¡Por fin! ¡Gracias al cielo por fin!
¡Aleluya, aleluya...!
¡Ya pude ver la película de Sherlock Holmes! Sí que sí. :)
Bueno, como de seguro recordarán en mi post de Elemental, mi querida Lobita...:P (jajaja, deja vú) les comenté que fui a ver una película traumatizante con mi little brother y me quedé embobada mirando el mega cartel de la película. Aquí me queda claro que nunca aprendo la lección, porque cuando vi Van Helsing (unos tres añitos atrás), al principio no la quería ver porque me caía pésima la película y el actor. El resultado ya lo conocemos... Bueno, sucedió lo mismo con esta, que primero no la quería ver y ahora... ¡la A-DO-RO!
Ok, mi historia empieza una mañanita de viernes cuando llegan y me dicen:
-Oye, ¿quieres ir a ver una película?
-¿Cuál? -pregunté.
-Pues la de Holmes.
-¡Claro que sí!
Y ya me fui al cine en la tardecita, y lo de siempre, you know: filas largas de gente en donde pagas, chiquillos corriendo de un lado a otro, novios por acá en lo oscurito (ya sabes, atrás de los afiches de los estrenos), paro cardíaco porque se me había olvidado el póster de Alicia y cuando lo ví sentí miedo... palomitas muy buenas, por cierto, refresco en grados bajo cero, un chocolatito (pésima idea, el chocolate me acelera fatal), fila otra vez para entrar a la sala, unos novios adelante mío, etc etc. Y ya cuando entramos, lo típico: sala repleta, los que arman la bulla se van hasta atrás para moler al prójimo, llevan algunos valientes chiquillos (malditos mocosos...), uno que otro celular y entonces se apagan las luces, ¡y empieza la función!
Luego de chorromil anuncios, entra la musiquita de suspenso. Me hundo más todavía en mi asiento y me como el chocolate. Todo está oscurísimo (ash, qué esperabas, es Londres en el siglo XIX), y de la nada...
¡Aguas que aquí empiezan los spoilers!
Carritos de la polecía con Watson a la cabeza, Holmes por allá metiéndole velocidad a la situación (y eso que va a pie, ¿eh?), y pum, llega a un lugar mega siniestro. Los niños empiezan a lloriquear, una señora está por otro lado platicando, pero yo ya ni los oigo. Se pone peligrosa la situación, agarran al malo y... aquí empieza la aventura. Cachorros drogados a propósito, mujeres doble cara, tipos misteriosos, franceses con la estatura y la fuerza de un oso, Holmes encadenado a una cama, muertos que reviven, persecusiones, peleas, patadas, mordiscos, un miserable beso romántico, un cuervo que aparece a cada rato, homicidios imposibles y el puente de Londres. ¡Oh, se me olvidaba! Robert DowneyJr, Jude Law y Rachel McAdams juntos, pero nunca revueltos, y chistes al estilo de Dr. House, en resumen: una película que adorarán.
Y mientras pasaba la acción, el chocolate me hizo efecto y gritaba cosas como:
-¡Holmes, corre! ¡Está detrás de tí! ¡Pégale, pégale! ¡Aguas! ¡Ay, no! ¡Fiu, casi lo matan!
Y cosillas asi. a Law sólo se me ocurría decirle:
-¡Watson, eres un idiota!
Y de McAdams, mejor ni hablar. :/
Aquí tienen, pues, la prometida crítica a Holmes. Con la esperanza de una segunda parte (aunque deseo profundamente que de veras NO APAREZCA BRAD PITT) y todavía embobada por la producción, yop me retiro. ¡Adiosito!
5 comentarios:
Por lo que veo te lo pasaste muy bien, ¿eh?
Me han entrado muchas ganas de ver la pelicula. Ya te dire mi opinión.
Besos
Estoy de acuerdo lo mejor de esa pelicula son las peleas :)
yo no la he podido ver :(
estoy pobre ni para el cine tengo
Debo admitir que hubo partes que me gustaron pero en algunas estaba cabezeando del sueño, aunque en general está entretenida.
saludos
*hecha bolita*
yo no la he visto, no encuentro tiempo para ir a verla. Y lo peor es que todos hablan bien de la peli.
Tendré que volarme las clases del lunes para ir a ver al bello Holmes
Publicar un comentario