FAVOR DE ALIMENTAR A HOLMES Y A HELSING, GRACIAS.



martes, 29 de diciembre de 2009

MI AMADO VAN HELSING. SÍ QUE SÍ.






















Bueno, todos aquí sabemos que ya he dicho que el amor apesta. Perdonenme la vida, olvidé completar la frase:






EL AMOR APESTA... A NO SER QUE TU VERDADERO AMOR CAZE VAMPIROS.






(Desde mi blog a las amantes de Crepúsculo... mis más sinceras condolencias).












Ok, ¿porqué digo esto? Voy a contarles un cuento sobre una loba que se enamoró.






VOZ DE FONDO: ¡Ésa historia está peor que Corazón Salvaje con Yañes y la chule!






LOBITA: No, esta sí es una historia de amor...












Resulta que allá por el 2006, o 2007... sí, 2007 (ah, qué año) estaba yo muy aburridita en mi casa. Total que, mientras entraba en estado de coma sobre el sillón en perfecta posición fetal, miré sobre mi hombro y encontré un objeto curioso que llevaba MESES sin ver: el control de la tele. (¡Se los juro, el desgraciado llevaba un mes y medio perdido, y resultó que estaba entre clos pliegues del sillón!). Lo tomé y prendí la cajita idiota. No había nada interesante, excepto Lindsya Lohan envuelta en un nuevo escándalo y no me acuerdo qué tanto más... creo que estaba un mini maratón de Dr. House, pero ni me fijé.





Y entonces, me detuve en el TNT. Estaba empezando una película. Se veía el logotipo de Universal estallando en llamas y todo se ponía en blanco y negro. Órale, pensé, y me quedé sólo por el morbo de saber a qué venía tanto alboroto y porque, como ya dije, la prgramación estaba malísima. No, pues que sale el doctor Frankestein y su hijito deforme de dos metros, un Drácula más repeinado que el de Bela Lugosi y muchos gritos desesperados, todo esto en blanco y negro.





-Película de monstruos. -dije y reí sádicamente. Uno de mis pasatiempos favoritos es criticar toda película de monstruos que se me cruce, que si el monstruo parece que lo hicieron con la plastilina que usaba en el kinder, que si la actriz está más operada que yo no sé quien, que la sangre se ve bien falsa, etc.





Se acabó elc lindo flash back en blanco y negro y todo se pone... negro (¬¬). De repente, al fonfo se ve la torre Eiffel a medio acabar y una sombra caminando por las calles. Con la banda sonora de fondo ya sé que es el muchacho chicho de la película gacha, y me hago bolita en el sillón (es que hacía mucho frío). Y luego de que aparece un monstruo tamaño familiar dentro de la catedral de Notre Dame (eso me hace pensar... ¿y el jorobado?) por fin el héroe del momento (o filme, pues) se quita la cosa que lleva en la cara y...





O.O





Ésa es más o menos la cara que hice al ver un par de ojos color miel y una nariz de alcanza queso, ambos aspectos perfectamente acoplados a la cara masculina más atractiva que había visto en años. Wow.










Entonces reaccioné. ¡Era Van Helsing! Sí, la misma película que hallé un día en un videoclub y le hice caras y gestos de repudio (casi casi le mandaba saludos a su mamá, ¡y ni siquiera conocía al actor!). Estuve a punto de cambiarle, pero luego dije:





-Ay, al ratito, cuando empiece Laura en América o algo así.





(A propósito, extraño ese programa: ¡señorita Laura, este desgraciado me pega, la pega a mis hijos, vende a mi hermana para comprarse sus drogas y me engaña con las vecinas! ¡Que pase el desgraciadooooooo! jejeje).










Pues total, me senté cómodamente a ver durante dos horas completitas a ése completo desconocido (que, como diría una ex amiga mía, luego de cinco minutos desearías conocer... ¿qué habrá querido decir?) saltar, golpear, correr, volar, medio matar a su co protagonista -efecto alucinógeno post trauma típico de los hombres -, huir, electrocutarse, caer al agua como dos veces, volar (no, eso no), besarse con la protagonista (¡maldita seas, Kate Beckinsale!), convertirse en lobo (esa escena estuvo GE-NI-AL O.O) y matar al malo... y a su vieja. Pff, no todas las películas pueden tener un final feliz, igual y yo lo agradecí en el fondo, porque a ésas alturas ya cantaba:





Celos de tu boca cuando besas a otra chica tengo celos, celos





Celos de tus manos cuando abrazas a otra chica tengo celos, celos...





Y pues por fin terminó esta película, con el héroe cabalgando hacia el horizonte y con el piso de mi sala embarrado de baba.










Pasaron los días y los meses. Por fin, en mi cumpleaños, me compré la película, que protegí contra todo con el amor de una madre (de hecho, intentar quitármela de las manos era equivalente a quitarle el anillo a Gollum... mi precioso...) y senté a todos en mi casa a verla. La buena noticia fue que les gustó. La mala... creo que verla como chorrocientas veces un año seguido hizo que cada vez que le ven la cara a Hugh Jackman (traiga el pelo largo o no) quieran desaparecer la tele de su vista. Ni modo.





Y yo, por fin, me enamoré. Vi la película, también vi la de Van Helsing: Misión en Londres (más oscura y cruel que la de personas, y eso que es de dibujitos) y bla bla bla. Ésa película me dio grandes lecciones de vida: por ejemplo, nunca camines por el centro histórico a altas horas de la noche, el agua bendita es muy útil contra alguien encolerizado (se la echo a mi monstruoso hermano de vez en cuando y funciona), y nunca, pero nunca le hagas caras a una película con la cara de Hugh Jackman, te puedes arrepentir.










Y luego, un buen día, mi hermanito llegó frente a mí y vi la película despedazada dentro de su caja. Zaz. Ahí puse en práctica las horas de ver las escenas de acción y, poniéndome el sombrero negro de safari de mi mamá y blandiendo un cinturón a falta de látigo (ok, Van Helsing no usa látigo, pero era la única arma disponible) lo perseguí por toda la casa hasta darle alcance y dejarle la retaguardia de un bonito color morado que hasta Barney envidiaría.





Me tuvieron que comprar la película, esta vez en formato DVD, y me aventé los bloopers y los juegos y también una entrevista muy divertida de todos los actores. Después de todo, el destripemiento de mi VHS valió la pena.










Actualmente ya no pego gritos cuando veo la película anunciada, pero eso no importa. Lo importante es que soy aún luego de dos años (casi tres) de mi querido cazador de vampiros (lo que explica mi poco cariño hacia Crepúsculo) y por una maldita vez decido que el amor no apesta tanto como yo creía. En fin, algún día...
































2 comentarios:

Daniela dijo...

Jajajaja!!! me diverti mucho!

A mi particularmente la pelicula me encantó! la vi muchisimas veces y no me canso, admito que no estoy obsesionada con Hugh Jackman, lo que no quiere decir que me parezca uno de los hombres mas sexy que vi en mi vida, pero si me encantan los vampiros y los hombres lobo, asi que me veo cual pelicula con colmillos y llenas de sangre pasan por mis ojos.

y muchas veces no hay mal que por bien no venga, asi que ademas de darle una paliza a tu hermano conseguiste el dvd con todas las otras cosas que son tan interesantes como ver la peli.

te mando muchos besos lobita!!! Me encanta leer tu blog

catnoms dijo...

OMG! O.O ¡Eso me ha pasado muuuuuuuchas veces!
Antes de que McGregor entrara en mi hormonal vida adolecente, ni pelaba sus películas ni me daba cuenta de su existencia.
Ahora cuando ando en mi rutina maratónica de cambiarle a los canales y veo uno de sus bellos ojos o escucho su maravilloso acento escocés, sin dudarlo me quedo a ver su película aunque trate de finanzas y otras cosas que ni entiendo >.<
La película de Van Helsing me encanto, de hecho ahora cuando leo la novela de Drácula, a mi mente viene la soberbia cara de Jackman en el Dr. Helsing :Q

^0^ Yo ardo de celos al ver ‘La Isla’ …. Maldita Scarlet Johansson ¬¬