FAVOR DE ALIMENTAR A HOLMES Y A HELSING, GRACIAS.
lunes, 30 de mayo de 2011
COMO CONVERTIRSE EN UN MASTER SURVIVOR... EN DOLOROSOS PASOS
-Cantar el opening de Dragon Ball Z en una clase, oyéndonos mejor que coro de iglesia.
-Pasar casi 8 horas fuera de casa comiendo papitas, viendo la tele y dizque haciendo tarea con mis amigas (oh sí, tengo amigas, ¿cómo la ven?)
-Un terrorífico incidente en el cual fui atacada por... una inofensiva catarina ¬¬
-Recordando mi infancia mientras veía esas series bizarras como "Aaaaah... Monstruos de Verdad!!" y "Cuentos de la Cripta", las cuales forjaron mi carácter muy... hmm... ¿psicópata, dirían ustedes? Yo digo que sí.
-Viendo mi actuación digna de un globo de oro en Youtube (fue un cortometraje de la escuela el cual me dolió como si hubiera tenido un parto).
Pero ya que estos ridículamente raros incidentes ya son cosa del pasado no tan remoto, hoy vengo ofreciéndoles una verdadera joya. Cómo sobrevivir en un ambiente tan hostil como lo es...la vida cotidiana.
Fíjense que últimamente me he aficionado a un programa llamado 100 Maneras de Morir, el cual, como indica el nombre, te muestra 1000 muertes que pueden considerarse (desde el punto de vista de un loco) como tristemente divertidos, porque en ese programa hay de todo: desde cactus que hablan sobre el mundo espiritual hasta los mundialmente conocidos orgasmos homicidas (perdon por escribir eso, pero ya están ustedes muy grandecit@s para andar con remilgos...).
Esa serie me hizo pensar en cuán frágil es la especie humana, la única criatura en la Tierra que puede morir por situaciones tan ridículas; pero también me hizo pensar que la realidad es otra, una que no dista mucho de la realidad de Camus: la muerte está siempre ahí, respirando sobre nuestros cuellos y esperando que demos un pasito en falso para llevarnos en (como diría AC/DC) la "carretera al infierno".
Lo que me recuerda... *toma una guitarra y canta* Highway to hell, highway to hell....!!
Bueno, ya, volvamos a nuestro tema.
Tomando conciencia y meditando esto con una bolsa de cheetos y viendo The Singing Detective, decidí escribir un brevísimo manual para sobrevivir a la vida diaria, tomando en cuenta que cuando llegamos al final del día... no estamo a salvo. ¿Viene? ¡Viene!
Seguid los consejos de la Lobita y viviréis un día más...
1. En cuanto te levantes escapa cuidadosamente de tu cama, no vaya a ser que se te enrede la sábana, impidiéndote moverte, y te caiga la almohada en el rostro.
2. Cuidado al cepillarte el pelo, te puedes dar muy fuerte y provocarte una hemorragia mortal. Misma cosa aplica para cortarte las uñas, raparte, sacarte la ceja y limpiarte la nariz.
3. Si tienes obligatoriamente que pasar por las escaleras, deberás tener un corazón valiente. De nada te sirve irte suelto, porque sin sostén te puedes falsear un pie y caer al mismísimo abismo del infierno, y si te agarras puedes encontrarte con un barandal babeado por tu hermanito o con unclavo suelto que si te toca te provocará tétanos.
4. No sé decirte qué lugar es más seguro: si tu casa o la calle. Quizá tu casa, porque en la calle hay una bolotototototototototota de desconocidos que quizá tengan sentimientos homicidas y tú podrías ser la siguiente víctima... claro, probablemente en tu casa haya alguien que te odie más de lo que crees y pretenda matarte fingiendo que fue un accidente... hmmm... debería ir con el psiquiatra, ¿no?
5. Al cruzar la calle corres el riesgo de ser arrollad@ por:
-Camiones
-Autos
-Taxis
-Bicicletas
En las banquetas, corres el riesgo de ser arrollad@ por:
-Peatones idiotas
-Manifestaciones
-Otras bicicletas
-Carritos sandwicheros
-Carreolas con doble pasajero
-Manada de fans (llámense Jonáticas o Beliebers, las más abundantes y peligrosas... en serio, si ves más de cinco jonaticas o diez beliebers, huye por tu vida, ¡huye, o morirás!)
-Toritos de esos que transportan chivas y media
6. La comida es un placer de dioses... y también del diablo (si no me creen, lean el cuento de Bon-Bon, que trata de un chef metafísico que... bueno... tal vez abrió la boca de más). Las comidas más mortales no son las hamburguesas y otras chatarradas, sino las comidas vegetarianas (se te puede atorar en la garganta) y la comida china (nomás te recuerdo que el sushi va crudo... y hay otros platillos exóticos que son peores que examen de cálculo).
7. Cuando estén haciendo arreglos en una calle, ¡mejor ni te acerques! te puedes caer en una zanja, o a un obrero se le puede escapar el taladro y éste podría caer en tu pie, o te puede aplastar la marcha de algún sindicato o... ¡ve tú a saber!
8. En el camión puedes: ser aplastado, sofocado, degollado, golpeado, manoseado, desesperado con la música naca que todo buen camionero escucha (menos mi santo padre que lo más naco que le gusta es... es... chin, no tengo idea de qué música le gusta... mañana le propongo que nos vayamos a tomar una nieve para platicar de esta clase de temas...) y claro, conocer el nombre del camión en alemán en 4,5 segundos: agasajan-estrujan-bajan.
9. ¡Lo olvidaba! Si el camión se atasca una de tres: o te quedas apachurradísim@ en tu asiento, o te vas volando en alguna de las puertas del camión, o te quedas LITERALMENTE en medio de tooooooodos los demás pasajeros, sin posibilidades de huir. Agrégale a esto que muchos camioneros hijosdelasremil tienen la costumbre de sellar las ventanas, así que si vas en el camión a la hora pico con ventanas selladas y un calor de 35 para arriba... pues ora sí que como dice el evangelio, encomiéndale tu espíritu a Dios porque es casi improbable que salgas con vida de ahí.
NOTA: Habemos algunas almas que hemos sobrevivido a este incidente... quizá seamos nietos de los sayayin o algo parecido... no lo sé.
10. Reitero a mi segundo peor enemigo, y a la vez, amigo más querido: el baño. El 90% de los accidentes domésticos ocurren precisamente aquí, en el baño. Nunca haber tenido un accidente en el baño te vuelve un mega master de supervivencia y Terminator y Chuck Norris juntos no podrían contigo. Porque en el baño pasa lo siguiente:
-Te tropiezas en la bañera
-Te echas encima todo lo que hay en el botiquín
-Ídem con los jabones y los champoos
-Te atoras en la taza
-Te caes de cara en la taza
-Diarrea y vómito son extremadamente habituales
-Te quedas encerradísim@ ahí
-Te quedas sin papel
-Te enredas con la cortina del baño
-Si en vez de cortina tienes vidrios de ésos que se ve la siluetita... te das de cara con ellos.
-Te descabezas con el lavamanos
-Te das un guamazo espectacular con el espejo.
-Te lastimas mientras te rasuras o te lavas los dientes, y lo que empezó como sesión de higiene termina en hemorragia de segundo grado.
-Y... hasta la fecha es todo lo que me ha pasado...
11. La cocina. Aquí también te pasa de todo: te rebanas un dedo, o cualquier otra parte del cuerpo, los hielitos de la nevera se rebelan contra tí y te caen todos encima cuando abres la puertita, se te cae algo que estaba en el refri, te sale una cucaracha, te tropiezas con algún alimento que estaba en el suelo, te atragantas con algo, te toca lavar los trastes... ¿me toca lavar los trastes? Ah sí... ¡¡AHI VOY, MAMÁ!!
12. Regla general: donde hay artículos eléctricos, hay posibilidades de darte toquecitos. En este caso no puedo ayudarte, tarde que temprano deberás sentir la corriente vital que equivale a la sangre que cruza por las venas cableadas de tu casa. ¡Gózalo!
13. Digamos que ya sobreviviste a todo: la calle, los baños, las marabuntas de gente y hasta al perro que se te atravesó cuando ibas a cruzar una avenida rápida. Digamos que sobreviviste a la ducha y a la cena y entras a tu habitación. Nooooo, no estás a salvo aún... hay alguien, alguien terriblemente peligroso aún... alguien que puede acabar con tu vida en menos de lo que canta un gallo. No, no es tu osito de peluche, tampoco tu gato (aunque se te acueste en la cara... como a mí), ni tu vecino el naco que hace fiestas cada noche... ¿quieres saber quién es? Mírate al espejo y verás a tu asesin@... así es... ¡¡TU!! Porque hablando en serio, los accidentes no ocurrirían si los seres humanos no fuéramos tan babosos, ¿o no? Si de verdad tuviéramos cultura y educación, a la muerte se le dificultaría un ch... y otro a medias la chamba, y dependería de los cataclismos naturales para llevarse a algunas cuantas almas.
En un mundo ideal, las precauciones serían casi casi como respirar. En ESTE mundo, son las armas de supervivencia más "in" que tenemos, porque hasta la fecha ningún cuidadano común y corriente (o más corriente que común) está entrenado por S.H.I.E.L.D o el FBI o vetúasaber para ser una super máquina de batalla superviviente a diez explosiones atómicas y a suegras desquiciadas, por lo que reitero, como pocas veces hago: aguas, que día a día bailamos el tango con la Calaca y en una de esas nos saca del baile al Más Allá.
Adiosito!! Oh... y cuidado con eso que está frente a tí, se ve sospechosamente peligroso y creo que te quiere matar...
miércoles, 25 de mayo de 2011
MARGINALIA: REVOLTIJO DE UN SOLO DÍA
Según el diccionario, marginalia son las notas que se hacen en los márgenes de la página. Pueden ser viles adornos bonitos como en los textos del medievo (quiero un libro de ésos, son tan bonitos...) o notas que, aunque breves, son muy importantes porque reflejan el significado de lo que el lector entendió.
Hoy, titulé como marginalia mi post porque se trata de eso: cosas que están fuera del contexto "normal" pero tienen gran relevancia. Como cuando en un cuaderno de apuntes de Cálculo encuentras el corazoncito ese que dice "Ana Luisa te amooooo" (excepto cuando tú te llamas Ana Luisa y el cuaderno donde hallaste el corazoncito es el de tu mejor amiga... EPIC FAIL, dirían en Twitter).
En fin... hablemos hoy de Filosofía. El que ponga cara de "buuuuu fuchi" hágame el favor de sacarse del blog, ustedes no saben lo divertido que puede llegar a resultar hablar de esto, sobre todo si ustedes tienen una clase de Filosofía conmigo ;)
En mi reclusorio (alias campo de concentración judío-cristiano-protestanista-ateo-másloqueseacumuleenlasemana) tenemos Filosofía. La buena noticia, es que solo será por un semestre, o sea que YA CASI ACABAMOOOOOS!! La mala noticia... sus efectos secundarios. Para empezar a entender el contexto (me gusta esa palabra... contexto... contexto...) les diré que quien me da la clase no es otra que...
NUNCAMÁS: No me salgas que la Señorita Sacatripas.
No, cuervo menso, la Señorita Sacatripas me da Arte (en realidad me da lástima pero eso es otra historia...). No, hablo de un antiguo miembro destacado del blog.
NUNCAMÁS: ¿Maybe?
No, no he vuelto a ver a Maybe... la extraño... En fin, se trata de... ¿se acuerdan de la maestra nazi-comunista? ¡Ah pues esa mera!
Nota: Por cuestiones de estudio, producto de un día con tres horas libres de clase, he tenido que cambiarle el nombre a solamente Madame Nietzche, porque he encontrado una casi aterradora similitud entre ella y el autor de El Anticristo.
En fin, volviendo a lo importante... en Filosofía hemos pasado de todo, desde películas (bueno, solo una, pero estaba chida... vimos como dos en Historia pero, valga la redundancia, esa es otra historia) hasta discusiones agresivas así tipo pleito en el senado de la república por una política anti... anti gay, o anti niños, o anti matemáticas o anti lonches que venden en la cooperativa que no es muy cooperativa que digamos y un larguísimo etcétera. Por ejemplo, recuerdo un día cuando...
Maestra: A ver chicos, ¿qué es...?
(Lobita levanta la mano tan rápido que le meto un guamazo al inocente sentado a mi lado).
Maestra:... Alguien que no sea Lobita, por favor...
Lobita: ¬¬
Bueno, esa escena se repite muy seguido. Hasta el momento no conozco a nadie que ame la filosofía porque a medio mundo (por no decir que mundi y medio) le enfada, y no hablo solo del micromundo del salón, sino de todas las personas que conozco; dicen que es chafa, pero ¿es chafa discutir esto en clase?:
Maestra: Entonces, según Fromm, ¿cuál es el sentido de la vida?
Alguien: (inserte voz lujuriosa de anuncio a la 1:00 a.m) Sexooooooo...
Ok, exageré, no debí poner eso como ejemplo. Pasemos a otra escena memorable:
Maestra: A ver... ¡TU!
(Amigo mío con memoria de queso, o sea, blandita): ¿Quién? ¿Yo?
Maestra: Sí, tú... (le planta un libro enfrente) ¿Qué es esto?
Amigo: Un libro.
Maestra: ¿Ah sí? ¿Y cómo sabes que es un libro?
Amigo: Porque... tiene hojas...
Maestra: Los cuadernos tienen hojas, los periódicos tienen hojas, los árboles tienen hojas... ¿cómo sabes que es un libro?
Amigo: (desesperado) ¡Ps es un librooooo!
Y la escena puede durar hasta 10 minutos cuando algún alma piadosa pide clemencia.
Otra, un poco más reciente, fue mientras hablábamos de Sartre:
Maestra: (mirando a Lobita inquisitivamente)... Hmmm... ¿puedo hacer un ejemplo?
Lobita: (confundida... acababa de pasar un incidente feo con un chocolate caduco y no me sentía bien) eh... sí, claro.
Maestra: IRON MAN.
Lobita: O.O ¿?
Ok, se entendió el concepto. Empecé a discutir el sentido nihilista, la diferencia entre lo real y lo ficticio, y terminé hablando de la presencia prescindible de justin bieber en la Tierra.
Y hoy, dado que era el momento de aplicar esa famosa frase de "menos charla y más acción", ocurrió lo inesperado: literalmente el grupo quedó fracturado y al frente nos pasamos los que prestábamos atención en clase (o sea, como diez personas, más el colado que se quedó valientemente defendiendo a su doncella amada, o sea su novia) y el resto (29 almas para ser precisa) se arrinconó como hormiguero a hacer... pues... quién sabe, era un revoltijo de tareas, susurros y hojas revoloteando. Así, aparecimos la Marginalia, los "elegidos", los rara avis del salón, y el resto, conformado por los revoltosos, los mudos permanentes y la oligarquía obligada, hechos todos bolita mientras yo me sentía como en reunión de masones pero sin togas.
(Confieso, una parte de mí se sentía mal por los rezagados, porque allá quedaron varios amigos míos que aunque no tengan coco al menos tienen la decendia de estar calladitos y bien portaditos... la otra parte de mí sintió un deseo de sangre satisfecho, porque también estaban en la bola aquéllos con los que me llevo peor que Thalía con Paulina Rubio... muajajajajaja).
También tomé un libro de Nietzche para mi entretenimiento, precisamente el de El Anticristo, donde a ratos moría de risa y a otros ratos aceptaba que el bigotón tenía razón.
Increíble que alguien con un bigote tan ridículo haya logrado poner al mundo de cabeza. Bueno, la apariencia no importa, eso nos lo demostraron Abrahan Lincoln y Lady Gaga.
Hoy, además, probé la delicia perturbadora de una paleta helada sabor chocolate-mocca-capuchinno y reitero mi amor por estos regalos divinos, superados únicamente por el legendario pastel de 4 chocolates. Y bañé a mi gatita que tuvo una experiencia... hmmm... digamos... extracorpórea. Digámoslo así, dejémoslo así.
Y para deleite de mis Hartitos (que aman mis desgracias) les dejo un resumen sobre... Los Troncos.
Para empezar, los troncos son nada menos que un jueguito mecánico bien conocido por todos, y al que me subí el día que fui al parque de diversiones. De entrada decidí grabar mi escalofriante experiencia y he aquí el resumen redactado de las desgracias padecidas:
(Se ve la parte de enfrente del jueguito)
LOBITA: Estamos en los tron-cos!!!
(Atrás se oyen los "whoooooooooooooooa!!!". Junto a Lobita y en el mismo tronco van Lil'Beyoncé y Alejandre, mis dos amigos, que me dejaron hasta mero adelante a sabiendas que le tengo pavor a los juegos mecánicos ¬¬).
LOBITA: Alejandre, si me mojas te voy a golpear!! (advertencia previa)
(Se oye cómo mascullan tras de mí, conspirando, mis dos acompañantes. De pronto, Lil' Beyoncé hace un ruidito mitad chillido, mitad grito, me volteo a verlos).
LOBITA: ¡Hey! No se estén agarrando allá atrás.
(Dos muchachos, ajenos a nosotros, ven la cámara y hacen la típica seña de "amor y paz" justo antes de que el juego comienze a moverse).
LOBITA: ¡Uju, troncos!... Lil' Beyoncé, agárrame porque me da miedo caerme (aclaro: los troncos no tienen más que dos tubos para sujetarse).
LIL' BEYONCÉ: Está bien... (agarra a Lobita de los hombros).
LOBITA: No, pero agárrame de la cintura.
LIL' BEYONCÉ: ¡Okay!
LOBITA: Eso... ¡pero ya cuando nos vayamo a subir! (como si confirmara lo obvio. Entonces el juego comienza a moverse y... ¡¡zaz!! todos comienzan a mojarse mutuamente, y yo grito como histérica una cantidad horrorosa de incoherencias).
LOBITA: AAAAAAAAAAAH!! NOOOOOOO!! ESPÉRATE!! ME ESTÁS MOJANDO LA MALDITA CÁMARAAAAAAAAAAAAA!!!
(Y un largo etcétera; cruzamos el túnel, las curvas, saludamos a unos compañeros y entonces... viene la subidita)
LOBITA: ¡Aaaaay! Ora sí agárrame, Lil' Beyoncé.
(Lil' Beyoncé sujeta a Lobita con todas sus fuerzas, a medio camino el tronco se detiene, vuelve a moverse, estamos a dos escasos metros de lo que yo llamo "la caída mortal" y... se le acaba la pila a la cámara ¬¬).
En fin, ese fue nuestro misceláneo de hoy, lleno de gritos, videos, gente extraña, agua, música y hasta reflexiones. Adios!!!
P.D Propongo un brindis de café por la salud de MAK que vivirá en un refrigerio por algunos días.
domingo, 22 de mayo de 2011
LOBITA vs EL PARQUE DE DIVERSIONES
miércoles, 18 de mayo de 2011
J'ADORE CHOCOLAT
viernes, 13 de mayo de 2011
DE VECINOS ANORMALES Y GATOS MISTERIOSOS
domingo, 8 de mayo de 2011
LA BALADA DEL LOBO
Miré con los ojos bien fijos en esa oscuridad que me devoraba, sin mente, llena de un pesar misterioso que me silenciaba y aquietaba, como un veneno extraño que no hería, pero sí afectaba a mi cerebro y mi corazón. Era una ponzoña desconocida, atrayente, y no luché para librarme de su sorprendente efecto; me dejaba inmóvil, con las mejillas llenas de lágrimas secas y el agudo dolor que las provocase en el fondo del alma.
Cualquiera que fuera dicho veneno, iba dominándome deliciosamente. En un instante ya no sentía más sufrimiento, ya mi cuerpo estaba paralizado, relajado…
Cuando volví a abrir los ojos, la oscuridad era una ilusión. Se veía el cielo azul brillando frente a mí, optimista, magnífico en su propia expresión. Y frente a mí había un ruido normal, encontrándome de golpe rodeada por tantas personas diferentes.
Me puse de pie, y al hacerlo me tambaleé peligrosamente, como si hubiera olvidado cómo caminar. Mis pasos eran lentos, mi mente carecía de recuerdos meramente humanos y eran sustituidos por una vaga felicidad que no parecía tener pies ni cabeza.
En mi nueva condición me entregué sin reserva o recelo alguno a la alegría de andar libre entre la gente, libre de memoria, libre de miedos, libre de pesares y preocupaciones. Era una sensación maravillosa que seguramente alguien ha sentido antes, pero nunca como yo la sentí.
Lo que yo no sabía mientras paseaba por las plazas, metiéndome en los cines y jugando en los supermercados, era que mi esencia había cambiado. Seguía en mi cuerpo humano, esbelto y normal, pero mi alma no era la de un hombre atribulado y con pensamientos y deseos acumulados en la cabeza como una biblioteca desordenada. Mi cerebro reaccionaba al ambiente, respondía a los estímulos que me llegaban y no pensaba como esos seres que se me parecían en el físico. Dentro de mí, una semilla misteriosa proveniente de milenios de andar viviendo en los bosques había germinado un espíritu salvaje.
Un ser vivo, con cuerpo de mujer y alma de lobo. Tenía las virtudes del segundo y las limitaciones del primero.
Eso no lo entendí hasta que comenzó a oscurecer. Decidí darme prisa para volver a casa, a unas ocho cuadras de mi última parada. Pero las piernas me estaban fallando, andaban con una lentitud terrible; mi instinto reaccionó a la lógica nueva del alma y me puse en horizontal, apoyando las manos en el piso. Miré mis uñas, lucían lozanas y bellas, mucho más de lo habitual. Y cargándome de adrenalina, eché a correr.
¡Vaya sensación! Iba a una velocidad de vértigo calle tras calle, cruzando entre la gente, ignorando sus miradas de preocupación. Qué más daba lo que pensaran, era un lobo, era libre.
De pronto, choqué con un niño pequeño. Su padre huyó despavorido al verme andar a cuatro patas; sólo así me erguí y tomé al niño en brazos. Su carita asustada, su llanto tierno y su voz dulce me recordaron a alguien que conocía y amaba.
Y al recordarlo, lo dejé en el suelo, bien lejos de la banqueta, y proseguí mi camino.
Todo iba bien. Faltaban unas tres o cuatro cuadras para llegar a casa. Pero uno de mis zapatos se soltó. Me detuve y me incliné. Ya era de noche, pero no pasaba nada si me detenía por un instante.
Fue ése instante de distracción la que acabó con mi aventura.
Los transeúntes que iban pasando a mi alrededor no me parecieron algo más que eso, transeúntes. Por eso no puse mucha atención cuando alguien se paró tras de mí y dijo:
_Bonita bufanda.
Me di la vuelta. Se trataba de un hombre desaliñado, que vestía como un vagabundo. Me miraba con un gran interés. Eso no me dio buena espina.
_Gracias. –contesté como quien no quiere la cosa, y me puse de pie, envolviéndome la garganta con mi bufanda. Comencé a caminar con normalidad, oyendo, sintiendo cómo el vagabundo me seguía.
Lo miré una última vez y salí corriendo a cuatro patas. Fue tras de mí, como un cazador. Me detuve una calle más adelante, creyendo que se había detenido. Instintivamente me puse de pie y me di la vuelta para revisar el entorno.
En el preciso instante en que me hallaba de pie vi un objeto brillante dirigirse a mí; un segundo después, sentí u dolor horrendo en el pecho, y vi a mi enemigo de pie a poco más de un metro de distancia, sonriendo victorioso. Agaché la mirada y grité: un cuchillo estaba enterrado en mi pecho, del lado del corazón.
Tiré del cuchillo y corrí; oí cómo el sujeto iba tras de mí de nuevo, y corrí más rápido, pero no sirvió de nada. Tropecé y caí boca arriba, y al instante recibí de nuevo un golpe fatal.
Me arranqué el cuchillo del pecho, y me arrastré penosamente sobre el piso. Mi asesino me dio alcance, y miró fascinado el corte largo y profundo que, de haber sido más directo, habría atravesado mi corazón.
_Vaya, vaya. –comentó, mirando la herida sangrante. –Creo que podemos hacerla más grande, ¿no?
Y, con la punta del cuchillo, tiró de la parte baja de la herida. Grité del dolor, pero me puso una mano en la boca. Cometió un grave error. Sin más, le hundí las uñas en la garganta. Herido, me soltó.
El lobo que se ocultaba dentro de mí se lanzó sobre él y l hincó violentamente el cuchillo en el hombro izquierdo. Después, salí huyendo a dos pies.
Sin embargo, apenas había cruzado la calle cuando me dejé caer, dolorida. Di un gemido que casi parecía un aullido, y me arrastré lo más que pude. Mi instinto me advirtió que el homicida seguía cerca, que debía hallar un modo de protegerme. Así que anduve a dos pies, deteniéndome de las paredes, hasta entrar a una tienda. Al llegar, reconocí a un oficial de policía, y dando un largo grito de dolor y alivio, me dejé caer en el suelo.
_¿Qué le pasa? –me preguntó. Al mirar el corte que tenía en el pecho, no le quedó duda. –Oh, por Dios.
_Tiene que ayudarme, por favor. –supliqué. Ya no aguantaba el dolor en el pecho. Con cada latido salía un nuevo hilo de sangre.
_Descuida, estoy pidiendo refuerzos. –me aseguró el hombre. Temblando, me quedé tendida en el piso. –No es la primera vez que pasa. Ya van varios homicidios así. ¿Viste su rostro? –me preguntó.
_Sí. –musité. Ya iba a decírselo cuando apareció un muchacho apuesto, bien vestido, que sostenía una cámara con la mano derecha, mientras la otra mano la guardaba en el bolsillo del pantalón.
Reconocí su rostro, pese a que ahora estaba limpio. Reconocí su faz, y al verme, sonrió.
_¡No, no! –dije. Me arrastré lejos de él, gimiendo. Estaba agonizando, y si estaba cerca de él, iba a morir. Me dejé caer, sollozando. La herida me dolía mucho, y me sentía débil.
_Tranquila, señorita. –dijo el policía, sorprendido. –Es sólo nuestro fotógrafo.
_¡No! –grité. –¡Él! ¡Él ha sido!
El fotógrafo me sonrió, y vi cómo sostenía algo dentro del pantalón. Mi miedo no alcanzó límites, y decidí hacer lo único que aún podía: huir.
Me puse de pie en cuanto se distrajo, y corrí, saltando por la ventana. En cuanto caí en el piso, corrí a cuatro patas, gruñendo como un animal herido. La cuchillada que tenía en el pecho se tensaba a cada movimiento que hiciera, pero lo que de verdad necesitaba era llegar a mi casa, de la que nunca debí salir.
Cuando estaba a pocos pasos de llegar, me desplomé. Aullé lastimeramente, mirando la noche, la noche que me había dado la libertad y me devolvía moribunda.
La oscuridad me desenfocó los ojos. Mi corazón palpitaba lentamente, mi espíritu no me había salvado de la muerte, sólo la había aplazado el tiempo suficiente para volver al lugar en el que deseaba estar.
Lloré, agónica, tirada en el suelo de lado. La herida me punzaba, aunque la sangre ya se había detenido. No tendría salvación. Gimiendo, miré la noche por última vez, antes que la oscuridad me tragara, cerrándome los pulmones, aplastándome el pecho, robándome la vida de golpe, oyendo mi último aullido…
Una vez más mis ojos se abrieron. La luz de la mañana llenaba mi habitación; respiraba tranquilamente, con el pecho sano, libre de mi esencia lobuna y viva, en mi casa, lejos de la ilusión, y cerca de la verdadera paz.
FIN
jueves, 5 de mayo de 2011
SUPERLOBITA... NO VIENE A RESCATAR A NADIE
Hola de nuevo, público conocedor. El día de hoy... pensaba subirles otra historia, paa que conozcan el origen de mi nombre, Lobita Nocturna, pero desafortunadamente esta mañana Lobeznito se puso a ver Spiderman 2 y se me vino a la mente una memoria bastante lejana. Hace muchos, pero muchos años, en una galaxia no demasiado lejana si viven en México, yo era una criatura tierna e inocente...
Hasta que a mi tío contrabandista se le ocurrió que no había mejor manera de educar a una bebita de 3 años que sentándola a ver caricaturas de superhéroes.
Así que, en vez de Hello Kitty y Barbie, crecí con historias de tipos musculosos, super guapos (en la mayoría de los casos) que combatían todo lo que se les cruzara: villanos medio gays, tipos raros, espías seductoras, el analfabetismo, el presidente de los EUA, extraterrestres o, ¿porqué no? un extraterreste presidente seductor raro medio gay.
Nuncamás: Wow... de veras que estás grave...
Tu no te metas!!
El caso es que crecí con el famoso concepto machista de los héroes de Marvel y DC, así que a los 5 años yo no jugaba a las Chicas Superpoderosas ni a la mamá, sino a ser una superheroína que de noche le rompía las narices al Duende Verde o el Guasón y de día coqueteaba con Bruce Wayne o, a veces, con Clark Kent.
(Sí, ese es el resultado de ver ea clase de caricaturas: las niñas se vuelven precozes).
Pero pasaron los años. Cancelaron la serie de Batman, y de Superman, y de Spiderman, y de X-Men, y de La Liga de la Justicia. Pero eso no significa que el gusto haya cambiado, al contrario, pasados los años se agudizó y se enterró en lo hondo de mi ser, cual virus latente, esperando uan razón para surgir con toda su violencia, así como los burros en primavera... o mis amigos, para fines prácticos y vivenciales.
¿Y cómo? Pues precisamente por culpa de mi superhéroe preferido: Batman, el Hombre Murciélago, el amor imposible del Joker y... el Caballero de la Noche. Blah, se entendió, ¿no? Siempre sentí mucho interés por Batman y su alter ego humano, Bruce Wayne (a.k.a Bruno Díaz) y mi anhelo era convertirme en Batichica por el doble placer de tenerlo al lado mío y el de usar un ajustado traje de látex...
Nuncamás: (atragantándose) ¿Qué? ¿Traje de látex a los siete años?
No te asustes, es que se me figuraba que la ropa de Batichica evitaba que se raspara las rodillas, y era lo que más me pasaba cuando jugaba.
Pero esta historia no acaba aquí, ¿cómo creen? se puso peor, mucho peor. Cuando... Iron Man apareció.
Admito: cuando salió la película allá por el 2008 hubo un revuelo espantoso, porque es de esa clase de películas que por factores TOTALMENTE AJENOS a su historia provoca (llamémoslo así) morbo. En primera, un actor que llevaba más de una década con la cabeza baja en la indutria por su temporada de "alunizaje" era el principal en dicha producción; en segunda, se estrrenó a un tiempo en el cual Batman el Caballero de la Noche le pisaba los talones, o sea, dos historias opuestas dándose con tubo para deleite del público y de los fans; y en tercera, ya hablando a un nivel un poco más endémico, la premiere en México donde hubo una rueda de prensa donde fue... ajá, Robert yasabencomosellamaporquelorepitocadaquepuedo y Jon Favreau, lugar ideal para una discordia que les contaría con sumo detalle pero lo reduciré a esto:
Primer Acto: se levanta una reportera a preguntarle a RDJ que porqué interpreta a un superhéroe si en la vida real mas bien parece villano.
Segundo Acto: La carita de RDJ pasa de carita feliz a cabeza olmeca en dos tercios de segundo.
Tercer Acto: Otra reportera se apiada y le dice una bromita estudiantil, con lo que replica con un "honey!!" dirigido a la piadosa reportera y de nuevo, carita feliz.
¿Y cómo se llamó la obra?
¡FELIZ 10 DE MAYO PARA LA PRIMERA REPORTERAAAAAAAAAA!
Ya, volviendo al tema... A pesar de tanto ruido, lo único que supe decir de la película sin haberla visto siquiera fue:
LOBITA: ¬¬ Es la de Batman, nomás que al cuate este le pintaron el traje de rojo y amarillo.
Y sí, en cierto modo Batman y Iron Man son la misma gata con gatitos. Mirad este cuadro comparativo:
BATMAN: Sujeto con aspecto de murciélago.
IRON MAN: Sujeto con traje de metal.
B: Vive y nace en Ciudad Gótica.
I: Reside, se emborracha y hace party's en California.
B: Se quedó huérfano de chiquito y vive traumatizado por ello.
I: A sus papás se los cargó la calaca cuando él tenía 21 años... y le vale.
B: Es noble, justo y centrado.
I: Borracho, egocéntrico, machista, engreído, borracho, patético, con problemas emocionales... ¿ya mencioné borracho?
B: Se volvió superhéroe para ayudar al prójimo.
I: Se volvió superhéroe luego de pasarla fatal en Afganistán... o Vietnam, según hablemos del cómic o la película.
B: Es millonario, apuesto y encantador.
I: Ídem... pero agreguemos a la lista el ser mujeriego y ludópata.
B: Un ejemplo para los niños si no fuera un murciélago.
I: Un ejemplo para los niños si no fuera... si no fuera Tony Stark.
B: Se llama Bruce Wayne, taducido oficialmente como Bruno Díaz. Bruno significa "moreno" y Díaz... pues eso, días.
I: Se llama Anthony Edward Stark. Anthony significa "el que enfrenta a su adversario"... lógico; Edward significa "el guardián de los tesoros"... bueno, tiene muuuucho billete; Stark es una palabra en inglés que significa rígido o espantoso, o sea que es "El que enfrenta a su adversario guardando los tesoros espantosa y rígidamente".
B: Él tiene a Robin.
I: Él tiene a... la botella de licor.
B: Alfed lo auxilia con su doble vida.
I: Pepper es todóloga en su vida.
B: Ha tenido muuuuchos amores, como Vicky Vale, Rachel Dawes y Selina Kyle, y le ha sido fiel a cada una.
I: Todos sabemos que adora a Pepper, pero como diría Paulina Rubio, en cuestiones de fidelidad, "debería ser más perro", o ¿quién no olvida aún la escena de Iron Man con la reportera?
B: Se enfrenta al Guasón, al Pingüino, a Ras Al Ghul, a Gatúbela (y se besa con ella también), al Acertijo...
I: Se enfrenta a Rodhey (su mejor amigo), a Wilplash o comosediga, al Mandarín, al gobierno, a Pepper, a su yo bizarro, a las supermodelos, a la bebida, a sí mismo...
En resumen, ¿qué conclusión sacaron, niños míos?
Que las niñas buenas se quedan siempre con el chico malo.
Todo se reduce a: ¿quieres un leal y emo amante, o prefieres al mujeriego excéntrico pero valiente, excepto cuando está borracho? De todos modos los dos tienen la misma cantidad de dinero, digo, si acaso te atrae el borrego.
Pues los dejo para no seguir desvariando, y ahora sí, JURO que el próximo post les subo la historia.
Aurevoir!!
martes, 3 de mayo de 2011
VAMOS PLATICANDO DE... ARTE, SUPERSTICIÓN E INTERNET
En esta acalorada (porque el salón estaba como horno microondas) discusión le repetí cuatro veces que era Marinetti el fundador "oficial" del futurismo, y lo único que recibí como resúesta fue un:
-¡Ay Lobita, ya cállate!
Por parte de mis adorables compañeros. ¬¬ No es la primera vez que sucede, el año pasado peleamos por culpa de Homero y sus obras dramáticas, alegando que para empezar, Homero NO era quien escribió la Ilíada. En términos un poco más científicos, es probable que en parte tenga razón, peo hablando culturalmente, ¡por Dios! Y así podría enumerar la enooooooorme cantidad de veces que nos hemos dicho de todo un poco hasta llegar al fatail día que vio mi gargantilla, la señaló y rió como niña lela de parque de ponys.
Mátenme porque me muero.
Por si esto no fuera ya malo, dejenme explicarles que el día de ayer alguien o algo me echó un bote de a galón de sal en la cabeza, o algo así, porque me fue terrible. He aquí la breve lista de mis desgracias:
-Desperté enrollada entre las sábanas, me tardé tres minutos en desenredarme.
-Me dijeron que tengo una calificación pésima, y el profe se encogió de hombros con sonrisa de Guasón en la boca como si fuera lo más natural del mundo.
-A la hora del receso descubrí que no traía más que diez míseros pesos. Me comí una barra de cereal cuya fecha de caducidad creo que ya había sido pasada.
-Intenté hacer la tarea de arte (por mi propio bien) y no encontré la hoja donde venía el trabajo.
-Descubrí que Youtube me bloqueó un video.
-Platicando con Mr. Hyde y con mi madre postiza (a.k.a La Otra Madre) me di cuenta que mi laptop tiene un botón automático que cierra TODAS las ventanas, de Internet, de Office y hasta de Panel de Control, como si hiciera un reinicio a toda velocidad. Así que podrían pasar semanas antes de que mi Otra Madre me cuente el final del chiste. ¡¡Rayos!!
-Finalmente, mi abuea compró deliciosos tacos para cenar y a mi no me trajo (así son las abuelas).
Soy bastante supersticiosa, grave error que probablemente sea genético, ya que mi tatarabuela le tenía pavor hasta a su sombra, según me cuentan. Tengo mil ritos al despertar, como hacer acrobacias de saltimbanqui para que el primer pie que toque el suelo sea el derecho; no discutir con nadie hasta después de las 11:00 a.m, usar mi collar de caracol maya junto con una pulsera de madera, si no, mejor ni usarlo, no probar un nuevo look o colocarme algún accesorio fuera de los habituales en lunes, y dormir siesta solo cuando alguna de las cosas anteriores haya fallado SIN DESPERTADOR.
El post de hoy será pequeñito, porque les tengo una sorpresa non grata pero sí novedosa para el próximo. Pero antes, unos consejitos para el Internet:
-Si tienes Facebook, Twitter, Blogger, MSN, Youtube, Hi5, MySpace, Metroflog, Youtube o loquesea que se acumule en la semana, haz un favor: no seas como mi amiga Garfield que va y pone su número telefónico en la red. ¿Tienen idea de lo divertido que fue para Cami (otra amiga mía) hacerle bromas telefónicas a las 3:00 a.m?
-Ídem, nunca te unas a grupos de RP (o sea Role Player, o sea "vamos a jugar a Crepúsuculo y tu eres Alice Cullen"), porque aquí es unas 20 veces más fácil que te halles sorpresitas desagradables que en el perfil normal. Uno nunca sabe si Supergirl es en realidad un gordo y calvo treinteañero con tendencias andróginas.
-Si la señal se te va, y se te va, y se te sigue yendo... es porque sueña con ser un aparato de logística de beisbol. (Jajajaj, qué chiste tan pésimo ¬¬).
-Por último, si tienes Twitter o MSN, no seas cruel y agrégame (eso va para tí, Guerrero, Marcia y Cía. y Ale-Chan eh??).
Bueno queridos hartit@s, ¿ya notaron algo?
Nuncamás: ¿Que eres una inútil?
No ¬¬ ¡ya casi llegamos al post 200! *inserte aquí sonido de fiesta ruidosa*
Así es, y para celebrarlo, tengo preparado algo muy especial...
Nuncamás: Por favor, que no sean tus fotos de bebé ni las de las vacaciones 2005...
Claro que no, pájaro idiota. Algunos recordarán que antes del gran post 100, dedicado a Chaplin, hice post especialmente dedicados a mis bloggeos consentidos, como Digil-Matt, Guerrero y Ale-Chan, por citar algunos; esta vez, serán ustedes, mis Hartit@s del alma, quienes me ayudarán a hacer el post 200!!!!!
¿Y cómo?, se preguntarán. Facilísimo. Esto es lo que haremos:
-Escriban algo breve pero bonito sobre mí, Lobita (lo que sea es válido, un poema, una anéctoda, canción, cuento, ensayo, grosería personalizada...)
-Lo mandarán a mi correo (que naturalmente les daré a los que deseo de corazón que entren al concurso, o sea, mis consentidos).
-En el post 200, juntaré tooooooooooooodos esos trabajos y los subiré al blog, así que sean lo más breves y creativos posibles.
Avisen con tiempo que se nos va la vida en ello (si no, pregúntamente cada vez que hago un post especial). Y nos vemus!!!
Aurevoir, queriditos!!