Fíjense que hoy me vino a la memoria uno de tantos deja vús que tengo con mi escuela. Resulta que mi clase favorita, por mucho, es el inglés: tiene de todo, maestra divertida, horarios flexibles y hasta películas. Pero en una ocasión me sucedió una desgracia. ¡Sí!
A la teacher Vi se le ocurrió hacernos un examen muy especial: elegir (por equipos, obvio) un país y hacer una exposición en inglés (naturalmente) de él. de todo a todo; nuestra oción fue más o menos así:
Van Cullen (fan de Crepúsculo): ¿Cuál hacemos?
Lobita: Hmm... no sé...
Fannie: Pues que sea rápido, porque no tenemos tiempo.
Van Cullen: ¡Ya sé! ¡Italia!
Lobita: Sip.
Ya íbamos a anotarnos en la lista de la teacher como "Team Italy" cuando:
Miss de Inglés: ¡Ya no está disponible Italia!
Van Culleb: ¡Oh! Bueno, Volterra...
Lobita: Van, Volterra es una ciudad ficticia.
Mon: Pues que sea rápido. ¿Cuál?
Se me vino a la mente una visión extraña: una mujer pálida como la porcelana y de cabello rubio corto mirando desde una tienda de campaña a un hombre alto, guapísimo y de aspecto salvajón (así como Juan del Diablo, pero el de Eduardo Palomo, ¿eh? no el chanchito salvaje del Yañes). Y se me iluminó el foco:
Lobita: ¡Australia!
Todas: ¿Queeeeeeeeee?
Lobita: A-US-TRA-LIA. ¡Australia! ¡Por Dios, nadie va a agarrar Australia!
Mon: Pues sí.
Pasé al menos dos horas leyendo TODO, no sólo lo que me tocaba porque soy fan de leer todo. Y me encontré con una verdad muy simple que aquí puedo gritar a los cuatro vientos:
Australia es linda... ¡pero yo me volvería loca ahí!
¿Qué porqué? Bien fácil. Hay tres cosas que no van conmigo, o tal vez sí, pero luego como el vestido favorito que tienes desde los...digamos ocho años, ya no te queda a los diez. Ahí les va mi tour personal llamado:
AUSTRALIA, MÉXICO DE CABEZA... MUY DE CABEZA
VIDA SOCIAL: En portaloceania.com decían que "el aussie no se morirá de estrés". Y no, la verdad no. Son personas de temperamento tranquilo, juguetón y amable. Al menos en lo amistoso se parecen a los mexicanos, porque aquí es común encontrar quien te ayude si te pierdes o no sabes hablar español o lo que sea, y los canguritos son así de lindos. Ok, eso está excelente, muchos amigos y rápido, gente buena onda y un ambiente pacífico y festivo. Pero... luego de MESES de que no pase nada, yo enloquecería. El aussie no morirá de estrés... ¿pero qué tal de inanición? Al final me hartaría, haría una mini bomba molotov, la lanzaría al centro de la ciudad para tener mis cinco minutos de acción y al final, acabaría en la cárcel.
Otra cosa son sus leyes. Nada anormales ni exageradas, en serio, son muy lógicas y agradables. Pero a veces quisiera saber de cual fumaron cuando las escribieron, porque eso de que hasta los animales salgan arrestados (así como lo leyeron) suena... siniestro. Imagínate, tú vas a la comisaría:
Lobita: Comisario, creo que tiene a mi perro detenido.
Comisario: Sí. Lo arrestamos por estar mal estacionado.
Lobita: Por estar, ¿queeeee?
Comisario: Mal estacionado. Estaba del lado incorrecto de la acera.
Lobita (y de seguro ustedes también): ¬¬
Sí, hoy es de ésos días...
COMIDA.
Es un tema complejo. Mi estómago aguanta cosas verdaderamente pesadas, como mega dogos y tortas locas, pero jamás comería, ni aunque mi vida dependiera de eso, vegemita.
Vegemita, vegemita, yumi yumi, la semita...
La vegemita es como la nutella... pero con sal!!! Sabe espantosamente salada y hay dementes allá que la comen como yo como chocolates, ¡por litros! Aparte allá no cocinan mucho arroz que digamos porque se les bate. (¡Loosers!) Básicamente comen dos veces al día algunas galletitas saladas y hamburguesas de yo no sé qué, toman cerveza como perdidos en el desierto de Gibson y le dan con mucho amor a los platillos ingleses, región 4 obviamente. Lo único delicioso de allá (lejos de los asados de canguro y el cocodrilo a las brasas) son los postres. La tarta Pavlova es una pastel hecho de helado, chantilly y frutas, yumi!! y mi favorito: el lemon delicious. Es un pastel de limón ccuya preparación es muy estricta, porque si te equivocas en algún paso obtendrás un pan quemado y con sabor a limón, pero fermentado. Le rocías azúcar glass (muuuuuuuuuucha azúcar glass) por encima luego de cocinado y sabe a platillo de dioses. Yo hice uno para mi presentación de inglés, y les gustó a todos.
NATURALEZA.
En eso tanto México como Australia están totalmente en los extremos. Me explico: en México la gente es amable, pero también algo descarriada, y nuestro medio ambiente es bonito y apacible. Allá, la gente cae en lo pasivo y sus animalitos parecen hijos de Hannibal Lecter de lo agresivos que son.
Básicamente, allá en Australia es consigna amanecer con un cocodrilo en tu piscina, un koala en tu patio o una serpiente pitón de dos metros en tu WC (cortesía de noticias locas). Los animales hacen las veces de los psicópatas sociales, es imposible deshacerte de ellos en tu día a día. Aquí, lo más peligroso es un perro con rabia. Allá, lo más peligroso es una versión terrenal del arca de Noé con una pareja de cada uno de sus "niños". Ahí todo te puede matar: si vas a la playa, puedes quedar ahí gracias a la amable intervención de tiburones, mantarrayas (como este tipo, el cazador de cocodrilos... ¿cómo se llamaba?), aguamalas, caracoles corneta y claro, el favorito de la nación: cocodrilos marinos. Si vas a un paseo por el interior (llamado outback) olvídate de volver con vida si te encuentras con: canguros, emús, cocodrilos (¡vaya que abundan!), y claro, serpientes. Australia posee el 80% de las especies de serpientes en el mundo, y más de la mitad son venenosas. La más letal te mata en quince minutos. Y yo, que desde niña he adorado a las serpientes... Creo que ya no tanto.
Y en la ciudad, casos similares: una serpiente, un reptil (esto es como Jurasic Park muy modernizado), una araña de bola de algodón o algo así se llaman, o la muerte más estúpida: mordida de un koala rabioso. ¡Qué bonitas mascotitas? ¿Quién las quiere, quién las quiere?
Y pues luego de dos horas impactándome con el estilo de vida en Cangurolandia (el llamado Estilo Aussie), por fin saqué la tarea y la presenté al día siguiente. Mis compañeras y yo tuvimos que vestirnos de arrieras australianas, ya que todos los demás equipos también se habían vestido conforme a su país. El caso es que terminamos como una versión femenina de Drover (el personaje de Hugh Jackman en la película de Australia), y lo mejor fue que sacamos el trabajo adelante, tal y como debía ser.
Pero en serio, no me quedaron muchas ganas de ir a Australia. Es un paraíso con un precio elevado. Prefiero, entonces, vivir en mi México hermoso y pasar mis vacaciones en alguna de sus playas magníficas, lejos de tiburones y amenazas y más cerca del cielo.