencia de la Navidad es reunirse en familia. Padre, sí, pero en la familia tenemos a ésos parientes incómodos como:
ABUELOS que hacen un circo fatal que va desde dormirse a la mitad de la cena hasta relatar historias que nadie se las cree o estar con su cara de melancolía enfermiza.
TÍOS cuyo único placer en la vida consiste en hacer un desorden fatal o molestarte por mil y un razones: que si tu peso, que si tu ropa, que si tu escuela, que si tus relaciones humanas, que si tu edad...
PRIMOS molestones o completamente alienados de tí que invaden tu territorio como si nada y hacen maldades.
HERMANOS mayores a quienes sólo ves esa vez al año y apenas llegan... digamos que te conviertes en un superheroe con el poder de la invisibilidad y el silencio.
PARIENTES lejanos que a duras penas conoces, digamos el hermano del sobrino del primo de la suegra de la cuñada de la prima. WTF??
Y no olvidemos, claro, a los FAMILIARES excéntricos, como los Grinch's por naturaleza, los bromistas pesados, los mudos permanentes, los locos que (bendito sea Dios!!) sólo los ves ese día y otros tantos. Mi tío contrabandista entra en esta categoría, porque cada que llega me saluda con un "¿Qué onda, pinche mocosa, que no creces o qué?" para luego darme el regalo y abrazarme con tanta fuerza que poco le falta para reventarme las costillas. Y no olvidemos sus regalos de dudosa procedencia (como aquélla muñeca de marca europea que me regaló en la quinta Navidad... sin que él jamás haya viajado a Europa) o sus siempre útiles bengalas. Vienen en diversas presentaciones: ruidosas, coloridas, volátiles, giratorias...
Pero los dramas familiares dignos de tragedia griega no son lo peor, ¡NOOOOO!
JODE-NAVIDAD POR EXCELENCIA: ESOS FUCKING REGALOS ¬¬

En primer lugar, ¡¡una porra a ésas personas que con sus "especiales" regalos coniguen que no las olvidemos nunca más!! y en segundo lugar, un minuto de silencio por los que padecimos del síndrome del Anti Regalo.
...
Porque TODOS o la gran mayoría de los seres humanos en el planeta hemos tenido dificultades a la hora de los regalos. A veces no encontramos qué regalar, y movemos cielo y tierra buscando algo bueno y muchas, pero muchas veces, terminamos comprando una baricocada porque lo que buscábamos se agotó o no se ajustaba a nuestro bolsillo. En otros casos, principalmente en los intercambios de regalos, nos hayamos con dos sorpresitas despreciables: si te va mal, al tipo o tipa que le tocaba darte el regalo no va. Si te va peor, te regalan algo verdaderamente HORRIBLE, tan pero tan feo que hace que la cara de Lin May parezca digna de una Miss Universo en comparación.
He aquí una lista exclusiva de regalos feos que amigos míos (y yo) recibieron en estas fechas de "felicidad":
*Calcetines que estaban para llorar por su aspecto.
*Calzones o corbatas con motivos navideños (equivalente a un recordatorio del 10 de mayo).
*Libros de autoayuda (¿qué te vieron cara de abatid@ o qué?)
*Adornitos de porcelana... chinos. En su mejor lado, son adornitos simplemente nefastos, en su peor lado, las figuras en sí dan un aire siniestro que te hacen considerar donarlos a la Casa del Terror de tu localidad.
*Ropa que no va con tu talla, ni con tu gusto... a veces ni con tu género biológico.
*Cosas cualquiera que A LEGUAS se nota que son recicladas, o sea el efecto Ropero A Ropero tan común entre la gente coda.
*CD's piratas con los "éxitos" de banda o duranguense o reggaetón o cualquier otra puercada.
*Póster de tu película favorita firmada por... uno de los extras o__o (por ética profesional no mencionaré a la desdichada víctima de éste regalo).
*Algo, sin forma exacta, cuyo nombre e instrucciones vienen en chino o en ruso, y que quién sabe porqué, pero te recuerda a algo que viste exhibiéndose en una sex shop.
Y sigue así...

Bue, admitimos aquí que a veces la Navidad se joroba horriblemente. Y no sólo por accidentes desafortunados como los mencionados acá arriba. A veces lo que de verdad le da con tubo a estos momentos de paz y alegría son cosas un poco más complejas y mucho menos cómicas, como problemas familiares o conflictos personales que hacen de éstas fechas un horror. Muchos hemos padecido de ése desencantamiento ante las fiestas, cuando por alguna razón u otra parecen perder sentido, lo cual es muy triste; no por las parrandas, que de ésas tenemos miles al año, sino porque detrás del guateque y los regalitos hay cosas más profundas. Si no son creyentes, al menos piensen que el invierno es un momeno excelente para reflexionar, para calmarse, para decidir qué nuevo rumbo desean para sus vidas y lo que de verdad necesitan para ser felices. No se trata de "buscar la felicidad", sino de "encontrarla", verla reflejada en las luces más pequeñas y brillantes del árbol, o en los rostro apacibles del nacimiento, o en la esperanza de cada niño y niña cuya inocencia los ha puesto en resguardo de los horrores del mundo durante éste día tan especial. Nos falta mucha felicidad y fe en el mundo, y hay que pensar que hay cosas grandiosas que vienen en paquetitos pequeños.
Si son creyentes, no se aferren a las pachangas, recordemos el verdadero motivo de celebración, el nacimiento de Jesucristo, y pensemos en la renovación de nuestra propia alma con ése acontecimiento tan dichoso. Pensemos en ése glorioso instante y recordemos que, al menos, estamos vivos, estamos con bien y tenemos otros que nos aman. Y no hay que echarnos a llorar por las preocupaciones, que parecen multiplicarse para estas horas, de nada sirve lamentarse, lo que es es y lo que será será.
Ya sé que en el mundo están pasando cosas que no nos llevan a querer celebrar, pero si nos atamos a ellas entonces, poco a poco, perderemos la felicidad, la esperanza, y con ella, nuestra propia esencia. Recordemos cómo hasta en las peores adversidades pasan milagros, como la Tregua de Navidad en plena Guerra Mundial; cositas como ésas nos recuerda los hermosos seres humanos que podemos ser si olvidamos por un rato el sufrimiento, el odio y la desesperación y lo dedicamos a la unión, a repartir amor, a soñar, a rezar... Este año, en vez de poner caras de fuchi y echarle pestes a mundo y medio, mejor dediquémonos a conservar la paz y la felicidad en el corazón, aunque cueste uno y otro a medias, hagámoslo en nombre de la inocencia, de los recuerdos de nuestra infancia dichosa, de los que vienen después de nosotros y que merecen sentir esa felicidad, y sobre todo, para darle un nuevo sentido a las fiestas, un sentido menos patético y revoltoso, un sentido más bello y trascendental que nos haga creer, aunque sea por unos momentos, que quizá, y sólo quizá, si hay algo más grande y magnífico más allá de las estrellas.

Adiosito, y Feliz Navidad!!