Alguna vez, no hace mucho tiempo atrás (aproximadamente hace poco menos de dos años) tuve un "amante celoso y exigente"... y muy estúpido también.
No se asusten, no es un amante en el sentido literal. Léase: no es ningún exnovio, ni una mascotita humana (llámese también "chico que te persigue y tú lo utilizas como sirviente"), ni mucho menos es alguna locura nacida de mis viejas memorias por Hugh Jackman o Robert Downey Jr (quien para empezar me interesó SOLO DESPUÉS de que este supuesto "amante" desapareciera de mi vida).
El amante este del que les hablo se llamaba: Teatro.
Hoy, gracias a un desafortunado comentario, me acordé precisamente de ésa clasecita. Ok, los preliminares son en este orden: comentario desafortunado de un tipo X de mi salón que también tomó ésa clase, y posteriormente, Lobita golpea al tipo por decir dicho comentario. Moraleja: no se metan con Mamá Loba, por favor... >:(
Y volviendo a lo importante, según la tipa que nos daba la clase, a quien aquí llamaremos Oli:
El teatro es igual a un amante celoso y exigente, hay que dedicarle mucho tiempo y energía.
(Gracias a Dios dudo mucho que algún día RDJ necesite mi tiempo y energía...)
Y basándonos en lo que ella dijo sobre el Teatro, y en base a mi experiencia en el año que tomé de clase debo decir: ¿ASÍ O MÁS BABOSO EL AMANTE?
¿Porqué? Yo amo las artes. Amo la Literatura, la Pintura, la Música. Amo la expresión de sentimientos y cuando me ví en la libertad de inscribirme en dicha clase de Teatro me sentí mejor que pambolero que ve el mundial y ve ganar a México.
Pero ¡oh sorpresa! La sopa siempre será la sopa, pero depende del modo en que la cocinemos es como sabrá. En español: el teatro es bueno, ¡la tarada era la maestra!
Dividiremos mi frustración en las tres míseras "obras" (porque ni a sketch de Desmadrugados llegaban) que llegamos a presentar.
PRIMER ACTO: LUZ DE MEDIA... ¿TARDE?
En invierno, o a principios de invierno mejor dicho, en mi ciudad la noche se alarga fatalmente, haciendo que a eso de las siete ya esté todo como boca de lobo. Por lo tanto, un noviembre a oscuras le pareció el escenario perfecto a Oli para una poesía deprimente. ¡Sí!
El poemita en sí hablaba de paz (ojo, "paz" de armonía y felicidad, no "paz" del onomatopeya de cuando golpeo a mi hermano), y para ponernos en un ambiente ligeramente frustrante, por no decir que emo, se le ocurrió la idea de hacer una magno producción diga de un óscar (en su mundo alternativo tipo el de James Cameron en Avatar) con imágenes llegadoras de hambre, guerra y un montón de desgracias que la verdad sí te partían el corazón, o cuando menos a mí, porque mis demás compañeritos a duras penas eran capaces de estar serios O.o ¿o sea que soy hipersensible o qué show?
La música: Sonata de claro de luna de Beethoven e Imagine de John Lennon. Ok, hasta ahora suena interesante, ¿no? ¿Saben el trabajo que nos costó hacer esos miserables 15 minutos? ¡Nos tomó semanas! Nos tomó largas caminatas vendiendo cuhchería y media para sacar dinero, asistir a pseudo ensayos a las 5 de la tarde a partir del mes de octubre y congelarme los pies porque... ¡en la obra teníamos que ir descalzos! ¬¬
Al final salieron las cosas bien. Bueno, más o menos bien, si me entienden. Y ya viéndome libre de ésa demencia pude pasar unas navidades tranquilas.
SEGUNDO ACTO: ARLEQUINADAS Y PORQUE NO ME QUEDA DE OTRA
El día internacional del Teatro fue una odisea asesina con secuelas horrorosas (¿recuerdan cuando les hablé en un post de cosas que no necesitábamos saber? ah, pues la de UNA PALABRA TIENE MÁS DE UN SIGNIFICADO EN INTERNET se deriva de esto). Luego de que me embadurné una mañanita bien temprano de maquillaje y me vestí de arlequín, aguanté vara con todos los demás para hacer nuestra marcha exótica. Recuerdo que estuve jugando con mi bastoncito para... ¿qué? ¡Para que al final Oli nos dijera que le faltó corazón y no sé qué más! Porque han de saber que nos tuvo en fin de semana como cinco horas ensayando y terminamos molidos. Pero le dio i-gu-al, y yo dije que a fines prácticos con ésa clase tan estúpida, a mí también me daba i-gu-al.
TERCER ACTO: SEXY, LOCA, ¡LIBREEEEEEEE! (Prólogo de Sherlock Holmes)
Luego de abandonarnos (¡literal!) casi un mes, Oli nos dijo que debíamos bailar y cantar para nuestro número de cierre. Se me subió un poco el coraje a la cabeza y, dispuesta a vengarme de ella, de mis imbéciles compañeros de trabajo y de una chica "nice" que mataba callando a nuestro nuevo (y mejor capacitado, pero igual de egocéntrico) maestro de Teatro, dije un buen día:
-¡Sale! Voy a salir de pro...
Ustedes se saben el resto de la palabra, ¿no?
Y con un vestuario tipo el de Sacha Montenegro (o de las lindas chicas francesas que te puedes hallar en París a eso de las 11:00 p.m), salí a hacer mi extraño baile enfrente de TODA la escuela (sin contar a los maestros y familiares presentes). El resultado de mi ridículo fue más bueno que malo: me quitaron el título de nerd, dejándolo en "demente" y me dieron la puntuación más alta, y me vi libre de hacer lo siguiente (por cierto, gracias al Ser Supremo por prestarme la imagen---aunque no sabe que me la prestó, ¡ja!):
Perdón por la palabrota, pero con tantos recuerdos "hermosos" que pasé ahí, ¡no había mejor descripción!
Y un mesesito despues, mientras hacía mi visital veraniega al cine para ver Harry Potter 6 me encontré con el trailer de Sherlock Holmes y sonreí. Oficialmente era libre como las aves y me prometí no volver a inscribirme a ésas tonterías, al fin y al cabo, ¡la Literatura siempre existirá!
1 comentario:
En lo personal, mi experiencia con el teatro fue muy buena, no actue pero estaba en la parte de producción, fue sobre Safo de Lesbos y era muy buena, presenciaba los ensayos y les decía elturno de los actores además de la distribución en el escenario y fue genial
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