LOBITA Y SUS AMIGOS SALVAJES

No se espanten, no es literalmente. Bueno sí, un poquito. Es que resulta que, como al extraño profesor de Computación se le ocurrió que no había mejor modo de incitarnos a trabajar que haciendo "estudio de campo", nos llevó al zoológico de por mi ciudad.

Total que para andar "libremente" por ahi, tuvimos que hacer equipos enooooooooormes. Yo terminé con mi amiga Van, pero tambien con mis sonsos particulares: Josh, Chuy, Tepoman, Dan, y Adriancito tambien. Bueno...

Luego de que nos subieran al camión (maniobra que duró en promedio una media hora), por fin el carricoche se movió y comenzamos a platicar muy calmadamente (digo, era de mañana y uno a esas horas aún trae la pila bajita, sobre todo cuando despiertas porque tu mascota te llena de baba toda la maldita caraaaaa!!). Pero no se puede callar a mis sonsos, y se pusieron a entonar la porra de Chuyito:

Que lo vengan a ver,

Que lo vengan a veeeeeeer,

No es una alumna, es una (no pienso decir la palabra, está muy fuerte) de cabareeeet...

P.D Por alguna razón a ellos les gusta cambiarle el sexo al pobre de Chuy cada vez que le hablan. Bueno, hombres tenían que ser... ¬¬

Y cuando llegamos caminamos como pedro por su casa por el zoo, aunque temíamos secretamente por la vida de Ra, un pseudo compadre nuestro, porque segun nuestro carismático y zopenco lider (Adriancito) las posibilidades de que lo metieran a una jaula eran enormes.

Pues luego de un recorrido muy tranquilo (cosa rara cuando mis sonsos andan cerca), en el que vimos las aves y algunos mamíferos de tamaño considerable (los osos, por ejemplo), terminamos dando un tour hasta que me rugió la pancita y les dije:

-Oigan, quiero comer.

-Pero debemos seguir. -protestaron. Les puse mi cara de póker (o sea, primero los miré con odio asesino y luego con total ternura y súplica), y fuimos al mini restaurantito a comprar algo...

¿Pues que creen? ¡Bolas con el restaurante que estaba cerrado! Casi me eché a llorar porque las tripas gruñían y me dolían terriblemente, pero... ¡oh salvación!

¿Saben cual es la ventaja de platicar y ser amistoso con medio mundo? Que nunca te faltarán amigos... ni comida ^^ así es, un segundo equipo (conformado por mi mejor amigo hombre y un grupito de seis chicas con las que me llevo bien, por no hablar de la parejita que platica mucho conmigo cuando se les arma el show) me alimentaron con un mini buffet: atún, salchichas, piña, pepinos, sandía... No comí mucho, pero al menos ya tenía peso en el estómago. Y me agarré de los bebederos como naúfraga para no robarles el agua a ellos.

Pues bien, los minutos siguientes fueron confusos: Van y Chuy volaron como las aves, dejándome de niñera con Adriancito y Josh, después llegué al zoológico infantil y acaricié una vaca que me llenó de baba, y luego resultó que la vaca, ¡no era una vaca, era un toro! (por favor, no me pregunten como me dí cuenta, es demasiado traumático); posteriormente, me fui con Adriancito a buscar al resto del grupo, y el muy infeliz me abandonó en el herpetario ¬¬ la buena noticia es que: 1.- Amo a las serpientes, y por lo tanto me dio igual, y 2.-Ahi encontré a Sua, Bibis y Bia, otras tres chicas con quienes hice migas desde que empezó la prepa. Así que, por lo menos, sola y abandonada no me iba a quedar.

Ps total que yo veía estrellitas por la sed y me compré una deliciosa botella de agua. ¡Juro que mientras me la bebía escuchaba el himno a la alegría mientras florecían a mi alrededor miles de flores! (efecto secundario de caminar por más de tres horas a plena luz del sol en una ciudad cuya máxima en tiempo de calor es de 35°) Y ya continué mi marcha con dos equipos mezclados (porque nos faltaba asistir a una chafa-conferencia y no quise volver a extraviarme en más de 50 hectáreas de mundo salvaje). Pues fue una tortura terrible: literalmente veníamos caminando con la lengua de fuera porque no dábamos para más, pero cuando llegamos a los lavabos, a pocos metros del lugar de la conferencia, metí la cabezota en el lavabo lleno de agua (tpo baño exprés) y salí sintiéndome con las energías renovadas.

Pues no alcanzamos a entrar a la coferencia ¬¬ y nos quedamos todos afuera en la cháchara, donde platiqué largo y tendido con mi... ¿saben guardar un secreto...?

...Veo gente muerta...

No mentira, ese no es el secreto. El secreto es que a mi me gusta (un poquitin) nuestro carismático y menso lider: Adriancito. Y ps me puse a platicar con él... larga historia, y muy empalagosa, no querrán oirla. Bueno bueno: habló de su novia la psicótica (ojo, su novia es psicótica, la PSICÓPATA soy yo, y no soy su novia), sobre sabe que tanto show que ni le puse atención, y luego nos largamos todos de regreso a la entrada para salir con los camionzucos. Pero como mi pancita todavía necesitaba algo que la refrescara, fui y compré un refresquito. Nos quedamos todos sentados como mensos en unas jardineras viendo los flamingos hasta que nos dijeron que ya nos fuéramos a la... casa.

El camión... bueno, a esas horas parecía horno, el aire se respiraba calientísimo y yo sentía que me moría, pero los gritos y pleitos de todos mis hartitos me tuvieron en mis cinco (o cuatro, porque luego de un rato no sentía nada...). Que se agarraron a golpes con unos bolis, que si querían aventar a la mitad de la autopista a Quique, que si Adriancito le echó pleito a Man porque andaba poniéndose romántico conmigo (cosa que detesto, en el amor soy muy extraña... bueno, con saber que soy fan de Robert Downey Jr uno se da cuenta, ¿no?), que si cinco o seis pidieron parada en la avenida de yo-no-se-quien-demonios-es-ni-que-hizo porque sus jacales les quedaban cerca y, finalmente, llegamos con vida y al son de la canción de mis sonsos (la de Que lo vengan a ver...) y listo!! llegué medio muerta de cansancio, apestando a corral, baba de vaca y sudor y abalanzándome sobre una cazuela de arroz con mole, pero muy contenta porque, la verdad, con todo y que me extraviaron, que comí mal y que una maldita iguana desgraciada intentó cercenarme un dedo cuando la acaricié, ¡fue toda una aventura!