FAVOR DE ALIMENTAR A HOLMES Y A HELSING, GRACIAS.



martes, 1 de diciembre de 2009

EXÁMENES... UNA NUEVA FORMA DE CASTIGO PRE VACACIONAL

Entre todas las cosas que me molestan en el mundo (reggeton a altisimas horas de la noche, mi hermano en sus cinco minutos de berrinche, el tipo ése de mi escuela que se desvive hablándome, los discursos políticos y un largo etc) hay algo que me enfada y, a la vez, me relaja: los exámenes.
Si acaban de poner cara de ¿qué? al leer esto, esperen. Lo que sucede es una bandejita de pros y contras, por lo menos para mí.
PROS:
-No nos ponen tareas durante el período de exámenes.
-Tenemos horas "libres" entre examen y examen, y si tocan en las últimas horas, lo más probable es que salgamos temprano.
-Hay un mercado clandesino (del que soy cómplice, mas no colaboradora ni mucho menos cliente) de respuestas de los exámenes que incluyen una amplia gama de conocerlos: celulares, acordeones disfrazados de formularios, manos, zapatos, ropa interior (si, por increible que parezca así es...) y hasta señales con los dedos para hacerle saber al de la fila 3 cuál es la respuesta, aunquee tú esté en la fila 10.

CONTRAS
-Es más que ovbio, ¿no? ¡Exámenes que valen desde un tímido y gentil 30% hasta un 60% que te jo...roban la calificación final!
-Maestros sádicos que adoran ponerte en tensión antes, durante y después de la prueba. Parece que les pagan por torturar, no por enseñar.
-Exámenes tan temidos (matemáticas y física sobre todo) que empiezas a gritar histéricamente:
Una amiga.-¡No me sé la primera respuesta! ¡No me sé la primera respuesta!
Lobita.-Eh... la primera pregunta es "Escribe tu nombre".
Una amiga.-Ah... gracias.
-Posibilidad bastante alta de entrar en pánico, sobre todo si, como yo, tienes un compañero con la mala costumbre de repasar un examen antes, durante y después de éste. (En mi caso me estreso más porque el sujeto en cuestión tiene la mala costumbre de ampliar su "Buena suerte" con una tanda de elogios eternos... y no soy su única víctima, de hecho a cuarenta centímetros a la redonda es mejor mantenerse lejos de su precensia durante los exámenes, por tu propio bien mental).

En fin, ésta historia se repite cada cierto tiempo, con diferentes efectos.
Lo que al principio no daba, ahora da y extra. O en su defecto todas las respuestas tienen un código secreto (como dice mi amigo Waldo) que si lo descubres ya la hiciste. Nunca he hallado esos fantásticos cóigos, creo que son una leyenda como El Monstruo del Lago Ness o Michael Jackson. Pero eso, viniendo de mí, es irrelevante.

Y por último, las distracciones. Un mosquito porta-dengue, un histérico expansivo que tiembla, se agita y hace ruidos mientras intenta responder, o ¿porqué no? una mente divagante que aterriza en una pizza humeante o en Hugh Jackman en la playa y ¡zaz! respondiste mal o rayaste y eso es pase seguro a reprobar.

Tengo una ilusión: que todos los exámenes tengan como respuesta la letra "C" o que los hagan sobre tu tema favorito. Si así fuera, nadie reprobaría.

Naturalmente primero volarán las vacas y seré nombrada presidenta de Sudáfrica antes que eso ocurra.

1 comentario:

Guerrero dijo...

Eso sí, lo único bueno de los exámenes es que no tienes tantas clases aunque es cuando más tarea dejan en mi caso...
Nunca te ha tocado presentar un examen que valga el 100% y para colmo sea de geometría analítica y nunca hayas puesto atención en la clase y no sepas nada y=S
Eso es horrible y estresante más que cualquier otra cosa...

saludos