FAVOR DE ALIMENTAR A HOLMES Y A HELSING, GRACIAS.



martes, 18 de mayo de 2010

LA VERDADERA LECCIÓN DE LA VIDA: NO LEAS, VE TELEVISIÓN

Si a alguien por aquí le sonó familiar la frase, no se asuste, es completamente natural. Orita mismo les explico la razón.
¿Jamás les conté de mi maestra comunista? Bueno, como aún desconozco si alguno de los inútiles amargados (mis profes) conoce ya de la existencia de este blog (y sobre todo, que soy yo la que escribe) no me queda otro remedio que hablar en clave. Resulta que tengo una maestra que, efectivamente, odia el capitalismo ¡pero en extremo! Nada que tenga que ver con ésta producción en masa le parece, y se considera izquierdista (lo cual me insulta, dado que soy zurda). Y esta profesora marxista-nazi gusta de torturarnos hablándonos de teorías de conspiración en el país que me hacen preguntarme si no ha visto demasiada tele.
A lo que voy es a esto: mi maestra, aunque loca, tiene aficiones fascinantes. Y hoy descubrí una de ella que me llenó de alegría.
Entre sus múltiples chivas que carga en un mini bolso (¡lo juro! Su mochila parece casi un bolso de mano y le caben mil cosas: la notebook, el celular, el I-Pod, el libro, las plumas... Ha de ser barneybolsa, yo creo ¬¬) me hallé de vista un librito azul que me pareció raro. Total que le pregunte:
-Teacher, ¿me empresta su libro a ver qué dice?
-Hey.
Bueno, exagero, ni "hey" se dihnó a decirme. Asintió y siguió con sus "bisnes" (businnes) como si nada. Ok... Tomé el libro y miré la portada. Me dio un vuelco el corazón al reconocer la cara que desde esta me miraba:


¡ASI ERA! Mi querido amigo de la preadolescencia estaba ahí echándome ojos... ojos de pistola, pero ojos al fin y al cabo (así broma, ya saben...)

A Gregory House (alias Sherlock Holmes en el siglo XXI) lo conocí a los trece inocentes añitos una tarde que, francamente, no había nada bueno en la tele, y ps como yo recordaba con cariño E.R y con mucho odio Grey's Anatomy, decidí ver de qué trataba. Ya me conocen como soy, ¿no? Tipo raro con aspecto de psicópata descarado amante de la música. Resultado: mi primer flechazo de amor (bueno, el segundo, el primero fue con un tipo de mi primaria que ahora que lo recuerdo me doy cuenta que estaba horroroso).

House y su modo "torcido" de ver el mundo siempre me sonó meramente ilógico. Aunque agradecía en el fondo su absoluto desinterés y misoginia cuando había tantas pacientes mujeres y doctoras (Cameron, por ejemplo, a quien nunca he soportado) de por medio. Mamá Loba opinaba, cada vez que me veía sentadita a las ocho en punto:

-¿Otra vez House? ¿No puede gustarte gente normal o qué?

-No, mamaaaaaaaa....

(Las muchas "aaaaaaaa" eran literales, porque hablaba al mismo tiempo que se me escurría la baba y se me atolndraba el cerebro).

La estrecha amistad entre Greg House y yo duró hasta mis quince años, cuando lo aventé a la fregada en favor de Hugh Jackman y desde ese día poco supe de él... Hasta hoy que vi el librito.

Bueno, bueno, lo empecé a hojear y me dí cuenta que, después de todo, su mundo retorcido no era tan distante al mío, simplemente que mientras su pasatiempo favorito es fregar al prójimo y odiarlo, el mío es fregar al prójimo, pero sin odiarlo. Qué cosas, ¿no?

En resumen: Dr. House me ha enseñado más cosas que mis esquizofrénicas histéricas con SPM permanente de mis maestras de Ética e Historia (que es, de hecho, la maestra comunista de la que les hablé al principio). Por ejemplo, entre otras cosas me enseñó que un sarcasmo inteligente es siempre un buen sarcasmo; que la mayoría de las personas son mentirosas y tontas y por lo tanto se les debe tratar como si tuvieran Síndrome de Kungston (una cosa que hace que tu memoria inmediata se extravíe) y que siempre existirán las cosa que te choquen, pero eso es lo que hace a la vida más... no lo sé, ¿viva? Amm...
¿No se sienten demasiado... observados? Yo sí...
Ok, volviendo al tema: el asunto es que con lo poco que leía del librito (que incluye filosofías del gran Sócrates, disciplina Zen y uno que otro consejito con perejil) me quedé flechada. No flechada como cuando tenía trece años, ni flechada como con RDJ o con Sherlock Holmes (que al fin y al cabo Holmes y House son la misma gata, pero con gatitos), sino simplemente flechada de... ps así, encantada, fascinada, no precisamente enamorada pero sí muy contenta.
Así que por primera vez en la historia sufrí cuando dieron el timbre (que por cierto, luego de casi ocho meses de no servir, ¡jaló!) anunciando el final de la clase y la maestra me dijo:
-Lobita, mi libro.
¬¬ Rayos.
Pero estoy muy contenta de haberme reencontrado con un alma tan afín a mí, y de al menos haberla pasado bien por hoy. Si al menos viviéramos en el mismo mundo...

4 comentarios:

DigiL-Matt dijo...

jajajajajaja
aunque house no viva en este mismo mundo
encontraras personas que se parescan a el
que por desgracia mia yo encontre
y lo odio
ya que practicamente somos iguales
y polos iguales se repelen
pero en lo unico de el que no se parece a house es que el no es un misojino sarcastico

Mar dijo...

De hecho ya había leído la portada del libro y si me pareció muy interesante, por lo que está en mi lista de próximas adquisiciones

Muy recomendable

Saludos

Guerrero dijo...

Hace poco, no recuerdo dónde ni cóm vi ese libro también, no sé cómo llegó a mis manos (quizá hasta lo soñé) y me quedé con las ganas de leerlo pero no quiero comprarlo... tal vez tenga el síndrome de Kungston.

saludos

Ale-chan dijo...

house es muy bueno. al menos es una serie diferente a las demás de médicos que hay

Aunque en realidad no soy una seguidora muy asidua. En realidad, la única serie que realmente sigo es la de Two and a Half Men jaja!

Pero aún así reconozco al genio de sus escritores!