Es como una especie de maleficio que me persigue incanzablemente cada vez que me acerco al cine. ¿Es que acaso una bruja cihpewa o algo así me hechó una maldición de recién nacida o qué? ¿Porqué siempre he de terminar enamorada-flechada-encantada-idiotizada del tipo rudo de la película de acción ambientada en una época pasada?
Nooooooo, aún no he visto la película, pero de que quiero verla, quiero verla.
Todo empezó en el cine cuando fui a ver Harry Potter 6 (¡sí, lo juro, he visto todas y cada una de sus películas desde chiquita!) y pasaron el trailer de la película. Al principio no me llamó la atención en absoluto (vamos a ser sinceros, no tenía más ojos que para Hugh Jackman) y entonces hice como que no los había visto, ni a Robert Downey Jr. ni a Jude Law.
Y entonces... recientemente fui a ver una película cuyo título no mencionaré por dos razones: la primera, que no puedo creer todavía que me dejé arrastrar al cine a ver tal tontería, y segundo, porque estaba más emocionante lo que sucedía en la sala que en la cinta, ya saben, un montón de niños corriendo, lliuvia de palomitas, risitas, celulares, etc. Ahí, mientras esperaba que la lenta fila se moviera para entrar a ver la función, miré de un lado a otro. Ahí estaba todavía el mega póster de Avatar, los carteles de próximo estreno (¡Dios santo, qué onda con Johnny Depp!) y por fin mis ojitos se toparon con el otro mega cartel casi casi en 3D de Sherlock Holmes.
Pensé atentamente, pasando de Jude Law a Robert Downey Jr.:
Nah, está horrorosa la película, bastante, no vale la pena verla, nah nah, bueno a lo mejor vale la pena por Jude Law, digo está más o menos guapo, y eso que no es el protagonista, el protagonista no está naaaaaaada lindo, bueno sí, un poqioto, pero no más que Jude Law. Hmm... pensándolo bien sí tiene su encanto, noooo, para nada, sí, pensándolo bien, pero no como Jude Law... ¿o sí? Jude Law es guapísimo, y Robert Downey... un poquito, tiene un no sé qué que qué sé yo, pero... hmm... sí, está guapo... no, no está guapo, ¡está buenísimo! ¡Oh, Dios, los dos están guapos! ¡Hugh, perdóname!
Y así fue como, al llegar a casa, con todo y el estómago a punto de reventar por tanto refresco, mareada del sueño y harta de oír las canciones idiotas de la película, supliqué histéricamente en casa:
-¡Por favooooooor, llévenme a ver Sherlock Holmes!
Todavía no me dan el sí, pero tampoco la negativa. ¬¬ ¿Porqué siempre me pasa lo mismo?
Ok, nunca vi Ironman (ya lo he dicho, los superhéroes de Marvel APESTAN, excepto Wolverine y sólo porque sale Jackman), pero pues el tipo en cuestión no me cae mal, y se ve muy interesante, casi misterioso, así de Sherlock Holmes. Así que, como diría James Bond:
Debo irme, tengo una cita con el peligro.
3 comentarios:
yo tambien la quiero ver
xq no revelaste el titulo de la pelicula tan traumatica fue o_o ...jaja no es cierto.
A mi nuuuunca me han gustado las películas de SuperHeroes (solo las veo por la anatomía masculina)
Yo tampoco he visto IronMan y no creo que lo vaya a hacer…
*0* Claro que veré Sherlock Holmes, es decir, esos hombres son bellos *¬*
Bye!
*_* YO TAMBIEEEEEEEN! LA QUIERO VER!
La de Ironman 1 no estuvo terrible pero solo vale la pena por ver a Downey. -_-
Dudo que me guste la 2... ._. no se ve muy bien.
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