Resulta que la maestra de Francés nos hizo un examen oral-escrito la semana pasada, porque en esta nos quería asistiendo a un festival francófono. Total que luego de mi desastroso examen y una semana que se me hizo eterna, llegó el tan ansiado jueves; me levante temprano con cara de zombie (la magia del maquillaje arregló en gran parte eso) y me fui a tomar el camión para llegar a la escuela.
Cuando llegué ya habían empezado las conferencias, y muy calladamente fui y me senté para escuchar una charla inicial sobre los estereotipos (muy necesaria porque la divisa del festival era algo asi como "transculturalízate"). El problema fue que la conferencia fue en un 99% hablada en français y yo no estaba segura si el orador estaba diciendome cosas bonitas o si se estaba burlando del horroroso vestido que yo muy inteligentemente (asi o mas fuerte el sarcasmo??) decidi usar aquel dia.
Luego de aquélla pesadilla lenguájica (existe esa palabra??) llegó otro orador a hablarnos sobre interpretaciones culturales en un español casi perfecto, excepto por una pequeña cosa. ¿Se acuerdan de que en la mayoría de las historias los estereotipos de los franceses nos hacen creer que ellos hablan con la G en lugar de la R? Pues al parecer si está basado en un hecho real porque el tipo se la vivía hablando con la G y yo no podía evitar poner cara de O.o
Por suerte luego llegó un alegre receso en que comí unas galletitas muy a la Surtido Rico y me fui a caminar porque mi pobre traserito dolía por el rato de estar sentada. Ya de regreso tuvimos una mesa redonda de estudiantes de Dialéctica Francesa y (una vez más) entendí menos del 20% de lo que decían. Recuerden, niñit@s mi@s, en el francés no todo lo que se escribe se pronuncia, y no todo lo que se pronuncia es igual a como se escribe. Luego hubo una serie de sketches muy simpáticos que me hicieron reír más por los gestos de los actores que por las palabras en sí, y así terminó mi primer día en el País de las Baguettmaravillas.
El día número dos (o sea hoy) asistí a mi clase con la esperanza de que la maestra nos mandara
*Inhala, exhala, inhala, exhala...*
Total que luego de eso nos dejó salir a eso de las 11:30 y volví al pequeño salón donde estaba la francofonía y escuché varias lecturas, poemitas, unos sketches más y por fin, a las dos de la tarde, todos salimos del pequeño salón que a esas alturas ya parecía horno, sólo para encontrarnos con dos mesas perfectamente diferentes ubicadas a ambos extramos del pasillo. Lo que ocurrió fue que los recién graduados de Relaciones Internacionales no hallaron mejor sitio para su degustación que el MISMO pasillo donde estaba NUESTRA degustación. La ventaja es que pude comer de lo lindo ahí: fui y asalte la mesa de canapés de los graduados, volvi y me zampé un par de platillos franceses cuyos nombres no recuerdo y finalmente le entré a la bebida.
Aclararé algo: yo no soy adepta al chupe, de hecho lo más fuerte que tolera mi cuerpo (antes de que me agarre el simple, o sease la risa histerica y me caiga redondita en algo que más parece el Sueño de Odín que una siesta) es medio vaso de cerveza. De otro modo ocurren cosas realmente raras en mi sistema. Como hoy tuve la audacia de revolver nada menos que un vasito de vino tinto y luego otro igual de vino blanco, rematando con una bebida rara que tenía limón y yerbabuena pero también sabía a alcohol puro (por cierto a esa ultima solo le di un traguito y la avente haciendo cara de...pues de limòn xD) . Pero el resultado fue más raro, y aún siento sus macabros efectos; básicamente la borrachera y la resaca se me presentaron en un lapso de tres a cuatro horas, en las cuales bailé, canté, me dormí una siestecita y al despertar me dolía horrores la cabeza.
Así que de esa forma acabó mi extraña aventura entre croissants y torres Eiffel imaginarias, y la verdad la experiencia fue, como dirían ellos, simplemente charmant!
Adiosito!!